houndix 𝖄𝖚𝖞𝖚

«Me dejaste tan, pero tan lleno de rabia.» © houndix ( houndixe, nepheleus ) ED. O N E - S H O T. ADVERTENCIA: pues nada más te digo que si eres sensible no entres, no andes rompiendo las bolas en historias con tramas que no son de tu agrado, vete a joder a otro lado. NO SE PERMITEN COPIAS, ADAPTACIONES, RE-PUBLICACIÓN EN OTRAS PLATAFORMAS, ALMACENAMIENTO ILEGAL Y NADA DE ESE TIPO, HAZ TUS PROPIAS HISTORIAS. ¡Gracias por leer!


Fanfiction Celebridades Para maiores de 18 apenas.

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—¿Sigues por aquí, Huiri?

La chica volteó hacia Taehyung, asintiendo con la cabeza en tanto esbozaba una muy pequeña sonrisa.

—En realidad estaba esperándolo, doctor. —Kim también sonrió, cerrando la puerta de su consultorio detrás de su espalda. —Quería asegurarme de que estuviera bien.

—¿Y por qué no lo estaría?

Hacer ese tipo de preguntas era estúpido si se consideraban los hechos pasados en la clínica. Bastaba con ver la repentina mueca de fastidio y preocupación en Huiri para adivinar a qué se refería o, peor todavía, a quién.

Exhalando con cansancio, Taehyung preguntó:

—¿Jungkook regresó? —Huiri no tardó en volver a asentir. —¿Qué tan lejos llegó esta vez?

—Vino con un disfraz muy obvio y ridículo, los guardias lo reconocieron e hizo un escándalo en la entrada. Cuando la policía llegó, él ya se había ido.

Taehyung suspiró ruidosamente, llevando su mirada a un punto muerto. Se preguntó diversas cosas a las que, sinceramente, no quería encontrarles una respuesta.

¿Hasta qué punto sería capaz de llegar Jeon Jungkook?

¿Las cosas iban a empeorar?

¿En algún momento aquel chico obsesivo y dramático se iba a cansar?

¿Cuál iba a ser el desenlace de todo aquello?

Como psicólogo, a Taehyung le había tocado ver y tratar casos espeluznantes y únicos, pero podía jurar que en todos esos años como profesional de la salud mental nunca había conocido a alguien tan particular como Jungkook, pues el muchacho no sólo mostraba signos de una extraña y peligrosa combinación de psicopatía con sociopatía, sino que, para muy mala suerte suya, también daba indicios de una fuerte obsesión hacia quien le había estado ayudando: el doctor Kim Taehyung.

En cuanto las luces rojas se encendieron, Taehyung no dudó en franquearlo a otro colega suyo, uno con más experiencia y que pudiese ayudarle no solamente con simples sesiones; también con medicamentos. Porque Jungkook lo ameritaba.

En realidad, ameritaba estar encerrado en algún hospital mental con vigilancia las veinticuatro horas del día.

Mentiría si dijese que no tenía miedo, porque lo tenía. Y no era para menos. Las tantas veces en las que llamadas misteriosas y pavorosas le quitaron la tranquilidad siendo que nunca filtró su número telefónico más allá de su reducido círculo social y la inquietud que sentía incluso en su propia casa desde que empujó lejos a Jeon Jungkook, en efecto lo tenían al borde del colapso.

Quizá también porque conocía el potencial de Jeon y, otra vez: no quería una respuesta a sus preguntas.

¿Por qué siquiera tenía que estar en esa situación?

—Sólo quiere llamar la atención. —Dijo Taehyung, riendo con una risa que ni él se creía. Obviamente, lo hacía con el fin de poder tranquilizar a su pobre secretaria. —Pronto se va a cansar y dejará de actuar así, ¿vale? No te preocupes. —La tensa expresión en ella se suavizó poco a poco. —Están los guardias, está la policía y está la justicia. En algún momento Jungkook se va a cansar de este constante círculo vicioso, volverá a buscar ayuda y de verdad espero que alguien pueda ayudarle. No tienes que esperarme, Huiri, por favor que sea la última vez que lo haces.

Y sí iba a ser la última vez.

—Está bien, doctor. —La secretaria se paró de su respectivo asiento, tomó su bolsa y sonrió hacia el psicólogo, a quien le dedicó una última sonrisa y una pequeña reverencia. —Por favor tenga cuidado al volver a casa.

—Igualmente. Bonito resto de noche.

