👻 CONTENIDO SUMAMENTE EXPLÍCITO.
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Jungkook gimió en cuanto sintió como el hombre frente a él se introdujo en su coño de golpe, su vagina aceptó el miembro que se introdujo en ella y lo apretó con ansias.
El chico pelinegro frente a él gruñó cuando sintió como el coño del pelimorado lo apretaba tan bien.
— Mierda. —exclamó Jungkook cuando el pelinegro lo embistió con rudeza mientras chupaba su pezón derecho.
El pelimorado se mordió los labios y cooperó en las embestidas, sentía como el pene en su interior lo penetraba y se sentía malditamente bien.
— Relaja un poco el coño, estás ahogándome. —susurró el pelinegro en su oído, asintió cooperativamente e intentó relajar su vagina.
Sus pensamientos se desviaron a su amor, Kim Taehyung, su coño se apretó al pensar en él.
Pensó en como le quedaba el cabello negro, en su piel de trigo, en sus ojos agudos, en su sonrisa cuadrada, en sus músculos y finalmente en el tamaño de su paquete.
Porque sí, se lo había visto.
Se conocen desde que tenían cuatro años, había visto crecer al alfa y aunque desde que cumplieron dieciséis no se bañan juntos, había visto su crecimiento en secreto, espiándolo como si fuera un maldito acosador.
Tal vez si que lo era.
Jungkook gimió al sentir como el pene en su interior lo penetraba, su mente estaba llena de imágenes de su mejor amigo.
— Voy a correrme. —murmuró el alfa pelinegro frente a él, el pelimorado se sorprendió por la rápida eyaculación del contrario.
— E-espera. —Era muy tarde, el chico frente a él se había corrido en su interior, lo había dejado con las ganas y además ahora tenía que limpiar el interior de su vagina.
Jungkook frunció el ceño, empujó al contrario y aunque su fuerza fuera menor seguía siendo un alfa, por lo que el pelinegro cayó de la cama de manera muy patética.
— Joder, Jungkook. —murmuró el pelinegro, se levantó del suelo y se sobó la espalda, la cual había recibido todo el impacto.
— No, una mierda Mingyu, te dije que odiaba que se corrieran dentro. —dijo el alfa, el nombrado se mordió los labios avergonzado mientras se vestía lentamente.
— Lo siento, es que tu interior se sentía muy bien. —Esas palabras enojaron aún más al pelimorado, tomó su ropa y se fue al baño para limpiarse y vestirse.
Aproximadamente veinte minutos después el alfa recesivo salió del baño ya listo, se había dado una ducha y se había vestido, no parecía que hubiera estado teniendo sexo.
Jungkook miró al alfa pelinegro frente a él, le había dejado follarle ya que el chico llevaba insistiendo una semana, además pensó que iba a poder satisfacerle ya que pronto sería su celo.
Mala decisión.
El pelimorado acomodó el vestido rosado de tirantes que traía puesto, se colocó el abrigo de lana blanco que se encontraba sobre una silla cerca de la cama y se colocó las botas negras de tacón que llegaban hasta sus muslos, se alisó un poco el cabello y miró con desdén a Mingyu, el cual se encontraba vistiéndose.
— No pienses en volver a llamarme, imbécil. —dijo el pelimorado para después tomar su cartera blanca e irse de la habitación de hotel dando un portazo.
Jungkook logró escuchar los gritos del alfa pelinegro pero los ignoró, sacó su teléfono de la cartera y llamó a su conductor.
Justo cuando el alfa pensó que podía respirar tranquilo, Mingyu lo detuvo de salir del hotel, Jungkook puso una mueca de disgusto y se soltó del agarre.
— Vamos Jungkook, no te pongas así, perdóname ¿sí? No volveré a hacer tal cosa. —El pelinegro pidió disculpas con ojos ardientes, estaba admirando la figura del pelimorado con ese pegado vestido rosado.
Jungkook no era tonto y notó la deseosa mirada del contrario, resopló con molestia e ignoró a Mingyu.
El pelinegro frunció el ceño ante el silencio del chico, se sentía insultado.
Él, como alfa, no podía soportar ser rechazado por alguien como Jungkook, el cual se rumoreaba tenía un pene nuevo follándolo cada semana.
— ¿No me estás escuchando? —gritó con rabia, inconscientemente había usado su voz de mando, la cual se supone debe someter al alfa recesivo frente a él.
Jungkook se quedó parado en su lugar por un par de segundos, justo cuando Mingyu pensó que finalmente el chico haría lo que le pedía, el pelimorado se volteo lentamente y una radiante sonrisa adornaba su rostro.
