prettyfemalegx Mar 🤍

❛ Evitemos cualquier dolor de cabeza para empezar, y, si estamos siendo honestos, prefiero tu cuerpo que la mitad de tu corazón. ❜ ⬎ d i s c l a i m e r: ۵ four-shot ۵ yoonmin ۵ angst ۵ no se desarrolla en un momento específico ۵ contenido explícito y uso del vocabulario coloquial | prettyfemalegx 2021 ❁


Fanfiction Para maiores de 18 apenas.

#bts #yoongi #jimin #boyslove #yoonmin #boyxboy #btsfanfic #258
11
601 VISUALIZAÇÕES
Em progresso - Novo capítulo A cada 15 dias
tempo de leitura
AA Compartilhar

❝so that


Me siento solo.


No creí que, con una simple palabra dicha por mí, me sentiría tan solo. ¿Simple? Sí. ¿Difícil? También. Pero fue necesario, necesitaba ponerle un punto y final a todo lo que estaba pasando, aunque ahora mismo me pregunto sí realmente estaba ocurriendo algo, porque para mí, ya no sucedía nada y lo sé, para ti tampoco.


Me percaté de ello en el mísero instante en que ese característico brillo en tu mirada había desaparecido, en el segundo en que esa dichosa calidez entre tus brazos se había esfumado, en el momento en que esa inexplicable sensación creándose dentro de mí cada vez que recibía un beso de tus labios se había extinguido junto a las tontas mariposas que revoloteaban en mi estomago cada vez que me veías con esa preciosa sonrisa.


Aquella hermosa sonrisa que me dedicabas sólo a mí en tus peores momentos para tranquilizarme y que no me preocupase por ti siempre quedará tatuada en mi memoria. Mi corazón late desembocado de tan solo imaginarme esas risitas sarcásticas apenas me veías esperando fuera de tu estudio sin recordar el código para entrar porque "la torpeza es una virtud mía", como tú lo decías. Tus mofletes se inflaban, tus pequeños dientes se mostraban y tus gatunos orbes se alegraban achicándose nada más con captar un vergonzoso sonrojo en mi cara. Era una burbuja de cristal tan sana en la que estábamos envueltos los dos. Parecíamos dos inocentes niños explorando un territorio desconocido a pesar de tener más de veinte años.


Mi comportamiento es inmaduro y eso no pareció importarte mucho, mi actitud es descarada y eso parecía causarte diversión, soy extrovertido y eso pareció llamarte la atención, soy alguien difícil de complacer y eso pareció encantarte. Atesoro esos momentos en los que los dos nos sumergíamos en nuestro propio mundo en tu estudio, ese lugar en el cual hablábamos de nuestros sueños, confesábamos nuestros peores miedos, tocábamos temas estúpidos e infantiles como preguntar por nuestros colores favoritos y nos quedábamos toda la madrugada diciendo cosas sin sentido o escuchando las melodías únicas que tú producías porque te gustaba mostrármelas antes que a nadie. Extrañaré esas escasas ocasiones en las que nos dedicábamos a amarnos porque necesitábamos sentirnos, esos momentos en los que huíamos del mundo real.


Esos infinitos minutos en los que hacíamos el amor.


La primera vez que entendí la referencia de "unir cuerpo y alma" fue contigo, pues era mágico, era algo fuera de este jodido mundo. No era alcanzar un orgasmo nada más. No cuando decíamos palabras sinceras mientras nos mirábamos a los ojos, no cuando decías que me amabas en la cúspide del placer, no cuando besabas todos los espacios de mi cuerpo para hacerme saber que era especial, cuando tus labios rozaban mis mayores inseguridades y tus ojos me decían que era hermoso.


¿Te digo algo?, me duele tanto que eso se haya desvanecido. Que repentinamente todo se haya vuelto tan monótono. Y esos sentimientos que yo no quería, los hayas dejado entrar. Como esos celos por cualquier comentario sexualizando a mi persona u cualquier otro mínimo detalle en las redes sociales. Vivíamos de una imagen pública, había de todo sobre mí en internet y todos los días se creaba algo nuevo, yo no lo pedía, en serio, yo nunca lo deseaba, porque me sentía como una marioneta a la que todo el mundo podía tocar, pero era algo que venía en el paquete de ser un idol.


