Even angels hit the ground before they fly... Seguir história

Ha pasado más de un año de aquel día en el que todo se le descuadró. Una de tantas veces, pero la que finalmente consiguió romper su alma en mil pedazos. Más de lo que ya estaba. Cada vez que piensa en aquel día, tiene una sensación extraña. Por una parte, le parece que ha pasado un siglo; por otra, lo siente todavía muy cercano, como si hubiera sido ayer.

Hoy es de esos días en los que se despierta sin sentirse ella misma, con una tristeza que no se aleja de su cuerpo, así que hace lo que hace no mucho descubrió que era su mejor remedio: salir a pasear por un parque cercano. Recorrerlo de arriba abajo siempre le ha venido bien, sobre todo para poder conectar con la parte más racional de su mente y poder poner todas las cartas sobre la mesa, sea cual sea el pronóstico de la jugada. En general, estos paseos le ayudan a sentirse ganadora al ver con perspectiva todo lo bueno que ha conseguido desde aquel día, como un cazador ansioso por beberse las lágrimas de sus trofeos. Sin embargo, hoy se siente como un vaso que es tirado contra la pared, rota; todo a su alrededor es gris. Tiene que luchar sola frente a sus demonios, y sabe que le será muy difícil salir de ahí si no se lo propone. De lo que no se da cuenta, y no es la primera vez, es que a su alrededor existe multitud de personas que han pasado o están pasando por lo mismo, saben lo que siente, aunque no lo dejen ver, y que si ellas han podido y pueden salir adelante, ella también.

Tras una hora donde su cabeza no ha parado de dar vueltas, vuelve a casa, decidida a escribirse algo que necesita leer y recordar de vez en cuando para no caer (o intentarlo) en esa espiral gris que no le deja respirar. Coge papel y bolis de colores, como a ella le gusta, para señalar aquellas frases o palabras que crea que deben resaltar en su manuscrito. Tumbada en la cama, apoyada en uno de sus peluches, cierra los ojos, respira hondo y deja que su interior fluya...

"Te lo anticipo: seguramente sigas teniendo días de mierda en los que todo resulta ser lo contrario, en los que solo quieres estrellarte contra las nubes para sentirte un poco más viva. Sentirás que el peso del mundo recae sobre tus hombros, una vez más, pero créeme, créenos, que todo se vuelve mejor con el paso del tiempo. Y te joderá, por supuesto, por ver cómo en un día tú sola eres capaz de desmoronar todo lo bueno y bonito que has conseguido en este tiempo, todo aquello que has estado trabajando para poder ser quien eres hoy. Pero déjame decirte algo: cuando sientas que tu cielo está cayendo y el silencio se apodere del cuarto y de tu interior, no tengas miedo, nena, no pasa nada por ser frágil alguna vez. Puede que incluso te sea necesario para recomponer otro cachito de tu alma. Lo único que te pido es algo muy sencillo que has hecho antes: despliega tus alas, despídete de los miedos que tú solita te estás creando, enfréntate al viento y mira a la vida a los ojos. Busca en ti, coge el valor que tantas veces has demostrado que tienes y sigue adelante. Porque sí, puedes, una y mil veces más. Y ten esto bien grabado en tu mente: "even angels hit the ground before they fly"…".