El pelinegro se quedó allí aturdido, admirando la belleza del contrario.
Jungkook solo caminó con calma hacia el alfa frente a él, su sonrisa era tan hermosa que no pensarías que tenía intenciones maliciosas.
Cuando el pelimorado llegó justo frente a él, se paró allí y con una linda sonrisa en su hermoso rostro, le propinó una patada en los testículos.
El alfa pelinegro no se lo esperaba, y por supuesto, no pudo protegerse del fuerte golpe a sus bolas.
Un potente grito lleno de dolor se escuchó por todo el lobby del hotel, varias personas miraron asombradas como Mingyu caía al suelo entre lamentos y con lágrimas en los ojos, era de la mayor jeraraquía pero se veía muy patético.
Jungkook no le dio otro vistazo y salió del hotel con las miradas de todos encima.
El alfa pelimorado se montó en el vehículo que se encargaba de llevarlo a cualquier lugar que quisiera y se fue del lugar sin prestar atención a las demás personas.
— ¿A dónde vamos, señorito Jeon? —El conductor era un hombre de unos cincuenta años, era un beta y tenía una cordial sonrisa en el rostro mientras miraba a Jungkook.
El conductor llevaba tres años ejerciendo como conductor del alfa y se llevaba muy bien con él.
La primera vez que le conoció le pareció muy extraño que, identificándose como hombre, el pelimorado usara ropa dirigida a las mujeres, pero con el tiempo se acostumbró a este hecho.
— Sabe muy bien a donde, señor Lee. —Jungkook sonrió hacia el hombre y este entendió enseguida el mensaje, irían al hogar del señor Kim.
El vehículo se puso en marcha nuevamente, su destino era el hogar de Kim Taehyung.
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Kim Taehyung, perteneciente a una prestigiosa familia de alfas, era un alfa dominante muy apuesto, también era mejor amigo de Jeon Jungkook, un alfa recesivo.
Todos los que están en el círculo social del pelinegro conocían a Jungkook, ambos eran amigos de la infancia, por lo que, intentando ganarse el favor de Taehyung, siempre intentaban tratar de buena manera al alfa pelimorado.
Prácticamente eran los lame botas del pelinegro.
No es para menos, aunque todos esos alfas pertenecían a buenas familias, no eran nada contra la familia Kim.
Los Kim eran dueños de millones de activos, tenían buenos genes ya la mayoría de ellos eran alfas u omegas dominantes, tenían sus manos metidas en cada negocio posible, ya sean el mundo del espectáculo, tecnología, videojuegos, básicamente en todo lo que diera dinero.
Al ser tan ricos tenían muchos enemigos o gente que los envidiara, por esta razón no tenían muchos amigos de confianza, uno de estos pocos amigos eran los Jeon.
Los Jeon eran de una antigua familia militarista, producían armas, uniformes y tenían las manos metidas en la tecnología usada para crear novedosas armas militares.
Gracias a sus valores, eran muy leales a sus amigos, igualmente la mayoría tenían buenos genes y casi toda la familia eran alfas o betas, también había omegas pero en menor medida.
Contrario a lo esperado, los Jeon no eran discriminatorios con los omegas u alfas recesivos por lo que Jungkook era igualmente muy querido dentro de su familia, la única regla de la familia era que todos los que pertenecen a la familia deben saber artes marciales.
Jungkook aprendió a luchar cuando cumplió seis años, Taehyung tenía la misma edad cuando fue enseñado por el padre del pelimorado a defenderse, en ese momento ya ambos se llevaban muy bien.
Eran muy pequeños por lo que no se les enseño algo muy arduo pero si aprendieron cosas, actualmente ambos sabían a la perfección como luchar, disparar armas y usar armas blancas.
Jungkook nació como alfa recesivo, por lo que no era tan fuerte como el pelinegro, aun así era muy fuerte y hábil con las armas.
Desde que tenían once años el pelimorado había notado que quería a Taehyung, no como amigo, sino como pareja, aun así no dijo nada.
Cuando se hicieron adultos seguían siendo buenos amigos pero las interacciones habían bajado un poco por la vida de ambos, Taehyung ahora comenzaba a administrar las empresas de su padre y estaba muy ocupado, mientras tanto Jungkook estaba ocupado comenzando su propio negocio de modas.
Hace un par de semanas no se veían en persona, por lo que Jungkook decidió ir a visitar a su amigo barra su amor secreto barra el alfa que quería lo follara hasta el cansancio.
