Esto se remonta a mediados de 2019, jodido 2019.
La primera vez que lo supe fue cuando ella ya no estuvo a mi lado, tener a alguien que camina frente a ti no es importante hasta que esa persona es alguien que solía ir a tu lado.
Cuando me di cuenta de que era demasiado lenta preferí quedarme en casa porque nadie te explica como lidiar con esos sentimientos y nuestros padres no son lo suficientemente astutos como para enseñarnos algunas cosas.
Hola, me presento, soy Alexa y voy a mostrarte desde mis ojos como fueron tan duros años.
A veces me digo a mi misma que todos deberíamos de niños ir al psicólogo, no se trata de estar mal de la cabeza, se trata de ir para no rebajarnos cuando crezcamos, cuando lleguemos a la adolescencia todos deberíamos ser seguros de nosotros mismos, la adolescencia llega con tantas emociones como una montaña rusa que no podemos controlar velocidad por si sola, somos hormonales y llegamos a ser malos desquitándonos con personas que no tienen ni un poco de culpa, para luego llegar en la noche y arrinconarnos en el suelo y llorar hasta sentir no poder más.
Mi adolescencia fue así. No aprendí a controlar la seguridad en mí y solía culparme por cada cosa mala sucediendo aunque no pudiera hacer nada para cambiarlo, eso fue entre mis 14 y 15 años, mi vida era la clásica realidad de cristal que no había sido rota, por lo que cuando se rompió me corto mucho, mis emociones me dominaron, los malos comentarios me jodieron y yo no podía hacer nada, nadie me enseño que hacer en esas ocasiones, deje de hablar y solo a responder con mínimas señas, Alexa ya no era Alexa, solo era una persona que se consideraba demasiado insuficiente.
Sassie
