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El tiempo y las estrellas

Cae la noche y las estrellas se muestran vivas ante mis ojos. El cielo es la expresión sensible del cosmos, un poco de ti y de mí. Conozco en el cielo la expresión de aquello que somos, de ese sensible instante en el que existimos. Veo en el cielo estrellado la viva forma en la que estamos hechos. El lugar donde existimos es una de esas pequeñas manchas de luz que vemos al caer la noche. La luz que llega a mis ojos existe desde siempre y me han acompañado todo este tiempo.

Cada momento existe en nosotros. En nuestro interior se ve el camino a casa, a través de la noche hay una luz que me acompaña y son las estrellas quienes tienen el poder de trabajar nuestras más grandes verdades. El lugar donde existe nuestra más grande realidad es en el cielo estrellado, pues el tiempo tiene lugar en nosotros y el cielo existe en nosotros. Somos el existir de todo esto. El tiempo es una pequeña melodía en nosotros o la existencia de la melodía o la Melodía.

El camino es un poco danzar con las estrellas. Cada paso es un pequeño momento con el destino. Cada paso es un pequeño momento con nosotros mismos, que tenemos en nosotros el más grande amor por quienes nos rodean. El paso acompasado del andar nos lleva a entender que somos música, que el tiempo es ritmo, que la vida canta una canción que nace en el corazón del mundo. Somos también sonido con las estrellas. Somos también música con el cosmos. El sonido de una estrella es algo que se valora cuando uno ha escuchado su reverberación en el cosmos.

Caminamos con los ojos llenos de vida. El camino a casa es una sinfonía de emociones. Las emociones son música y el tiempo es música y nosotros somos tiempo y música. Cada paso es una buena memoria que guardamos en nosotros mismos. Nosotros tenemos la forma de atinar a ser parte de la música del cosmos. Nuestra voz, nuestra palabra a veces mueve más que el sonido de los océanos, a pesar de que el océano habla de cosas infinitas y de una belleza insondable. La música que nuestro corazón escucha se asemeja a aquello que está escrito en el más profundo de los escritos humanos.

La música de las esferas es la música del universo y podemos escucharla al cerrar los ojos y atender a lo más hermoso que existe en nosotros: nuestro amor, pues tal vez ese amor es esa música.

25 de Fevereiro de 2021 às 21:53 0 Denunciar Insira Seguir história
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Dulce Distorsión Hay una forma de comprender el ocaso.

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