silvia022 Silvia Romero

Alguna vez habías pensado que en un simple crucero te podría cambiar la vida, pues es justo lo que me paso a mi, no se en que momento de mi vida pude acabar en otro planeta sin saber que podía morir y sin saber si podría volver, me metí en medio de una guerra y fue de manera física y psicológicamente.


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El crucero que cambió el destino del universo: la historia de unos adolescentes que desafiaron al caos y a la supremacía del universo

La guerra entre Acuata y Caos había dejado a ambos planetas sumidos en la destrucción, mientras que sus habitantes se preguntaban quién sería el vencedor. Sin embargo, ¿y si hubiera una tercera fuerza en juego, un poder desconocido que permanecía oculto hasta ahora, esperando el momento adecuado para intervenir y cambiar el curso de la guerra? Nadie podía prever la entrada en escena de unos adolescentes, cuya presencia podría alterar el rumbo de la contienda de manera irreversible. ¿Cómo afectaría su aparición a la lucha? Solo el tiempo lo diría, pero una cosa era segura: la competencia por la supremacía en el universo se estaba complicando cada vez más.

Así comenzó lo que iba a cambiar la vida de mis amigas y la mía para siempre. Éramos un gran grupo de amigas en los que se encontraba yo que me llamo Diana, Nora una chica alta, con el pelo muy largo y rubio, ojos azules y piel muy blanca, Aroa una chica bajita, de piel pálida, cabello largo y castaño, ojos verdes con un toque de miel y pecas en la cara, Laura una chica alta de pelo rubio y rizado, piel blanca y ojos verdes y bueno también tengo una hermana pequeña llamada Sofía es bajita de piel pálida morena con ojos marron verdoso. Todo se originó el verano pasado, cuando decidimos ir de crucero con el dinero que habíamos ahorrado. Aroa encontró un crucero que se ajustaba a nuestro presupuesto, pero necesitábamos más dinero. Por suerte, Nora contribuyó con una parte, gracias a que sus padres eran ricos, también nos prometió llevarnos a Nueva York el próximo año. Las demás nos pusimos a trabajar durante todo el invierno para conseguir el resto del dinero.

Pero hubo un problema de última hora, mi hermana de 16 años quería venir con nosotras, pero no teníamos suficiente dinero para su billete. Mi madre se iba a Valencia y no quería dejar a mi hermana sola durante los tres meses que duraría el crucero y su estancia en esa ciudad. Así que, literalmente, me la "endiño" a mí, el día antes de nuestra partida.

Queríamos invitar a mis primos, pero uno de ellos, llamado Fénix un chico de estatura media, pelo corto y castaño, ojos marrones, piel blanca, estaba preparando una sorpresa para mi otro primo, Leo un chico alto, de pelo oscuro y ojos oscuros, piel pálida. No quiso decirnos de qué se trataba, así que desistimos.

Escogimos las habitaciones y preparamos las maletas el día anterior. A la mañana siguiente, cuando estábamos a punto de partir, noté que me faltaba algo, pero no era mi móvil, ya que siempre lo llevaba conmigo, entonces, me di cuenta de que mi hermana no estaba. Todas estábamos listas a las 7:30 am, pero por culpa de ella, casi llegamos tarde, había estado durmiendo y no había hecho su maleta. Mi madre ya se había ido a Valencia y no podía ayudarnos, pensé en mi padre, pero se fue cuando era pequeña y no sabía dónde estaba.

Corrimos para hacer su maleta, recoger la habitación y tomar un taxi. Eran las 9 am cuando íbamos las cinco en el taxi y mi hermana se quedó dormida en el camino. Llegamos al crucero justo a tiempo, aunque el guardia trató de impedir nuestro ingreso con la excusa de que habíamos llegado tarde, pero en realidad su reloj estaba adelantado.

Finalmente, entramos en nuestra habitación y caímos agotadas en la cama después de subir quince plantas por la escalera, ya que el ascensor no funcionaba. Finalmente llegamos a nuestra habitación, una pequeña y acogedora cabaña en la cubierta inferior del crucero. A pesar de las dimensiones reducidas, logramos acomodarnos y poner nuestras cosas en orden, el ambiente era cálido y húmedo, típico de los climas tropicales. A través de la ventana, se podía apreciar el hermoso paisaje del mar y sentir la brisa salada en la piel.

Después de un largo viaje, estábamos cansadas y con hambre. Bajamos a la cubierta del comedor para disfrutar de un delicioso desayuno. Allí, nos encontramos con otros pasajeros del crucero, algunos de ellos con aspecto interesante y misterioso. Uno de ellos nos llamó la atención en particular: un hombre mayor, vestido con un traje elegante y sombrero, que parecía estar observándonos con atención, nos saludó amablemente y nos deseó un buen viaje.

- ¡Qué emoción! ¡Finalmente estamos aquí! ¿No les parece increíble? dijo Laura entusiasmada.

- Sí, realmente se siente como si estuviéramos en un mundo completamente nuevo, dijo Nora también muy ilusionada.