También hizo una reverencia hacia ella y entonces se dio media vuelta, emprendiendo camino hacia el estacionamiento de la clínica y de ahí a su casa. La noche estaba hermosa, lo suficiente como para considerar hacer una pequeña pausa en algún mercado y comprar una botella de buen vino que posteriormente pudiera disfrutar en la “seguridad” de su casa, pero pasó por el simple hecho de que tendría trabajo al día siguiente.

Ya casi entrando a su hogar, quiso darse el lujo de observar a los diversos gatitos de la manzana corretearse por los arbustos y los árboles, mas no vio a ninguno. Ni siquiera consiguió vislumbrar a los glotones que se la pasaban comiendo del enorme recipiente que solía dejar cerca de la entrada para que ellos pudieran alimentarse. El barrio estaba silencioso y, curiosamente, una de las farolas había fallado, otorgándole un aspecto lúgubre y hasta terrorífico a la calle.

Entró a su casa, y grande fue su sorpresa en cuanto quiso encender la luz de la sala y esta no prendió. La oscuridad que ya había afuera perduró adentro, y aunque fue una coincidencia extraña, en realidad no lo consideró como tal. Se limitó a sacar su teléfono móvil, encender la linterna y dirigirse a su habitación en la segunda planta.

Todo parecía estar normal, salvo por las diminutas “piedritas” que sus pies pisaron en cuanto subió el primer escalón. Alumbró el piso, reconociendo rápidamente un camino de la purina que compraba para los gatos casi estratégicamente regada ahí. Ideaba conducir a su habitación, pero por supuesto que no la siguió. De hecho, rápidamente se devolvió.

Taehyung no era ningún idiota. Ese tipo de emboscadas las conocía. Había lidiado con gente realmente enferma y astuta anteriormente. Si alguien estaba destinado a ser el patético personaje de película de terror que moría primero, ese no era él.

Marcó el número de emergencias mientras se dirigía de nueva cuenta a la puerta de entrada e intentaba abrirla, pero justamente en ese momento un estruendo lo aturdió y, segundos más tarde, un grave aullido escapó de su garganta.

Un agudo dolor en la pantorrilla de su pierna derecha lo tiró al piso e hizo que su celular saltara lejos de sus manos. Entre jadeos y una mueca de suplicio, se dio media vuelta con prontitud, encontrándose frente a frente con una silueta que Taehyung ya conocía de memoria. La luz de los ventanales del fondo que conducían al patio trasero lo iluminaban lo suficiente como para dar por hecho que ese era Jeon Jungkook.

¿Cómo mierda iba a terminar eso?

—Tanto tiempo, doctor. —El miedo en Taehyung era vívido, mas no dijo nada, simplemente estaba exhalando ruidosamente convenientemente por el dolor en su pierna. En cambio, el tono en Jungkook era suave, y no fue hasta que relajó y dejó caer su diestra que Kim consiguió vislumbrar el objeto con el que había sigo lastimado: una pistola. Dudaba que fuera una pistola real, pues una bala normal habría conseguido que aún se estuviera revolcando en el suelo y no era el caso. Veía mucho más posible la idea de una bala de goma. Era dolorosa, sí, pero no como lo sería una “común”. —¿Por qué?

—Jungkook…

—¡¿Por qué?!

—Jungkook, escúchame, con esto no llegaremos a na…

—¡¿POR QUÉ?! —Insistió en un grito quizá mil veces más fuerte, dando pequeños brinquitos de frustración en el proceso. —¡¡Dígame por qué!!

—¡¿Por qué qué?!

—¿Por qué me alejó así? —Su matiz recayó, exponiéndose como dramática y dolida. —¡¿Por qué me hizo esto cuando usted sabía perfectamente que era la única persona que podía ayudarme?!

—Eso no era ayudar, joder, no lo era…

—¡Usted no sabe nada, ni una mierda! ¡Es un puto psicólogo de mierda!

Una corriente de dolor hizo que Kim apretara su mandíbula y jadeara por lo bajo.

—Escúchame… —Intentó ponerse de pie, mas una nueva bala de goma a su otra pierna lo devolvió al piso, otra vez gritando. —¡¡Jungkook!!

—¿Escuchar? No me haga reír. Si no va a responder mis preguntas, entonces no tengo más tiempo que…

—¡Estás enfermo, necesitas ayuda y por ese y muchos motivos más no puedo estar contigo! Quería ayudarte, sacarte de ahí, pero tú lo confundiste todo. No me gustas, no me produces nada… ¡Mi relación contigo no iba para ningún otro sitio que no fuera el de tu mejoría!

