En el fondo había algo extraño en su mirada, algo difícil de explicar pero absolutamente cautivador. Era la primera vez que lo tenía ante mis ojos y sin embargo sentía una proximidad adulta y autentica.
Se llamaba Carlos y aparentaba unos 35 años. Llevaba una chaqueta de pana gris y unos pantalones viejos, la prueba de que había recorrido muchos caminos en solitario. Tenía manos de pianista y voz de locutor en horas bajas.
La plaza estaba iluminada aunque apenas estaba habitada por algunos transeúntes.
-¿Te apetece pasear?-pregunto con cierta inseguridad.
-Bueno, aun es pronto.-Le dije-¿Por que no?
Y empezamos a recorrer el pueblo absortos en una conversación que era cada vez más fascinante.
Durante el trayecto su personalidad se fue abriendo como un abanico mostrando hasta qué punto era divertido o vulnerable. Su encanto radicaba en una gran personalidad .
El tiempo marcaba nuestro destino.
-Ha sido muy agradable pero he de irme.
-¿Volveremos a vernos?
-Sin duda.
Y nos vimos. Una y otra vez. Vestidos. Desnudos. Otorgando al presente todo su poder, desplomando nuestra juventud en sueños nacidos entre campanas y hierbabuena .
Recuerdo que la ultima noche estuvimos conversando sobre el futuro, un futuro que solo concebía a su lado.
A la mañana siguiente, me di cuenta de que no estaba pero era normal que saliera solo a pasear mientras yo preparaba el desayuno.
El día era nuboso y triste. Parecía que de pronto el mundo se había vuelto opaco y gris. Una ligera brisa me acariciaba. Pero, ¿Qué está ocurriendo ? ¿Dónde está Carlos?
El desconcierto dio paso a la ira y la ira a la cólera y la amargura . Pero, ¿Por que? Sin una nota, un mensaje, una explicación que diera sentido.
Tuve que aprender a aceptar su ausencia .Pero la casa se me hacia más grande, la plaza del pueblo era una tumba de vagos recuerdos.
Llovía .Las gotas de agua y granizo repiqueteaban en los cristales de mi ventana.
Ya había pasado un año desde que Carlos me había dejado y no volvió a dar muestras de su existencia .Hubo otros hombres en mi vida, otras primaveras inesperadas, otras ilusiones fugaces bañadas por el olvido. Pero nadie volvió a entregarme una mirada llena de palabras.
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.