En un último acercamiento, su boca se entreabrió y se unió a la mía, deleitándome con su ardiente frescor. Suave, húmeda, cálida, ávida y curiosa. Poco a poco, con cada roce, cada beso se alargaba, cada vez más profundamente, … y ya no había necesidad de respirar. Sus labios se impulsaban como olas entrando con más fuerza en mi interior, y yo, ya no podía más que dejarme embriagar con su deseo.
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.