moonchildkofi1621574812 ꦼ . ӄ օ ʄ ɨ . ଼ཻ៹۟ ᵗᵉᵗᵉ

¿Por qué de todas las personas, Taehyung fue quien recibió esa llamada? ¿Acaso la gente no suele borrar el contacto de su ex después una dolorosa ruptura? Fue lo mismo que se preguntó Kim cuando la noche en que decidió quitarse la vida, una llamada desde el teléfono de su ex novio detuvo sus planes. JungKook acababa de tener un fatal accidente automovilístico donde por milagro fue el único sobreviviente. Sin familia, ni amigos, Kim Taehyung ahora era el único chico en toda Corea que podía hacer algo por JungKook. Y por más que sus impulsos le gritaban que fuera a socorrerlo, aun había mil y una razones para no volver a acercarse a su mayor debilidad, Jeon JungKook. Seguir sus impulsos o escuchar las advertencias de su mente. ¿Qué se supone que debía hacer? ⸻⌔☐❜。۪۪۫۫↛Y u m e ❞ ꪶ⚘࿆ꦿི ݈݇- Un mundo a gama de grises, dónde Jeon Jungkook es el único capaz de darle matiz a la vida. Un mundo donde Kim Taehyung muere constantemente, asesinado por su consciencia Una hermosa contradicción donde la noche cuando están juntos parece ser Coloridamente Gris Historia Ganadora de los TaekookAwards2021 ⌦ ⌜ g r i s ⌟ꓸ᭄ꦿ⃔⸙ . . . . . . . . ¡CONTENIDO SENSIBLE! SE TRATAN TEMAS DE MUERTE, ANSIEDAD Y SUICIDIO Pareja - Taekook Categoría - BL (Boys Love) Inició - O4/O3/2O21 Terminó - 15/O8/2O21 Historia originalmente publicada en Wattpad


Fanfiction Bandas/Cantores Impróprio para crianças menores de 13 anos.

#jimin #jungkook #taehyung #bts #boyxboy #bl #vkook #taekook #boyslove #lgbt
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O1

El característico viento de la noche golpeaba su rostro con suavidad, haciendo que sus largos cabellos castaños se deslizaran al compás que marcaba el aire. La luna se reflejaba como espejo en las ondas de agua bajo el puente donde camina el chico con la mirada baja. El sentimiento de vacío estaba presente en él nuevamente, dominando cada parte de su débil ser, cumpliendo su puntualidad como cada día desde la primera hora de la mañana hasta el último suspiro que daba el muchacho antes de dormir.


La calle estaba vacía, así que el sonido de la noche retumbaba en sus oídos, los grillos cantando, el agua golpeando, y el aire zumbando, toda una sinfonía creada por la naturaleza. Se había asegurado de ir a la hora más alta de la noche, cuando la ciudad dormía en el sigilo de la madrugada, para admirar el cielo nocturno. No trajo ninguna prenda apropiada para el invierta para cubrir su piel, por lo que comenzaba a tomar una tonalidad azulada por lo poco saludable que es permanecer en un clima así, sin ningún abrigo que mantuviera el calor corporal.


Este es Kim Taehyung. Un chico buscado por la policía del Estado, sin ellos saberlo, cuando Tae lo supo desde antes de que todo iniciara en Corea, cuando su vida no corría peligro, él sabía que nunca podría vivir como todos los demás habitantes de su ciudad. Fingía todos los días ser un humano cualquiera, como esos que se topaba en todas partes nada más salir de su apartamento, estudiaba una carrera como un joven adulto que apenas dormía por matarse estudiando; se levanta a la hora que la sociedad consideraba prudente, y luchaba con sus propios demonios como cualquier otra persona.


Pero como dije antes, solo estaba fingiendo. Es diferente a todos, a pesar de ser bueno pasando desapercibido, era alguien que no podía ser aceptado en la sociedad y por ello el mundo quiere matar a seres como él. Creyó que si se mantenía oculto con tal de estar a su lado sería suficiente, podría fingir ser un simple humano más del motón con esas condiciones, pero sus ilusiones fueron rotas con el pasar del tiempo. No era suficiente, porque no era el humano normal que él merecía.


