daniel-castro1630714958 Scieth Vanheim

Skyenne Benette, un chico común un día se encuentra en una situación en la que varios objetos extraños llegan del espacio exterior al planeta tierra y lo secuestran, acompaña a Skyenne en su historia para conocer la verdad de estos objetos, el motivo por el cual lo hicieron y su lucha extensa para poder salvar nuestro planeta.


Fantasia Fantasia negra Para maiores de 18 apenas.

#258 #drama
0
813 VISUALIZAÇÕES
Em progresso - Novo capítulo A cada 15 dias
tempo de leitura
AA Compartilhar

Capítulo 1: El principio del fin.

23 de junio de 2132, es un día como cualquier otro... llena de aburrimiento. ¿Yo? Mi nombre es Skyenne Bennette, Yo soy solo un chico normal, estudiante universitario de 19 años, con un promedio normal, 1.70 de altura, tez morena, ojos cafés, pelo negro... en fin lo más normal que puedas pedir de una persona. Hasta que... Un día iba de camino a la universidad cuando de un momento a otro el cielo empezó a oscurecerse, la luz y la electricidad desaparecieron, era todo silencio... fue como si el sol desapareciera. Ya pasados un par de minutos un sonido chirriante empezó a sonar, el sonido era como metales frotándose entre sí, la luz empezó a regresar, más sin embargo no fue como todos nos lo esperábamos, no eran los edificios, las calles, las casas los que empezaron a emitir luz sino más bien el cielo, aproximadamente a unos 10 kilómetros en el cielo varias luces empezaron a brillar, a iluminar todo lo que llegaba a su alcance, la confusión, la desesperación, el miedo empezó a inundar el lugar, las personas empujándose, gritando, corriendo, queriendo escapar de algo que no conocían. Yo me quedé atónito, no sabía qué hacer, solo estaba viendo al cielo, viendo esa esfera gigante que emitía luz, era una luz tan hermosa, blanca, casi hipnótica. Una persona me empujó y volví a retomar mi propia conciencia. Regresé de inmediato a mi casa, yo vivo solo, vivo con lo poco que me otorga una beca y mis padres que viven en otro estado. Desdoblé la hoja membrana ya que esta no ocupa estar conectada a la corriente para funcionar por su batería interna.

La pegue en la pared para poder ver el canal de noticias y mantenerme informado sobre aquella esfera que había visto, de hecho todos los canales estaban inundados sobre lo que pasaba, y desafortunadamente, al parecer mi ciudad no fue la única que se oscureció y en la que apareció esa esfera. Contando todas las que habían aparecido en diferentes partes del mundo se sabía que eran aproximadamente unas 200 esferas de 1 kilómetro de diámetro. Afortunadamente estas cosas no hacían nada, solo se quedaban paradas ahí en el cielo, como un vigía, esperando a que les dieran órdenes de atacar, y así, pasaron horas sin novedades. Los gobiernos antes de atacar sin pensar, se acercaron a ellas, las examinaron pero no pudieron sacar información de ella más allá de lo que todos ya sabíamos, y de un momento a otro empezaron a brillar más y más creando un haz de luz dirigido hacia cierta parte, yo veía atónito como cada una apuntaba a diferentes lugares, activándose una tras otra y en ese momento... solo vi que todo empezó a volverse blanco.

Y aquí empieza mi historia, una historia llena de amor, de amistad, de esperanza, de odio, de tristeza, de desesperación y de dolor...

Desperté, pero no en mi casa ni tampoco con la ropa que había vestido hasta el momento en que vi esa luz. Estaba desnudo, pero ya había luz solar y eso me alivio, al menos con esa información sabía que el sol no había desaparecido, pero algo no estaba bien, volteé de un lado a otro inspeccionando el lugar ya que no sabía dónde estaba.

Este lugar no es nada parecido de donde yo vengo, todo está lleno de plantas, arboles, flores, animales... Hoy en día de donde yo vengo no hay nada más que edificios, fábricas, casas, etc... lo único que tenemos de naturaleza son los pequeños parques de cada ciudad que miden no más de 40 metros cuadrados. Todo es tan hermoso, jamás pensé que llegaría a ver un lugar tan lleno de naturaleza en toda mi vida, ojalá estuviera con alguien para poder apreciar esta maravilla juntos. Estaba en una planicie pero no veía ningún rastro del ser humano alrededor por lo que me decidí a caminar y adentrarme a un bosque cercano en búsqueda de algo que me ayudase a saber en dónde me encontraba. Mientras más me adentraba en el bosque más hermoso e impresionante era, todo tipo de animales, flores e insectos que jamás había visto ni siquiera en los libros de historia biológica.

Caminé y caminé pero no encontré nada y al parecer ya estaba perdido, no sabía cómo regresar a esa planicie y ya estaba oscureciendo, no me gusta ni en lo más mínimo la idea de dormir en un bosque lleno de animales completamente desnudo por lo que me apresure a buscar una salida.