Uno, dos, tres, cuatro, cinco…

Cinco largos segundos de silencio.

—Entonces… ¿Entonces por qué me besó?

¿Realmente podía llamársele “beso” a un pico robado? Y ni siquiera fue por parte de Taehyung.

—Eso no fue un beso…

—¡Sí lo fue!

—¡Fue un jodido beso que tú me robaste y luego saliste corriendo como florecita de campo! ¡Eres un fantasioso, Jungkook! Era tu psicólogo, no tu conquista. Estábamos en consulta, no en citas de adolescentes, ¡¿por qué no puedes entenderlo?!

Otros infinitos segundos de silencio.

Jungkook no dijo mayor cosa. Un suspiro que ideaba ser de decepción se logró escuchar y posteriormente el muchacho comenzó a caminar hacia el breaker de luz que Taehyung no pudo encender.

Jungkook sí pudo.

Y el panorama era cosa digna de una película de terror.

El psicólogo vio luces y sintió un ácido originarse en su estómago, el cual subió por su garganta hasta llegar a su boca. Lo escupió, y jadeó cuando las mismas corrientes de dolor de minutos atrás azotaron de nueva cuenta sus piernas.

—¡¿Qué hiciste?!

—Todos tenemos un límite, doctor… Y este es el mío.

Taehyung vibró del miedo. Lágrimas amenazaron con salir y aunque le hubiera encantado no soltarlas, cayeron por sí solas.

Para ser más específicos, todos los gatitos de la manzana que no había visto al llegar estaban colgando de su techo, completamente muertos y ahorcados.

Los sentimientos eran potentes. Sintió cosas que en aquel punto creyó imposibles en su persona. Era alguien empático; sin embargo, en ese instante no podía empatizar con alguien como Jungkook.

Sintió rabia, tristeza, rencor… Odio.

—Una vez alguien me dijo que debía deshacerme de todo aquello que me causara dolor, doctor, y que en caso de dolor, era yo quien debía provocarlo. —Kook sonrió casi tenebrosamente. —Y usted me causa mucho dolor… Sus palabras, sus acciones, su simple existencia… ¿Sabe lo que significa?

—¿Una invitación abierta a la muerte?

Jungkook alzó sus cejas y sonrió con ironía, mientras que Taehyung lo miró con todo el odio del mundo desde su dolor físico y sentimental.

—A veces se hace el idiota, pero en realidad entiende todo. —Queriendo provocar, Jungkook alzó la pistola y apuntó a uno de los felinos colgados, al cual le disparó como objeto de puntería. Taehyung gritó un “basta” y el menor empezó a carcajear como un auténtico demente. —¿Eso le produce dolor, doctor? Pero si apenas estamos empezando.

—¿Quieres matarme? ¡Entonces hazlo y deja de dar putas vueltas!

—¿Tan poco aprecia su vida? Esperaba algo más de juego. Ya sabe… —Se encogió de hombros. —Correteos, gritos, súplicas, llanto… Ese tipo de cosas divertidas. Resultó ser tan neutro, aburrido y cuerdo como aparentaba serlo.

—Noticia de última hora, Jungkook: no cumplo con tus expectativas. No soy lo que te imaginas. No tengo los secretos que tú quieres que tenga. Lo que ves es lo que hay.

—Eso me… —Volvió a reír antes de confesarlo. —Me excita… —Y antes de que Taehyung pudiera decir algo o simplemente reaccionar, otra bala de goma ahora a su estómago le hizo tragarse sus palabras y aullar alto, mas no lo suficientemente alto como para que alguien lo pudiera escuchar y ayudar. —Intenté rebajarme a su nivel, doctor. Intenté aceptar la monotonía y el aburrimiento sólo por usted, pero es que ni habiendo bajado tanto conseguí provocarle algo. Sus ojos no me miran a mí y su boca solamente escupe palabras que terminan lastimándome. —Acercándose, se hincó hasta quedar casi a la misma altura del psicólogo, quien seguía doliente en el piso. —¿Qué deberíamos hacer?

—No voy a mantener una conversación contigo, Jeon. Me tienes harto. Completamente harto. Haz lo que tengas que hacer. No voy a jugar al gato y al ratón contigo. A partir de ahora mis respuestas hacia ti serán nulas.

Kook hizo un mohín y posteriormente volteó sus labios todavía abultados mientras fruncía el ceño, mostrando una mueca infantil e irónica en la que fingía pensar.