Y bueno aquí estamos, en mitad de la helada noche frente al río que recorre la ciudad, viendo como la luna hace al agua un diamante. El frío congelaba sus entrañas, comenzaba a sentir que llevaba un cubo de hielo por pulmones y eso le hacía doler, pero poco la importaba. Miró para abajo mientras temblaba, la tentación de tocar el agua con su piel le invadió en cuestión de segundos, brillaba tanto que le hacía sentir que ese vacío en su interior iba poder ser rellenado ahí.


Esa noche, la luna estaba hermosa, como todos los años, y él, un chico sin esperanzas ni vida por delante había tomado una decisión después de tantos días. Puso un pie en el aire sobre el río, suspiró y dejo salir las lágrimas acumuladas en sus ojos, mientras los cerraba con fuerza para no pensar en nada más. Si se ponía a divagar, se arrepentiría de nuevo.


“Hoy es 26 de enero de 2020, nuestro aniversario número nueve.”

“Y hoy voy a morir.”


Cómo cada noche, como cada mañana, como cada vez que iba a ese puente en plena madrugada. Todos los días a la misma hora estaba ahí para morir, siempre dispuesto a acabar con su vida de una vez, hasta que, teniendo un pie en el aire, no se anima a avanzar. Como si la cuerda en su cuello le impidiera hacer lo que tanto dice desear.


Quiere morir eso es un hecho, desea sentir el agua helada entrar por sus pulmones haciéndolos arder, mientras siente la sofocante sensación de ahogarse por la falta de aire. Que el agua fría apuñale sus extremidades con agujas para entumirlas y que no pueda salir del lugar si se arrepentía de morir. Como el castigo que se merecía.


Pero nunca se atrevía. No se atrevía a pesar de que lo deseaba tanto.


Esa noche de nuevo estaba decidido a saltar. Iba a morir... Esa noche iba a terminar con el sufrimiento de ambos, pero era tan egoísta que le daba miedo la muerte. Tenía que alejarse de él, pero no podía hacerlo porque estaba aterrado de la nada después del fin.


Todos los días, a la misma hora, en el mismo lugar, Kim Taehyung iba ahí para morir.


Tragó saliva antes de tomar su última bocanada de aire y comenzar a avanzar. Cuando creyó lograrlo, cuando por fin decidió dar el paso, fue detenido por el ruidoso tono de llamada que tenía su celular, haciéndolo brincar hacia atrás para perder el equilibrio y caer al pavimento del puente en vez de las feroces aguas bajo sus pies. Jadeó con fuerza cuando se percató de que estaba vivo, y miró horrorizado la barda de donde estuvo a punto de saltar. Estaba a punto de morir ¿No? Ese iba a ser su último paso antes de perder la conciencia, lo que tanto deseaba, estuvo a tan solo un paso. Después de salir de su pequeño trance cayó en cuenta de que aún estaba sonando su teléfono, por inercia lo buscó en su bolsillo, sacándolo de ahí en cuanto lo encontró. Dejó caer el aparato al suelo tras leer el nombre del contacto.


Su corazón palpitó con fuerza y su respiración se aceleró ¿Por qué le llamaba? Después de un año de que terminaron y lo dejó de ver, ahora le estaba llamando. Jungkook, su ex novio estaba en línea esperando porque le respondiera ¿Qué había pasado? ¿Lo estaba buscando? ¿Hizo algo malo? Por dios la duda lo estaba matando, pero no se atrevía a responder. Dejó de lado el hecho de que estuvo a nada de suicidarse, y reunió todas sus fuerzas para tomar el teléfono, antes de atender, tomó aire para finalmente deslizar su dedo en el botón verde con el que atendería la llamada.


—¿J-Jungkook?


Su mayor debilidad había vuelto.






Dejó caer su teléfono al suelo una vez cortó la llamada, no podía creer lo que la realidad le estaba planteando sobre la mesa. Sintió como si su corazón fuera apretado por la mano del mismo demonio sin ninguna pizca de piedad. A caso ¿Ese era su castigo? era la consecuencia de sus pecados ¿No es así? El karma le había ido a cobrar más rápido de lo que imagino, ni siquiera tuvo el tiempo para procesar lo que sucedía, estaba seguro de que todo no era más que un castigo mandado desde el infierno que él mismo debía pagar. No lo pensó más y como si sus piernas tomaran conciencia propia, se levantó del suelo y se apresuró. Taehyung, corrió... Corrió como nunca antes lo había hecho en sus 24 años, lo hizo sin ningún destino, sin ninguna pista, sin tener una esperanza que le diera la fuerza de seguir y con un demonio cargado en las espaldas.