La presión social envolvió nuestros cuellos asfixiándonos lentamente. Comenzamos a distanciarnos, aunque no literalmente. Porque eso fue lo peor ¿sabes?, todos los días estábamos juntos por nuestros horarios, entrevistas, prácticas y las mil actividades que teníamos que hacer por ser parte de una banda reconocida mundialmente, pero hasta allí, podíamos estar a diez centímetros de distancia, a la vez que estábamos a millones de kilómetros. Tan malditamente lejos por miedo.


Tú siempre ignoraste los ojos de terceros o los feos comentarios que en ocasiones salían de sus bocas al saber de nuestra relación. Yo los escuchaba y les prestaba atención.


Las únicas personas que me hacían sentir bien eran esos cinco chicos con los que ambos compartimos todo tipo de recuerdo. Ah, los miembros eran tan buenos con nosotros, tan comprensibles y tan amables. Ellos jamás nos hicieron sentir mal por ser "diferentes", ellos jamás nos miraron con asco, es más, ellos reían cuando yo buscaba comerte a besos porque cargabas ese típico semblante serio con el que se te veía a menudo.


¡Incluso preguntaban qué era lo que yo había visto en un tempano de hielo como lo eras tú! Decían que yo era muy energético para alguien como tú. ¿Recuerdas todos esos viajes durante las giras? Podíamos estar muy cansados y aun así yo hacia cualquier cosa que me entretuviese en los interminables vuelos mientras tú dormías. ¡Ah!, en la última gira mundial, yo parecía un niño inquieto corriendo por todos lados.


Me comprabas muchos regalos durante esos meses ajetreados que teníamos, te gustaba regalarme toda clase de anillos porque sabes que adoro usarlos en mis pequeñas manos y...


Lo siento.


Por favor, perdóname por nunca estar listo para ti. Escuché tus propuestas tres veces, y me rehusé en todas. Aun así, a pesar de las lágrimas humedeciendo mis abultados cachetes por la culpabilidad que me abatía con tan solo ver la desilusión en tu mirada; tú me abrazabas y me decías "todo está bien, seguiré esperando", siempre lo hacías, siempre me sonreías con el más puro amor con tal de que ya no llorara más. Pero... ¿Cómo no hacerlo? Yo, en definitiva, no buscaba ofenderte ni mucho menos ponerte triste y eso era lo que hacía. Jugaba con tus sentimientos nada más al negar ese resplandor de ilusión con el que soñabas.


Y, Oh. Se me partió el corazón en dos cuando abriste por primera y última vez esa cajita de terciopelo. En tu tercera propuesta. Esa noche después de nuestro último concierto en la gira mundial, cenando en tu habitación del hotel en el que nos hospedábamos mientras los miembros festejaban juntos en un restaurante. Mis vellos se erizan de tan solo recordarlo; el instante en que colocaste un hermoso anillo en medio de ambos, encima de la mesa que usaste como escritorio durante nuestro reducido tiempo en ese país, tú no eres del tipo romántico que aparece en las películas, nunca te arrodillaste, ni siquiera dijiste palabra alguna.


Recuerdo que solo me observaste esperando una reacción de mi parte. Una que nunca llegó.


No diré que todo cambió desde ese punto, porque estaría mintiendo. Sin embargo, desde mucho antes, ya no era lo mismo y podría decirse que esa fue la cereza del pastel.


Empezaste a fumar por el estrés que sufríamos cada día tanto en nuestra privacidad como en nuestras vidas públicas. Al principio hablé en muchas oportunidades contigo sobre ello porque me preocupé por tu salud e igual, no me prestabas atención, me prometiste que dejarías el cigarro y no lo hiciste. Un día te encontré borracho en ese estudio del que tenía muchas memorias preciosas, recuerdo las botellas en el piso y el horrible aroma de tabaco. Te pusiste en peligro esa vez por un problema que habíamos tenido en la empresa.


Discutimos acerca de eso. Pero fue el peor error, le dimos mucha importancia al exterior de nuestra burbuja. Una relación que ya se había vuelto costumbre se convirtió en invivible.


Las numerosas peleas no tardaron en llegar. Las interminables lágrimas se comenzaron a derramar. Y la lejanía se inició a acentuar.


Si somos honestos, llegué a un punto en donde prefería tu cuerpo que la mitad de tu corazón, bah, llegué a un punto en que prefería verte fumar y beber. Llegamos a un punto en que poníamos cualquier tema a dormir e íbamos a follar para decir que lo hicimos.


Hacer el amor se había convertido en coger, en follar, en tener sexo sin un significado detrás. Esa magia no volvería.