Al cabo de una hora el auto se detuvo frente a la lujosa mansión del alfa pelinegro. La misma era de tres pisos, el jardín estaba muy bien cuidado y era enorme, cerca había un garage el cual Jungkook sabía solo contenía tres de los autos del pelinegro.
El pelimorado se bajó del auto y con la mano se despidió del conductor, el mismo ya tenía instrucciones de irse a casa ya que Jungkook tenía planeado quedarse a dormir en casa de su amigo.
El auto negro se fue y Jungkook ingresó sin muchos problemas a la vivienda ya que los trabajadores lo conocían muy bien, algunos de ellos lo miraron con intenciones maliciosas pero el alfa los ignoró a todos.
El pelimorado tomó su teléfono de la cartera blanca y llamó a su amigo para que lo dejara entrar a la mansión ya que solo Taehyung podía entrar por el sistema de seguridad.
— ¿Hola, Tete? —Los ojos del alfa se iluminaron al escuchar como en dos tonos del teléfono el pelinegro contestó la llamada, de fondo se podía escuchar una fuerte música en inglés.
— ¿Kookie? ¿Qué sucede? —cuestionó el pelinegro, Jungkook no podía verlo pero una sonrisa adornaba el rostro del alfa dominante.
Después de todo, hace dos semanas no hablan gracias a lo ocupado que estaban.
— ¿Puedes abrirme la puerta? Estoy frente a la puerta. —Con esas palabras el pelimorado colgó la llamada, sabía que Taehyung abriría pronto.
Guardó su celular y ahora en sus manos tenía un espejo el cual usaba para alisarse el cabello y mirar si había algún defecto o suciedad en su rostro.
Jungkook había decidido algo de camino aquí, esta vez hará que Taehyung lo folle.
Se mordió los labios al pensar en como sería eso. Respiró hondo y logró calmarse, pronto escuchó la puerta de la mansión abriéndose.
Una sonrisa seductora cruzó por sus labios, definitivamente haría que Taehyung lo hiciera suyo.
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El alfa pelinegro abrió la puerta y allí se encontraba parado su mejor amigo desde siempre, Jeon Jungkook.
Taehyung tuvo que usar mucha fuerza de voluntad para no pensar en nada erótico con el vestidito que cargaba el contrario.
Sí, sentía algo por su amigo.
Comenzó tal vez desde los doce, momento en donde sus hormonas comenzaban a alborotarse, sin embargo en ese momento solo le parecía muy lindo, poco a poco y con el tiempo ese sentimiento fue evolucionando.
Se convirtió en amor, y al cumplir diecisiete ese amor convivía junto a su deseo sexual.
Tantas veces se había masturbado pensando en los senos de su amigo, en su rosada vagina, en sus suaves pero firmes nalgas al igual que su linda boquita.
Había dejado de ver el cuerpo de Jungkook en cuanto cumplieron dieciséis pero igualmente lo espiaba en secreto, lo hacía mientras se duchaba, mientras se cambiaba, incluso estando vestido miraba su cuerpo.
Taehyung soñaba que se follaba a su amigo, era tan feliz dentro de sus fantasías que a veces olvidaba que Jungkook buscaba a otros alfas para complacerle.
Estaba tan malditamente celoso de esos alfas.
Él era un alfa dominante, tenía mucho dinero, por lo que había arruinado la vida de algunos de estos alfas. Había hecho que los corrieran de sus trabajos o los había dejado en la quiebra, solo se salvaron los que eran de familias importantes, que no eran muchos.
Jungkook era una persona liberal por lo que en cada celo tenía a alguien diferente ayudándolo, el pelinegro sabía los rumores que corrían de Jungkook y aunque le molestaban no podía hacer nada ya que no sabía quien había corrido el rumor con exactitud.
Sin embargo había roto las piernas de quien escuchara hablando de su amor secreto.
Con el tiempo, pocas personas hablaron de las parejas sexuales del alfa recesivo.
Jungkook notó la ardiente mirada de su amigo sobre su cuerpo y se emocionó en silencio, había sido buena idea usar este vestido corto, ahora sentía que tenía posibilidades.
— ¿Me dejas entrar? —El pelinegro volvió en si, asintió hacia su amigo y le dejo ingresar a su hogar.
Jungkook ya había venido muchas veces antes pero el lugar seguía pareciéndole exquisito cada vez, los candelabros de oro colgando del techo, las paredes blancas y el suelo de mármol eran muy hermosos.
Ambos caminaron hacia la habitación del pelinegro entre risas y conversaciones sobre lo que habían hecho durante el tiempo que no se habían visto.