-Y todo esto es gracias a ti, Nora. Nunca habríamos podido pagar este crucero sin tu ayuda, le dijo Aroa a Nora

- ¡Oh, no fue nada! Me alegra que hayamos podido hacer esto juntas.

- Sí, esto será una aventura que nunca olvidaremos, añadí admirando mi alrededor.

-¿Qué tal si después de esto, organizamos un viaje a las montañas? propuso Laura.

- Sí, o tal vez podríamos hacer un viaje por Europa. contestó Nora

- ¿Y si viajamos a Asia? He oído que hay lugares increíbles allí, añadió Aroa

-Bueno, primero tenemos que disfrutar de este crucero, ya veremos después. Les dije sonriendo.

Después del desayuno, decidimos explorar el crucero y conocer todas las instalaciones que ofrecía. Había una piscina, un gimnasio, una pista de tenis, una sala de cine, un casino y muchas otras cosas. También había una tienda de souvenirs donde compramos algunos recuerdos para nuestros amigos y familiares.

Mientras explorábamos el crucero, noté que mi hermana no estaba con nosotras. La buscamos por todas partes, pero no pudimos encontrarla, comencé a sentirme preocupada y angustiada, pensando que algo malo podría haberle sucedido. Finalmente, la encontramos durmiendo en una tumbona en la cubierta superior, la despertamos y le dijimos que no se alejara de nosotras de nuevo.

Después de un largo día de exploración, regresamos a nuestra habitación para descansar.

Después de recuperarnos del cansancio del viaje, salimos a explorar el barco. El sol brillaba y el viento soplaba suavemente, creando una agradable brisa. El mar azul se extendía hasta donde alcanzaba la vista y las gaviotas volaban en círculos sobre nuestras cabezas.

-Hola, chicas. ¿Es su primera vez en un crucero? nos dijo un chico muy agradable.

-Sí, es la primera vez para todas nosotras. Le contestó Laura sonriente.

- Ah, qué emocionante. Me encanta la sensación de estar en alta mar. ¿De dónde son?

- Somos de España. Y usted, ¿de dónde es? le contestó esta vez Nora.

-Soy de América, pero he viajado por todo el mundo. ¿Qué planes tienen para hoy?

- Vamos a explorar el crucero y ver todo lo que tiene para ofrecer. Le conteste.

- ¡Eso suena genial! Si necesitan algo, no duden en preguntarme.

Le dimos las gracias y decidimos ir a la piscina para refrescarnos y disfrutar del sol. En el camino, nos topamos con un chico llamado Lucas, que estaba trabajando en el barco como camarero. Tenía una sonrisa cálida y una actitud amistosa, y de inmediato nos hizo sentir bienvenidas. Nos contó que había estado trabajando en el crucero durante un par de años y que le encantaba viajar y conocer gente nueva.

Cuando llegamos a la piscina, nos encontramos con una multitud de gente, todas disfrutando del sol y del agua. Las risas y la música llenaban el aire, y pronto nos sumamos a la diversión. Pasamos la mayor parte del día en la piscina, charlando y divirtiéndonos, y cuando el sol comenzó a ponerse, nos dirigimos a la cubierta superior para ver el atardecer.

La vista era impresionante. El sol parecía sumergirse lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos rojos y naranjas, la brisa se había calmado y el mar parecía un espejo. Nos quedamos allí por un rato, disfrutando del paisaje y de la compañía mutua.

- ¿Han visto la pista de tenis? ¡Tengo muchas ganas de jugar! dijo Aroa emocionada.

- Sí, y también quiero ir, le contestó Nora.

- Yo prefiero ir a la piscina, añadió Laura.

- A mí me gustaría ver una película en la sala de cine, dije.

- A mí no me importa, ¡quiero hacerlo todo! Dijo mi hermana muy ilusionada.

Finalmente, nos dirigimos al comedor para cenar. La comida era deliciosa, y el servicio impecable. Después de la cena, decidimos ir a ver un espectáculo en el teatro del barco. Era un musical de Broadway, y nos sorprendió gratamente la calidad de las actuaciones. El espectáculo duró un par de horas, y cuando terminó, volvimos a nuestras habitaciones, cansadas pero felices.

Mientras nos preparábamos para dormir, conversamos sobre todo lo que habíamos visto y experimentado en nuestro segundo día en el crucero. La conversación pronto se volvió sobre el futuro, y comenzamos a hablar sobre nuestro próximo destino, una hermosa isla tropical llamada Isla de la Luna. Sabíamos que este viaje cambiaría nuestras vidas de muchas maneras, y estábamos emocionadas por descubrir qué más nos esperaba en el futuro.

Con esta sensación de anticipación y emoción, nos dormimos profundamente, preparadas para enfrentar cualquier cosa que el futuro nos trajera.


18 de Outubro de 2021 às 18:39 6 Denunciar Insira Seguir história
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Leia o próximo capítulo ¿En busca de Acuata: La aventura intergaláctica que cambiaría nuestras vidas ?

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May 17, 2023, 05:02
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