Los miembros no se percataban de nuestros problemas, porque al parecer somos unos espléndidos actores, pero sí sabían que ya no era lo mismo de antes, ya que se notaba simplemente al no animarnos a buscar el más diminuto contacto entre ambos. Además, de que yo no les dejaba saber mucho, pues odio ser tan emocional. Me escondía con una máscara de sonrisas delante de todos guardándome el sufrimiento para mis noches de insomnio cargadas de sollozos y lamentos secretos, porque sabía que lo nuestro no estaba bien, sabía que lo nuestro había perdido todo su color para dejar entrar un color gris que nos incomodó de sobremanera, sabía que lo que alguna vez tuvimos no iba a volver.


Entonces, un día decidí dar el paso que ninguno quería dar, porque ya estábamos demasiado jodidos. Un día decidí poner el punto y final a todo lo que tuvimos, decidí decirle adiós a todo tu amor, ese que dudaba sí seguía existiendo o no, pero igual lo hice. Hice lo que fue una caída eterna en un precipicio taciturno para nosotros, pero también un alivio. Una suave caricia que estrujó nuestros corazones sin piedad, pero que bondadosa nos hizo suspirar como si un peso en nuestras espaldas desaparecía con cada sollozo emitido desde el fondo de nuestras almas.


Culminamos una larga etapa llena de sonrisas, risas, gritos, lágrimas y amor. Un último "te amo" fue dicho esa noche en la que todo acabó, ¿lo triste? Quizá fue el más sincero. Pero no me arrepiento, esa noche solo fuimos nosotros otra vez, dos chicos enamorados que en algún momento quisieron estar juntos durante todas sus vidas y que, como todo en este mundo, aprendimos que siempre existiría un final. Fuimos maduros al aceptarlo, de verdad, tuvimos mucha valentía en afrontarlo. En mirarnos a la cara después de todo el sufrimiento y agradecernos mutuamente. Los dos sabíamos que antes de que todo ese caos se desatara, antes de que la relación se tornase tóxica, habíamos sido muy felices, en un amor pasajero.


Me repito a mí mismo "Estoy mejor sin él" y eso de alguna forma me entristece, no obstante, también me hace feliz, sinceramente, me hace muy feliz.


Uh.


Porque entendí que primero debía amarme a mí mismo antes de amar a otro, entendí que ese miedo que siempre se presentaba en todas tus propuestas era el hecho de que no me sentía preparado y que jamás lo estaría así que debías aceptarlo, porque todavía estoy intentando encontrarme a mí mismo en este maldito laberinto al que llamamos vida. Este largo camino que todavía me queda por recorrer tendré que mantener ese amor propio a mil, para poder estar mejor sin estar cerca de ti, Yoongi.


Yo... Estoy mejor sin ti.



Inspirado en la canción Better Off perteneciente al cuarto álbum de Ariana Grande titulado "Sweetener".

Las siguientes tres partes serán narración omnisciente, es decir, normal. Esto básicamente fue una introducción a ésta diminuta historia de cuatro partes.

Espero que les guste :)

-Mar.

20 de Junho de 2021 às 13:12 0 Denunciar Insira Seguir história
2
Continua… Novo capítulo A cada 15 dias.

Conheça o autor

Mar 🤍 Bɪᴇɴᴠᴇɴɪᴅᴏ ᴀʟ ᴍᴜɴᴅᴏ ᴍᴀ́ɢɪᴄᴏ ᴅᴇ Mᴀʀ 🔮 𝑫𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆𝒏𝒈𝒐 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒅𝒂𝒓 𝒆𝒔 𝒊𝒏𝒇𝒊𝒏𝒊𝒕𝒐 🌬️Y lɑ imɑginɑción serɑ́ tu mejor compɑñíɑ 𝗣𝗲𝗿𝗼 ¡𝗦𝗵𝗵! ¡Nᴏ ʟᴇ ᴅɪɢᴀs ᴀ Tᴀᴇʜʏᴜɴɢ ϙᴜᴇ ᴇsᴛᴀ́s ᴅᴇɴᴛʀᴏ ᴅᴇ ᴛᴜ ɪᴍᴀɢɪɴᴀᴄɪᴏ́ɴ﹗ 𝐄𝐬 𝐮𝐧 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨 ☁️☄️ ¡Si quieres ayudar a la personita detrás de esta cuenta puedes comprar un girasol! 🥺🌻 https://www.buymeacoffee.com/prettyfemalegx Cuenta de Wattpad: https://www.wattpad.com/user/PrettyFemalegx

Comente algo

Publique!
Nenhum comentário ainda. Seja o primeiro a dizer alguma coisa!
~