Recuerdos que le desgarraron el alma, le crearon repulsión a su persona, palabras que golpeaban su mente como una pelota revotando en el suelo, torturando su estabilidad mental con el objetivo de quebrarla. Pero lo que más le molestaba era él, su rostro estaba presente, su cabello desordenado, sus lágrimas, sus sollozos disfrazados de débiles suspiros y esa mirada, esos ojos que le miraban con odio, con dolor, en otras palabras, con el corazón roto, una mirada donde pudo leer que lo había perdido un año atrás. Sabía que se merecía el infierno, era consciente de que estaba comenzando a crecer uno a su alrededor, pero no le importó en lo más mínimo, era a lo último que le tenía miedo. Tenía que verlo, una última vez si era necesario, debía escucharlo, oír todo lo que ese chico tenía que decirle, no le importaba si solo eran las palabras de odio que pudo leer de su mente, era lo que menos le interesaba.


Pronto se encontró frente a sus ojos lo que su corazón intentaba negarle, vio la multitud de gente, las luces de la ambulancia, el automóvil destrozado, todo bajo la brillante luz de la luna. Era de noche, y el alumbrado público solo enfocaba en tonalidades rojas, la sangre que estaba en el suelo se esparcía por el pavimento negro, ese horrible olor metálico que le hizo marear estaba más que presente. Su corazón golpeo su pecho, el dolor en su estómago se intensificó trayendo consigo las náuseas, por otro lado, su mirada no era capaz de enfocar nada correctamente, se estaba mareando. Había, mucha sangre, lo que más repudiaba, verla le causaba una impresión muy grande pero no quería dejarse vencer, se sentía enfermo con saber la mera existencia de la sangre.


— Así es oficial, hay dos muertos y un herido— logró escuchar, trayendo su consciencia al mundo real. ¿Había escuchado bien? ¿Dos muertos? giró su mirada hacia el policía a un par de metros de donde él se encontraba, su rostro perturbado se plantó en él al seguir escuchándolo hablar por un micrófono conectado a un aparato en su cinturón — El piloto y el copiloto se llevaron la peor parte, pero parece ser que el más joven resistió. Ahora mismo estamos desalojando la zona y el chico será transferido al hospital del centro en cuanto podamos sacarlo de ahí— El temblor en sus manos incrementó al escuchar lo detalles, y sus ojos fueron viajando por el lugar hasta toparse con el auto azul rey destrozado contra la pared de un local, sus parpados se abrieron más de lo normal por la gran sorpresa de lo que veía.


"No puedo creer que sobreviviera”


Su mirada se amplió, al escuchar aquello, perdiendo de vista a la persona con que hizo contacto visual para lograr escuchar eso ¿Qué se suponía que significaba eso? Por más que busco no la encontró, sintiendo el estrés aumentar, mientras sentía como si taladraran su nuca. Por otro lado, sus ojos se toparon el camión de ambulancia, quedándose ahí por unos segundos


Un grupo de personas que bajaron de la camioneta de ambulancia sacaban el cuerpo del chico que iba en la parte de atrás del auto, afortunadamente, fue la parte menos dañada y habían conseguido que el muchacho no sufriera más daños. Para Taehyung ver eso fue sentir como una soga apretaba su cuello con fuerza a la vez que con desesperación buscaba la forma de argumentar que solo se trataba de un sueño, y que todo era como siempre. Debía estar soñando, eso no podía estar pasando, estaba seguro de que todo era una pesadilla más de las que solía tener de pequeño… Pero, si todo eso no era más que un sueño ¿Por qué el rostro de Jungkook se veía tan real en ese momento? ¿Por qué Jungkook estaba ahí, desmayado y lleno de heridas en vez de estar en su casa sano y salvo como cuando lo vio por última vez hace un año? ¿Por qué no despertaba de una maldita vez? ¿Por qué demonios Jungkook no despertaba si se suponía que todo era un maldito sueño?