En el camino se toparon a un par de mucamas que limpiaban el lugar, el pelimorado las conocía por lo que las saludó con una sonrisa, las trabajadoras correspondieron el saludo pero terminaban por irse con miedo ante la penetrante mirada que les daba su jefe.
Taehyung odiaba que le robaran la atención de Jungkook.
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Ambos llegaron a la habitación del alfa dominante y se sentaron, Jungkook vestía ropa femenina pero seguía siendo hombre, pronto ambos alfas encendieron la consola de videojuegos y rememoraron los viejos tiempos mientras jugaban.
En medio del juego Jungkook se sentó en el regazo de Taehyung e hizo como si nada, cada vez que ganaba daba saltitos sobre la polla del pelinegro, haciendo que este quisiera solo empotrarlo y hacerlo suyo, sin embargo se controló.
La cordura de Taehyung pendía de un hilo y Jungkook lo sabía.
Jungkook aún llevaba puesto el vestidito por lo que, con la cercanía entre ambos, Taehyung veía claramente los senos del contrario a través de la apretada ropa, los pezones del chico se marcaban con claridad en la tela rosada.
El pelinegro casi aprieta el par de firmes pechos.
— Joder, ¿cuando te volviste tan malo jugando, Tete? —comentó Jungkook en broma mientras Taehyung seguía mirándole morbosamente.
— Soy bueno, es solo que hoy tengo mala suerte. —contestó el pelinegro volviendo en si.
Jungkook sonrió para sus adentros, casi cumplía su objetivo.
Mientras jugaban una repentina corriente eléctrica recorrió el cuerpo del pelimorado, se sintió extrañamente caliente y su coño al igual que su culo había comenzado a lubricar.
Jungkook se sorprendió al descubrir que su celo se había adelantado.
Taehyung notó el estado anormal de su amigo por lo que pausó el juego y revisó al pelimorado.
El pelinegro se sorprendió al descubrir el estado de Jungkook, el alfa se encontraba sonrojado, su abrigo blanco casi se caía de su cuerpo y de sus rojizos labios brotaban sensuales suspiros necesitados.
Al levantarse el alfa recesivo terminó cayendo sobre la amplia cama.
— ¿Qué demonios? —exclamó el pelinegro. Miró su entrepierna y vio como su miembro se encontraba dolorosamente erecto.
Estaba jodido.
Jungkook miró hacia su amigo y notó la erección del alfa, se lamió los labios con deseo y gateó hasta el borde de la cama, cerca del cuerpo el pelinegro.
Taehyung notó las intenciones de su amigo y no iba a negar que el estado del pelimorado era encantador, sabía que era culpa de su celo pero igualmente le encendía.
— A la mierda. —Con un tirón bajo su pantalón junto a su ropa interior e introdujo su polla en la boquita del contrario.
Jungkook casi se ahoga por el gran miembro que se introdujo en su interior de repente, sin embargo pronto ignoró esto y se dispuso a chupar el pene de su amigo.
El pelimorado parecía experto en la materia y ahuecó las mejillas para darle más placer al contrario, al mismo tiempo sus temblorosas manos viajaron por debajo de su vestido hasta su ropa interior.
Taehyung notó la intención del alfa y le ayudó a bajar sus bragas, las mismas eran negras con encaje, parecían muy caras y delicadas. El pelinegro dejo la prenda por allí y admiró como su amigo se masturbaba mientras le hacía una mamada.
El índice de Jungkook se introdujo con facilidad dentro de su coño, pronto introdujo un segundo dedo y hasta un tercero, todo mientras chupaba la polla de su amigo y lo miraba fijamente con deseo.
Taehyung casi se corre allí mismo, la mirada del contrario era tan intensa que parecía calentar su alma y el espectáculo junto con la mamada que le estaba brindando no ayudaban en nada a su aguante.
Jungkook introdujo el pene hasta dentro de su garganta, tenía lágrimas en los ojos pero parecía estar disfrutando todo.
Taehyung no aguantó más, tomó del cabello a Jungkook e introdujo toda su polla dentro de su boca, antes de que el chico pudiera protestar por lo repentino del acto, sintió como un líquido espeso y caliente bajaba por su garganta.
Jungkook tragó sin problemas toda la esencia del pelinegro y al mismo tiempo se corrió, sus dedos acariciaron su clítoris hasta que se corrió, Taehyung pudo ver claramente como el coño del pelimorado se abría y cerraba mientras se corría.
Se lamió los labios al pensar como sería follar ese coñito hasta que apretara de esa manera.