—Bueno, usted lo quiso así…

De un brinco se reincorporó y caminó hasta uno de los lujosos sillones blancos dispersos por el living en el que reposaba una mochila que Taehyung anteriormente no había notado. Ahora que se ponía a pensarlo, la sorpresa y la expectativa lo tenían prácticamente inmovilizado. El dolor en sus piernas y su estómago era agudo y verídico, pero cierta parte estaba siendo opacada por el miedo.

—Ya que me hará el honor de mantener la boca cerrada, supongo que será inútil cosérsela, ¿no es así? —Hablaba en tanto abría su mochila y rebuscaba “elementos” en ella. —Entonces pasemos a otra parte importante.

Se volteó rápidamente, con sus manos detrás de su espalda y una aparente expresión sonriente y “angelical”. Tenía las piernas juntas, cual niño de preescolar. Cualquiera pensaría que era un pobre chico dulce e ingenuo.

Taehyung, por mientras, jadeó, sin prestarle verdadera atención a aquellas maniobras lentas y estúpidas. Pretendió acomodarse un poco en el suelo, pero ante cualquier mínimo movimiento sus heridas palpitaban en intenso dolor.

—Ya que usted es psicólogo y por ende su labor es escuchar, ¿podría contarle una de mis fantasías? Aunque no sé para qué le pregunto si de igual forma lo haré… —Enunciaba mientras se acercaba, todo muy lentamente. —He soñado que estoy encima de usted, con su dura polla dentro de mi apretado agujero… —Taehyung quiso desaparecer. Apretó los dientes y casi se arrastró hacia atrás a modo de defensa. —Y que me auto-follo duro, porque usted está tan tieso como su pene. No tiene ojos, tiene lágrimas de sangre, tampoco tiene dientes ni lengua, su estómago está abierto y sus intestinos están tendidos por el piso…

Era el miedo contra el placer. Jungkook gritaba ‘ansias’ a los cuatro vientos, mientras que Taehyung aparentaba estar gritando ‘ayuda’ a efectivamente nadie. El menor continuó:

—¿Sabe qué es lo más excitante? Que tomo esos jodidos intestinos, rodeo mi cuello con ellos y me ahorco, justo como estos gatitos…

El psicólogo no pudo más.

—¡Cállate de una jodida vez!

Jungkook se echó a reír fuerte y claro.

—¿Y por qué debería? Su trabajo es escuchar y ayudar, ¿me va a decir que es tan poco profesional?

—¡Eres un…

Jungkook sacándose las manos de detrás de la espalda y llevándose un tenedor a la boca fue lo que interrumpió a Taehyung. El muchacho en un instante se quitó la sudadera negra con capucha que portaba, dejando expuesto un abdomen plano y marcado. Posteriormente, continuó con sus jeans, mismos de los que se deshizo junto al bóxer y sus calcetines. Zapatos no llevaba.

Para finalizar, soltó su cabello medianamente largo de la coleta que traía, dejando que sus mechones cayeran por su cara y acentuaran sus rasgos faciales.

—¿Un qué? Continúe. —Pidió tras volver a acercarse. Taehyung volvió a retroceder, hasta que su espalda chocó con la puerta de entrada. En una rápida maniobra alzó su brazo e intentó abrirla, mas estaba con llave. —Es inútil, doctor. Me tomó semanas encontrar su domicilio y sacarles copia a sus llaves, pero todo resultó justo como lo esperaba…

—No te vas a salir con la tuya.

—A mí me parece que sí.

Y se acercó más, con el tenedor firme en su diestra. Corrió hacia el psicólogo, y este hizo un esfuerzo sobrehumano por arrastrarse a un costado.

—¡Espera, espera!

—Esperar no sería muy rockstar de mi par…

—¿¡Qué tengo que hacer!? —Jungkook carcajeó, acortando distancia aún. Estando convenientemente cerca, se puso sobre sus rodillas y gateó sensualmente hacia Taehyung, quien lo detalló entre el miedo y una pequeña luz de esperanza. —Jungkook…

—¿Sí?

El muchacho se situó encima del profesional y emprendió a dejar cortos y mojados besos por su cuello y su pecho, el cual era expuesto gracias a algunos botones sueltos de su camisa por el ajetreo.