Oscureció, pero afortunadamente había encontrado una salida y estaba a pocos metros de ella, en ese entonces el suelo empezó a temblar primero a una intensidad baja pero entre más pasaban los segundos más intenso se hacía, era como si algo gigante se acercara hacia mí, y no estaba del todo equivocado. Un lagarto gigante que jamás había visto, tenía unos dientes y mandíbulas enormes estaba recubierto de algunas plumas y tenía los brazos muy cortos.

Inmediatamente supe lo que el quería: comerme, destrozarme completamente yo no era más que una presa para él, un simple insecto, un aperitivo y de un momento a otro él se abalanzo hacia mí, no recuerdo cómo pero lo esquive en el último segundo, corrí lo más rápido que pude pero todo era en vano, él era mucho más rápido que yo, voltee hacia atrás para ver qué tan cerca estaba de mí, y él ya se encontraba a un par de metros detrás ya abriendo sus fauces para poder tragarme, voltee de nuevo hacia adelante y me di cuenta que estaba a punto de estrellarme contra un árbol caído que convenientemente tenia algunas de sus ramas gruesas en forma de punta, espere lo más que pude para esquivar el árbol y así lograr que el lagarto se pinchara con las ramas del árbol, lo que no me esperaba fue que en realidad una rama iba a atravesar su cerebro. Después paso algo de lo que jamás hubiera creído, el cuerpo de aquel animal empezó a desintegrarse poco a poco en pequeños pedazos de obleas con los colores del arcoíris dando vueltas a mi alrededor mientras que mi pecho un circulo con runas que desconocía se empezó a iluminar y todos esos pedazos de obleas empezaron a entrar por mi pecho, no sabía lo que estaba pasando pero de algo si estaba seguro, esto me iba a ayudar. Ya habiendo desaparecido todo el cuerpo del lagarto, en el suelo donde yacía aquel enorme animal había cosas tiradas, no lo podía creer, era una armadura entera, completamente negra, tan oscura como el interior de una cueva sin fondo y una espada larga delgada de color rojo carmesí, fue como si alguien me hubiera dejado esos tesoros por haberme deshecho a aquel animal que tal vez le haya dado problemas a más de uno.

Salí del bosque con el botín en manos, con el único pensamiento en mi mente de poder recostarme y descansar, encontré un lugar idóneo para poder acampar la noche, busque unas ramas, hojas y cuerdas para poder crear un pequeño lugar donde descansar, prendí fuego y me dispuse a dormir.

Pasaron las horas, yo ya había conciliado el sueño, mientras que en un lugar cercano se escuchaban gritos, gritos de desesperación, de dolor, aquellos gritos eran tan fuertes que me despertaron de un momento a otro, me intuía que era lo que sucedía, los gritos parecían provenir de una chica a un kilómetro al norte de donde yo me encontraba, no podía ignorarlo, sentía tristeza de solo escucharla por lo que me di a la idea de tener que ir a rescatar a esa persona.

Me puse la armadura que recién había encontrado y empuñe la espada, para mi sorpresa la armadura no se sentía tan pesada como hacia parecer, corrí lo más rápido que pude hacia aquella persona que gritaba, el camino era demasiado oscuro como para ver tan siquiera una pequeña piedra en el piso que entorpeciera mi camino, sin embargo pude llegar al lugar en menos tiempo de lo planeado. En efecto era una chica, en mal estado pero al parecer todos eran golpes superficiales y frente a ella un pequeño hombrecillo de color verde, pegándole a puño cerrado una y otra vez, no pude aguantar tal acción por más tiempo a lo que procedí a darle una patada, el pequeño hombrecillo salió volando como si de una pelota de football soccer se tratara... calló muerto al suelo varios metros delante.

La pobre chica se quedó viendo fijamente a aquel hombre que llego a rescatarla y pudo sollozar una pequeña palabra mientras sonreía:

Gracias...

Rápidamente la tomé del suelo y fui corriendo hacia mi campamento con ella en brazos, la acosté en una pequeña cama que había improvisado y le di los pocos primeros auxilios que podía darle. Estuve toda la noche despierto velando por ella, esperando a que estuviera bien, pues como ya lo había dicho ella solo parecía tener golpes superficiales, no podía dejar de verla, aunque parecía humana algo me decía que no era así, ella era pequeña aproximadamente 1.55m de altura, ojos rojos que brillaban como un rubí, cabello corto y blanco como la nieve con pequeños rayos morados en todo su cabello, piel tan blanca como las alas de un ángel. Se hizo de día y ella despertó, se quedó mirando fijamente a mi armadura, pues se me había olvidado quitármela.

Skyenne:

¿Cómo te llamas?

¿¿??:

¿Mi nombre? Mi nombre es Shyldra

Skyenne:

¿Sabes dónde estamos?

Shyldra:

Estamos en Arcana, un pequeño mundo que orbita nuestra estrella Centauri.

Skyenne:

Espera... ¿Arcana? ¿Centauri? ¿Eso quiere decir que no estamos en la tierra? Y además ¿Cómo demonios he llegado a otro planeta?

Shyldra:

No eres el único que ha terminado en este lugar, de hecho tuvieron que haber llegado otras 199 personas al mismo tiempo que tú, solo que fueron distribuidos a lo largo de todo este mundo.