Así lo hizo a cabo.
Taehyung salió de la boca del pelimorado, el cual todavía se encontraba saboreando el regusto del orgasmo. El pelinegro empujó a Jungkook por los hombros y este cayó de espaldas en la cama, su vestidito era corto y dejaba ver su mojado coño.
El alfa pelinegro besó con fiereza los labios del contrario, hubo chupones, mordidas y lamidas, era un beso muy salvaje. Mientras tanto dos de sus largos dedos estaban dentro de la vagina de su amigo.
— Tu coño es tan apretado. —susurró el pelinegro en el oído del contrario.
Jungkook solo lo miró con deseo.
— Seguro apretará mi polla muy bien. —siguió susurrando en su oído, Jungkook no pudo más y volvió a correrse en los dedos de su amigo.
El alfa recesivo mordió su labio inferior mientras se corría con fuerza en tiras de squirt, Taehyung lo miró sorprendido pero pronto sonrió libidinoso.
— Eres tan sexy mientras te corres. —Mientras el pelimorado seguía corriéndose, Taehyung llevó su mano hacia su boca y chupó los dedos mojados por los líquidos que soltaba su amigo.
— ¡Agh! —exclamó Jungkook al sentir como la polla de su amigo se introducía en su vagina de golpe, gimió en alto cuando sintió Taehyung también jalaba sus pezones a través de la tela.
Taehyung usó su fuerza como alfa y jalo el vestido de Jungkook, haciendo que este se rompiera. El alfa tiró los restos de la prenda por ahí y pronto se olvidaron de ella, también quitó las botas del pelimorado y las tiró por algún lugar del cuarto.
— Tu vagina me aprieta tan bien. Parece estar hecha para mi pene. —murmuró Taehyung en el oído del pelimorado.
Las embestidas fueron salvajes, sus cuerpos creaban un sonido de choque con cada embestida y pronto el sudor empapó a ambos.
Las feromonas de ambos se intensificaron y mezclaron, aunque Jungkook era alfa dejó que sus feromonas se pasaran al lado pasivo mientras Taehyung lo follaba.
— Más profundo. —pidió con voz rota llena de ruego.
Taehyung sonrió y acató el pedido, se enterró hasta lo más profundo del alfa recesivo, tanto que en su vientre se abultó ligeramente por lo profundo que se encontraba.
Jungkook gritó de placer al sentirlo.
— Te ves como una zorra. —dijo el pelinegro entre gruñidos, y es que su amigo si lo parecía.
Su cabello morado estaba alborotado, su mejilla sonrojadas, sus labios estaban sangrantes por las mordidas y besos rudos, sus pechos tenían marcas rojas por los chupones de Taehyung y sus manos se mantenían apretando las sábanas de la cama.
No sabía porque pero Jungkook se excitó aún más en cuanto su amigo lo llamó zorra.
— Joder. —gruñó Taehyung al sentir como el coño de Jungkook lo apretaba.
Taehyung llevó sus manos a los pezones de Jungkook y los apretó, jaló y pellizcó a su antojo. Sus labios fueron viajando por el pecho y cuello del pelimorado y dejaron marcas rojizas y moradas por la piel blanca del chico.
Al sentir como la vagina de su amigo le apretaba Taehyung llevó sus dedos al clítoris y lo acarició haciendo círculos, Jungkook emitió un grito mudo mientras se corría nuevamente en squirt, mojando el pene de su amigo y las sábanas.
El pelinegro volvió a gruñir mientras el coño de Jungkook se apretaba más, pronto iba a correrse.
— Hazlo dentro. —murmuró Jungkook al sentir como el pelinegro ya iba a correrse, Taehyung se corrió con un gemido.
Taehyung era, después de todo, un alfa dominante. Su instinto y cariño por Jungkook le dictaban marcar al contrario y así lo hizo.
Cuando el pelimorado miró a su amigo los ojos de este habían cambiado de su color normal a un hermoso color rojo.
Los caninos del alfa crecieron y se clavaron en la nuca del pelimorado, Jungkook gimió con dolor al sentir la marca y sonrió al sentir como Taehyung la lamía para que cicatrizara más rápido.
Ya estaban unidos.
— Ya eres mío. —dijo el pelinegro.
— Y tu mío. —respondió el pelimorado.
Antes de que Taehyung pudiera declarar su amor por el pelimorado, Jungkook lo empujó y clavó su polla hasta el fondo.
— Compláceme, alfa. —dijo Jungkook mordiendo el cuello de su ahora pareja.
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