—Para, para, ¿qué estás haciendo? —Con sus temblorosas manos, agarró los hombros de Jungkook y lo alejó sin fuerza alguna, quizá para no hacerlo enojar. —Utiliza la cabeza, Jungkook, no hagas es…

Nuevamente, gritos, aullidos y hasta llamados de auxilio brotaron de la garganta de Taehyung, sólo que esta vez el suplicio perduró. Aquel tenedor que poseía Jungkook penetró el ojo izquierdo del mayor, que rápidamente fue sacado, sólo que su ojo fue extraído junto al instrumento.

Taehyung estaba sintiendo el mismísimo infierno en su cuerpo.

—No me diga qué hacer, doctor. No soy un puto niño y mi intención por mejorar usted la echó a la basura. —Dijo entre incesantes risas. —Ahora lo único que puede hacer es ayudarme con mi fantasía, porque su labor es escuchar y ayudar, ¿no? ¡Entonces no sea egoísta y ayúdeme!

Quiso empujarlo en medio de la congoja, sin embargo, Jeon estaba imparable. En menos de lo que canta un gallo tanto sus pantalones como su ropa interior estuvieron abajo y aquel tenedor penetrando ahora su ojo derecho. Gritos, súplicas e inútiles huidas fue lo que le siguió.

Su pene estaba flácido, mas eso no fue impedimento para el menor, quien lo enderezó a fuerzas y lo acomodó en su ano sin absolutamente nada. Se hundió paulatinamente, doloroso para ambos, pero tampoco fue impedimento para Jungkook, que comenzó a auto-penetrarse rápida y duramente, haciéndose sangrar.

Jadeos. Gritos. Dolor. Placer.

Una excelente y excitante combinación.

—Mh, ah… Usted es un hijo de la gran puta, doctor… —Acercándose al rostro ajeno, sacó su lengua y lamió desde la mandíbula hasta el agujero negro que había quedado en lugar de ojo, succionando. Taehyung vociferó y lo empujó lejos, con vigor. —Qué poco profesionalismo, doc.

No obstante, nuevas risas empezaron a salir en cuanto vio el absurdo intento de Taehyung por huir. Aprovechó que aquel pobre imbécil estaba actuando realmente torpe para acercarse otra vez a su mochila y sacar su sierra manual de reducido tamaño con el que llevaría a cabo su plan final.

Nada podía salir mal.

O sí.

—¿Últimas palabras, doctor? —Quiso jugar con él. —Esta noche ha sido aburrida gracias a que usted no cumplió con mis expectativas. Pensé que era más divertido, o al menos daba la idea de serlo…

Taehyung paró en seco todo lo que estaba haciendo y volteó hacia Jungkook, sonriendo.

Los papeles se intercambiaron.

La mueca de horror pasó a ser de Jeon y la de maniático de Taehyung.

Era decir… No tenía ojos y estaba herido, ¿era una coincidencia acaso que hubiera volteado con tal precisión? Sin hacer mención al hecho de que debía estar retorciéndose de dolor.

—El que juega con fuego, se quema… —Musitó el psicólogo, fuerte, claro y grave. —¿Crees que eres inteligente? ¿Haber conseguido todo esto te hace sentir superior? —Rio. —Esto sólo demuestra tu hambre y tu apuro como humano. Tuviste las agallas por tu desbalance mental, pero no eres superior a nadie. Eres tan común y básico como todos, aunque quizá sí haya una diferencia.

No tenía ojos, ¿pero por qué Jungkook sentía que lo miraba de arriba abajo?

—Me dejaste tan, pero tan lleno de rabia.

Jungkook estaba fuera de sí, tan confundido como alguien en esa situación podría estarlo.

¿Con quién se había metido?

¿O con qué?

Quiso respuestas, pero nunca las obtuvo. Para cuando cayó en cuenta, Taehyung estaba de vuelta en el suelo revolcándose y gritando por auxilio, y lo tuvo.

Tuvo ayuda.

La policía tumbó la puerta de entrada de imprevisto, entró a auxiliar al psicólogo y a capturar al chico plenamente desnudo y confundido.

—La llamada que hizo a emergencias nunca se cortó, señor. —Habló una mujer policía a Taehyung. —Lamentamos de verdad la tardanza.

En efecto, cuando el celular saltó de las manos de Taehyung seguía en llamada y Jungkook nunca mostró interés por ir a recogerlo y colgar.

Si lo hubiera hecho, ¿el desenlace hubiese sido diferente?

¿Por qué sentía que de lo contrario el jodido sería él?

¿Por qué sentía que Taehyung en todo momento esperó por eso?

