Siento como si desde hace un tiempo estuviera levitando entre ese estado casi hipnótico entre el sueño y la vigilia. Aquel estado borroso, eclipsado por nubes de pensamientos y delirios, que me hacen dudar muchas veces hasta de mi propia existencia. Hace ya algunos meses que me encuentro sumergida en este dilema opiáceo, como un náufrago a la deriva de sus propios sentimientos, viendo a lo lejos espejismos fugaces. Discrepan entre sí, a veces son montañas cuya sima parece amenazar el cielo, montañas que se derrumban y me arrastran en una avalancha que termina con mi vida, a golpes y caídas. Otras veces veo un rio, cuyas aguas comienzan a hacerse bruscas de repente, y comienzan a tragarme como una boca ennegrecida. A veces, es simplemente una caída sin fin, donde caigo frenéticamente, sintiendo el vacío acariciar mis entrañas, por un trayecto sin final. Los modos son cambiantes, pero todos esos sueños nublados, (o realidades olvidadas) culminan con la misma esencia: ojos. Unos ojos amplios, tal vez exageradamente amplios, que se abren aún más en su asombro al reconocerme. Unos ojos verdosos con matices opacos, que parecen primogénito de la infinidad y el espacio. Espacio, dudoso en esencia pues todo es efímero y termina desvaneciéndose en la nada. Infinidad, una escala que inventamos para cubrir el hecho de que no comprendemos el tiempo, el cual a la vez es una mera ilusión para dar un sentido a nuestra existencia. Ahí en ese preciso momento, cuando esos pensamientos racionales se mesclan con el espejismo fugaz de aquellos ojos verdosos, es cuando mi corazón parece entrecortarse y detenerse por un momento, que me hace ser consiente de todo. Recuerdo algo... pero después se esfuma, transitándome nuevamente hacia aquel estado nublado de confusión.
Ha sido así durante ya un tiempo, por lo que no espere, estimado lector, que la totalidad de la historia a narrar sea entendible para usted. El límite entre realidad e ilusión me parece confuso, y mi cordura, está danzando a millones de kilómetros con alguna estrella purpurea. Más ciertos días, mi mente tiene brotes de lucidez, que me hace ir a mi antiguo escritorio para narrar ciertos aspectos de mi vida, que sería una verdadera pena olvidar.
En un mundo rehén de lo ordinario, supongo que mi historia es un rayo de esperanza para las mentes ennegrecidas, y que, por ende, buscan en su alma las pasiones tangibles que muchas veces se encuentran en lo oscuro. O tal vez, sea una pesadilla que se apoderará de su alma, corrompiéndola y llevándolo a un estado de dulce locura.
De todas formas, creo que al final de mi relato, el límite entre lo irreal y lo que aparentemente pretendemos conocer, carecerá de importancia.
Sin más preámbulos, comencemos.
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.