Skyenne:

¿Cómo sabes todo eso? Si todo lo que dices es cierto entonces tu deberías ser humana como yo ¿cierto?

Shyldra:

No, yo soy una Arcaniana, una de las pocas que quedamos en este mundo. Es una historia larga pero tengo que contártela para que estés enterado de lo que está pasando y la obligación que tienes por haber sido escogido a venir aquí.

Hace aproximadamente 500 años un asteroide se estrelló en nuestro mundo, ya éramos una civilización avanzada, mucho más que la de ustedes los humanos, llegamos a evolucionar de tal manera de querernos unos a los otros, no había guerras, no había maldad, no había tristeza. Mis antepasados fueron a investigar el lugar donde se había estrellado el asteroide y fue ahí... donde empezó el principio del fin, unos seres salieron del suelo atacaron a todos los que estaban alrededor, mutilándolos, despedazándolos, matándolos... Les encantaba ver el sufrimiento de mi raza, parecía que no éramos más que mero entretenimiento para ellos. Tratamos de pelear pero todo era en vano, ellos eran mucho más fuertes y resistentes que nosotros, las pocas armas que teníamos no les hacía apenas algún daño, por lo que optamos a una última opción: Vivir bajo tierra escondiéndonos de ellos hasta el día que pensáramos en algún plan para poder ganarles. Ese día llego, todas las grandes mentes del mundo optaron por pedir ayuda externa, ya que teníamos una tecnología antigua que ayuda a un cuerpo a absorber la fuerza vital de todo lo que elimina sin embargo nuestros cuerpos eran demasiado débiles para usarlo por el largo tiempo que pasamos sin luchar, por lo que mandamos varias de nuestras naves a recoger especies capaz de resistir esa tecnología.

Ustedes son la tercera ola de especies que llegan a este mundo a tratar de rescatarlo, los cuerpos anteriores no pudieron resistir la fuerza de nuestra tecnología además de la fuerza de aquellos monstruos. Una última cosa: en cada planeta que mandamos nuestras naves siempre se deja una nave en el núcleo del planeta, si la especie llegara a fallar la nave explota y destruye el planeta. Lo siento es una acción que tomaron mis antepasados para que las especies tomaran en serio su papel de héroes en este mundo.

Skyenne:

Eso quiere decir que yo soy uno de esos elegidos para salvar su planeta ¿Cierto?

Shyldra:

Skyenne:

¿Y tú? ¿Qué hacías de noche en la superficie si dices que viven bajo tierra?

Shyldra:

Verás, hoy cumplo 16 años y mi más grande deseo desde que era niña era salir a la superficie y ver lo que mis ancestros veían, así que mi deseo de cumpleaños fue salir por un momento, pero me separe de mis padres y me encontré con ese goblin horrendo... sufrí tanto... pero gracias a ti sigo viva y se me es imposible de creer que en el primer día de tu llegada ya lleves una armadura nivel 50.

Skyenne:

¿Armadura nivel 50?

Shyldra:

Sí, la runa que se te otorgó, como dije, te permite obtener la fuerza de las bestias que matas convirtiéndolo en experiencia y objetos a base de sus cuerpo y huesos, y así haciendo que la runa suba de nivel y te dé más fuerza y capacidades.

En este caso tu runa debe ser nivel 50 para poder darte la fuerza necesaria para poder llevar esa armadura puesta. Pero eso es imposible ya que según los libros para que una especie pueda ser de nivel tan alto necesita años de peleas contra monstruos ¿Cómo es que puedes ser de un nivel tan alto en tu primer día? ¿Qué hiciste?

Skyenne:

Nada, solo derrote a un lagarto enorme que quería comerme vivo.

Shyldra:

¿Lagarto enorme? ¿Podrías describírmelo?

Skyenne:

Pues medía aproximadamente unos 10 metros de altura, tenía plumas, mandíbula larga, y brazos pequeños.

Shyldra:

¿Podría ser? (Saca un pequeño libro que tenía guardado en una pequeña bolsa) Es el legendario Ctulculan un dragón antiguo con una fuerza abrumadora, ¿Cómo es posible que lo hayas derrotado?

Skyenne:

Simplemente corrí hasta un gran árbol caído y le tendí una trampa para que se estrellase con sus ramas en punta.

Shyldra:

Nunca pensé que podrían derrotar a un antiguo tan fácil.

Una última petición, ¿Podría viajar contigo? Necesitas a alguien que te guíe en lo que debes hacer en este lugar, y aunque yo tampoco conozco la superficie, aún tengo unos mapas antiguos que solo yo puedo interpretar.

Skyenne:

E-Esta bien...

Y así fue como empezó mi viaje hacia una meta que desconocía, hacia un futuro incierto, hacia un camino de penumbra.

8 de Setembro de 2021 às 17:26 0 Denunciar Insira Seguir história
0
Leia o próximo capítulo Capitulo 2: El destino

Comente algo

Publique!
Nenhum comentário ainda. Seja o primeiro a dizer alguma coisa!
~

Você está gostando da leitura?

Ei! Ainda faltam 5 capítulos restantes nesta história.
Para continuar lendo, por favor, faça login ou cadastre-se. É grátis!