Y lo peor…

¿Por qué sentía que no sólo la cárcel y la justicia serían su peor pesadilla a partir de ahí?

«Me dejaste tan, pero tan lleno de rabia.»

¿Se suponía que debía tener miedo?

Ahora era Jungkook el que no quería una respuesta a sus preguntas.


{. . .}

Wenaaaaas, estoy vivAAAAAAAAA(?). Hago acto de presencia con este humilde os para agradecer por los 17k seguidores y sólo agradezco estos porque el 17 es mi número fav y me dieron ganas de traerles algo (también porque quería auto-regalarme algo, jeje).

Tomen esto como que obviamente voy a seguir actualizando mis historias en emisión y que volveré en algún momento, no pierdan las esperanzas, xingus.

Por ahora este os se queda como os de misterio, but no descarto continuarlo en algún momento porque mientras lo escribía me vinieron ideas súper chimbas de continuarlo.

Listo, es todo. Cuídense y gracias otra vez, los amito.

23 de Julho de 2021 às 22:36 116 Denunciar Insira Seguir história
670
Fim

Conheça o autor

𝖄𝖚𝖞𝖚 ¡bienvenidos a disneyland para los degenerados! algún día escribiré cosas bonitas, pero ese día no será hoy ni mañana. mi cuenta de instagram es houndix y la de wattpad nepheleus. gracias por leerme y seguirme hasta aquí.

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piolinxi piolinxi
Me estoy volviendo adicta a tus historias WOW
February 06, 2024, 05:15
𝐴𝑙𝑒𝑥 ★ 𝐴𝑙𝑒𝑥 ★
Justo a tiempo.
June 03, 2023, 22:39
𝐴𝑙𝑒𝑥 ★ 𝐴𝑙𝑒𝑥 ★
Justo a tiempo.
June 03, 2023, 22:39
jenne sal jenne sal
Me encanta esta historia, haz un extra o 2da parte porfavor ❤️‍🩹🤍
May 24, 2023, 18:45
𝑲𝒉𝒂𝒐𝒔 👑 𝑲𝒉𝒂𝒐𝒔 👑
Muy buen final sin dudas
November 05, 2022, 03:02
Esther Esther
Waaa final inesperado en fin quiero un extra por fa:(
September 11, 2022, 18:57
Kay London Kay London
Ame el echo de que Jungkook al final termino con un final inesperado gracias a Tae
September 07, 2022, 01:21
hoba star hoba star
Final inespeperado, me encantooo
August 26, 2022, 22:00
Tiffany Suárez Tiffany Suárez
... creo que esto ha sido lo más retorcido que he leído en mi vida. ¡ME ENCANTA!
August 13, 2022, 16:49
xxx Llxllx xxx Llxllx
Ti amo, a ti y tu forma de escribir
August 12, 2022, 16:55
Lyra Lyra
Mientras más leo sus fics, más las amo y más fan me vuelvo de sus historias
August 11, 2022, 09:49
Koottommie M Koottommie M
Ahora si que no me esperaba esto JAVFKAJDA que genial escribes
August 04, 2022, 19:15
Jk Sam Jk Sam
Inicié leyendo bastante tranquila abierta a cualquier posibilidad, pronto me comenzó el miedo por ver como se estaba desarrollado la trama, unos párrafos mas y ya estaba paniqueada y terminé riendo de mi en plan: Me asustó pero me encantó!!!! Mi mente agregado mas terror pero por parte de Tae. Tu mente es adictiva.
August 03, 2022, 12:38
 Vera Vera
July 29, 2022, 04:52
Nath Carsten Nath Carsten
Yo- no me esperaba ese final. 🚶🏻‍♂️ ¡Me encantó! <3
July 27, 2022, 18:29
C Chrrtteoz
Me llegó a incomodar, gran trabajo
July 27, 2022, 17:34
Luciel Deluxe Luciel Deluxe
Lo digo y lo seguiré diciendo, admiro tu forma de escribir desde 2019, esto fue increíble y turbio como siempre, simplemente no pierde la escencia.
May 25, 2022, 03:37
CM Celeny Min
Me quede locaa. Me encanto 😉
April 18, 2022, 03:27
Maria Antonieta De Las Nieves Maria Antonieta De Las Nieves
Quede jodida ,ame esta historia como nada en el mundo
April 01, 2022, 17:24
Madison Lopez Madison Lopez
Esto es la jodida perfección que nunca antes había descubierto antes, te rezo mujer 🖤🛐
March 09, 2022, 18:14
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