nanking ASHLEYCOLT 777

Un joven ansioso por entrar a una discoteca, descubre que no todo es lo que parece.


Conto Todo o público.

#sobrenatural
Conto
1
966 VISUALIZAÇÕES
Completa
tempo de leitura
AA Compartilhar

La Ventanilla Número Trece

El joven mira su reloj y el ticket de entrada que había comprado con dos semanas de anticipación para esta noche, lo hace cada cinco segundos y sus gestos argelados son más que evidentes ante tanta demora, inquieto, observa a los cientos de personas que, así como el, esperan poder entrar lo más pronto posible. y al parecer ellas también comparten sus mismas ansiedades y molestias.

El lugar parece un aeropuerto con todos los vuelos suspendidos... ¡Es un maldito caos! Cansado ya de esperar, decide acercarse al guardia de la enorme puerta principal, pero este, apenas el joven le consulta sobre la demora, lo manda a volar sin ningún tipo de reparos. Más que enfadado, el joven decide irse de ese, que de a poco, ya se está convirtiendo en un desagradable lugar.

Está a punto de largarse, sin embargo, antes de hacerlo ve la ventanilla con el número trece, irónicamente para su suerte un hombre bastante entrado en edad la está abriendo justo en ese instante. Sin perder tiempo, el muchacho corre para adelantarse a la multitud que ya se dirigía del mismo modo a esa misma ventanilla.

Llega hasta ella primero que todos los demás, agitado y jadeante, levanta la mano para saludar al viejo empleado.

—¿Cómo le va joven? —responde el anciano al mudo saludo del muchacho, el aspecto del viejo es demacrado y parece estar muy cansado, como si nunca hubiera dormido en su vida.

—No muy bien señor, estoy aquí para plantearle una queja —responde el joven respirando con dificultad.

—¿Dígame en que le puedo servir?

—Si señor, le explico... hace ya no sé cuánto tiempo llevó esperando a que me dejen entrar... ¿Podría decirme a que se debe tanta demora?

—Vea joven, le sugiero que tome un número, o puede hablar con el guardia y tal vez el lo ayude a hacer su espera más relajada, no sé si estará disponible en este momento, como verá, son muchas las personas a las cuales debemos atender.

—Ya hablé con él, pero me dijo que no lo molestará y lo hizo de una manera muy grosera.

—Bueno, si… él es un tipo de muy pocas pulgas, en fin, tome un número y veré qué puedo hacer por usted—. El joven toma un número y al mirarlo vuelve a la ventanilla totalmente indignado.

—¡¿Acaso esto es una broma?! —El anciano que parece aún más cansado ahora que hace diez minutos, le responde.

—¿De qué habla joven? Esta institución es muy seria y aquí no hacemos esa clase de cosas.

—¿No? ¿Qué me dice de esto? —el joven le pasa el número que el anciano le sugirió que tomara.

—¿Qué es exactamente lo que tengo que observar aquí, joven?

—¿Acaso está ciego? Allí figura el número millón, ¡¿Si eso no es una broma no sé lo que es?! —el joven lo ve con furia, y el anciano lo ve con cierta curiosidad y cierta confusión. Los dos se observan mutuamente con mucha tensión, hasta que el viejo se da cuenta de que algo no anda bien. y pregunta.

—¿Alguien le ha informado porque está usted aquí muchacho?... alguien con barba ¿tal vez?

—¿Informado?... ¿Informarme qué cosa?, y no, no he visto a ningún tipo con barba, yo solo quiero entrar a la discoteca, y creo que ya me han hecho esperar lo suficiente, señor. —Al oír eso el anciano parece rejuvenecer, de repente, sus ojos opacos reviven, reflejando un brillo de emociones casi violentas que transforman su rostro en una máscara dura, sádica y estremecedora.

—Parece ser que usted aún cree que está vivo joven y veo que también es bastante «inocente» y eso aquí es más que delicioso—dice relamiéndose sus secos y arrugados labios.

— ¿Qué quiere decir con eso vejestorio? —responde el joven que a duras penas resiste las ganas de golpearle su vieja cara.

—Usted mi apetitoso amigo... está más que muerto y este lugar, no es una discoteca como usted cree, sino que es la gran antesala de los condenados que aguardan su turno para pasar por esa puerta y que irremediablemente los llevará directamente al infierno, no sé cómo usted terminó aquí, pero ya que está tan ansioso por entrar, yo mismo lo llevaré en persona y déjeme decirle que será todo un placer ser su anfitrión durante la eternidad en que, modestamente, también seré su torturador personal.— El joven, al contrario de lo que el anciano esperaba, está más que feliz y dice sin preocupaciones.

—¡Al fin! Ya era hora vejete, tomé, aquí tiene el ticket de entrada, y no se olvide que también es válido para dos tragos gratis.


FIN.

19 de Janeiro de 2021 às 03:09 0 Denunciar Insira Seguir história
5
Fim

Conheça o autor

ASHLEYCOLT 777 Ok, aquí estamos en este fascinante mundo de las escrituras, yo solo soy una amante muy, pero muy aficionada a ellas, desde ya les agradezco si por casualidad leen alguna de mis historias y esperando no aburrirlos con ellas. Yo, encantado disfrutaré también de las suyas, sin más, gracias por el apoyo que quizás ustedes me den en esta maravillosa página.

Comente algo

Publique!
Nenhum comentário ainda. Seja o primeiro a dizer alguma coisa!
~