Cuando menos se dio cuenta ya se encontraba sentado en la banca frente a la sala de emergencias, observando fijamente el cartel de luz que marcaba que una operación estaba en proceso mientras mordía la carne alrededor de sus uñas causando pequeñas heridas. Estaba perdido, se preguntaba infinidad de veces la razón de porque estaba ahí, cuando él sabía perfectamente que no tenía derecho de siquiera pararse en ese hospital. Se sentía atrapado, en un lugar donde no existían los mapas, ni las brújulas, donde solo se encontraba rodeado de miles de demonios riéndose de él, se encontraba en el inferno.


Un médico salió de la sala de emergencias y se acercó al único chico sentado ahí, Taehyung, se levantó de su asiento en cuanto notó su presencia, aun mordiendo su piel sin percatarse de ello. El hombre rápidamente identificó una clara señal de que ese chico estaba sufriendo un ataque de ansiedad, pero no podía hacer mucho.


—Él está estable ahora, pero no le puedo dar con certeza información de cuando despertará— habló el doctor explicándole la situación, Taehyung asintió lentamente dando a entender que comprendía lo que le decían, mantenía la mirada baja, más su reacción no cambiaba para nada, estando neutra en cada momento, esto logrando poner de nervios al médico —Por mala suerte él ya no es menor de edad y no trabaja, por lo que no tiene un seguro que pague su tratamiento. Hasta ahora no hemos podido contactar con ningún familiar, y sus tutores pues... — hizo una pausa, viendo de nuevo como el chico castaño asentía nuevamente, dejando de morder su dedo después de darse cuenta de lo que hacía, escondiendo su mano detrás de su espalda— El seguro cubrirá por un tiempo, pero si no despierta pronto me temo que...


—Yo pagaré su tratamiento— interrumpió en seco, haciendo que el hombre frente suyo se sorprendiera. Por primera vez Tae se atrevió a verlo a los ojos, notando cómo se intimidaba inmediatamente bajo su mirada —No tiene familia cercana, tampoco tiene amigos... Ahora soy el único en este país que lo conoce como si fuéramos la misma persona...


"Este mocoso ¿Cómo piensa que podrá pagar todo eso? Es demasiado dinero, además, claramente está sufriendo un ataque de ansiedad, no podrá estar aquí sin salir afectado"


—No puedo permitirle eso


Taehyung frunció el ceño, y aclaró su garganta trayendo al hombre frente suyo a darle su atención. Su rostro era la más clara muestra de que no estar de acuerdo con la propuesta del chico. A lo que Taehyung ya fastidiado buscó entre su ropa su billetera, todo bajo la atenta mirada del médico. Saco alrededor de tres mil wons extendiéndoselos sin despegar su mirada del mayor. El doctor le miró con sorpresa ante su ofrecimiento, parpadeo un par de veces antes de caer en cuenta de lo que sucedía


—¿Usted está intentado comprarme? —Cuestionó como si se le oyera molesto, sintiéndose hasta cierto punto insultado, el castaño bufó con molestia y desespero rodando los ojos con claro enfado en ellos, sin querer llevar esto a largo y tener que interactuar más con ese hombre, solo metió los billetes al bolso de la bata medica que traía la persona frente suyo, haciendo que se apartara para no permitirlo, fracasando pues el dinero ya estaba en su bolsillo —¿Cómo se atreve a hacer eso? Ya le dije que no lo voy a-


— Tengo el dinero, soy mayor de edad, por favor, soy... —dudo ligeramente antes de continuar con su comentario, suspirando resignado a pesar de los golpes en su mente provocados por el demonio—Soy el novio del chico.


Al mirarle a los ojos, supo que había conseguido su cometido, había sido más sencillo de lo que creyó, cosa que le alegraba pues no creía poder soportar más si tenía que seguir “Negociando” con esa persona. A fin de cuentas, todo era más fácil cuando sabía lo que la gente estaba a punto de hacer, lo que planeaba con antelación, sus debilidades y puntos a los que no debía atacar.


Todo era mil veces más fácil cuando podía leer lo que estaban pensado




6 de Setembro de 2021 às 02:55 0 Denunciar Insira Seguir história
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