stxgmxbxgxn 愛 ༻

Te echaré de menos al igual que te recordaré hasta el último de mis días, y espero que cuando muera pueda volver a reunirme contigo, como si es en otra vida. O incluso si nos convertimos en dos estrellas más. Me da igual, siempre y cuando pueda volver junto a tí.


Fanfiction Bandas/Cantores Todo o público. © stxgmxbxgxn

#taekook #vkook #oneshot #taehyung #jungkook #drama #love
Conto
0
870 VISUALIZAÇÕES
Completa
tempo de leitura
AA Compartilhar

• 流れ星 •

🥀

Era una preciosa noche de verano, donde dos jóvenes acurrucados miraban las estrellas.


Por esas fechas era común ver las perseidas que animaban el hermoso cielo estrellado.


Horas pasaban en aquel campo, rodeados de flores y en el silencio de la noche. Siendo los grillos los únicos que rompían de vez en cuando ese silencio cómodo que había entre ellos.


Eran tiempos difíciles aquellos, pero eso no les impedía salir cada noche juntos a mirar las estrellas.


Y es que Kim Taehyung y Jeon Jungkook, dos jóvenes adolescentes, se amaban en secreto. A escondidas de todo el mundo se veían para no levantar sospechas.


1962, Estados Unidos. La homosexualidad no es algo bien visto, además de que ellos eran procedentes de Corea del Sur.


—Jungkook.


Taehyung dijo en un suave susurro, observando el gran manto de estrellas que se extendía sobre sus ojos.


—¿Qué ocurre?


El pelinegro inquirió.


—¿Crees que algún día podremos ser felices juntos?


Jungkook lo miró de repente.


—¿No lo somos ya?


Preguntó, frunciendo levemente el ceño.


—No me refiero a eso. Me refiero a ser felices juntos sin recibir las miradas despectivas de los demás, sin recibir insultos y sin que nos discriminen.


—Claro que lo seremos, hallaremos la forma de ser felices.


—Es que odio cómo esta sociedad no evoluciona mentalmente y se aferra al pasado, a lo que otros les dicen qué está bien y qué no en vez de opinar lo que verdaderamente creen. La gente se aferra a opiniones ajenas y terminan pensando que esas opiniones son las suyas propias también.


—Tienes razón, bebé.


El castaño lo miró, con un sonrojo naciendo en sus mejillas.


—No me gusta cuando me llamas así.


Dijo, formando un puchero con sus labios.


El pelinegro sonrió.


—Pero eres mi bebé, todo tierno y hermoso.


Taehyung sintió sus mejillas arder, su corazón yendo a mil por hora.


—N-No soy un bebé.


Aquejó, apartando la mirada.


—¿Seguro? Tu actitud demuestra lo contrario.


—Pero-


Jungkook rió, acercándose al castaño para acortar la distancia en un suave beso.


Cuando se separaron volvieron a dirigir la mirada a las estrellas, las únicas testigos de su amor.


El tiempo pasaba y ambos veían las estrellas fugaces con una sonrisa en el rostro.


—Jungkookie.


—Dime.


El pelinegro susurró, acariciando el suave cabello del castaño.


—Te amo.


El contrario sonrió más amplio.


—Yo también te amo, bebé.


Y fueron días felices los de aquel verano.


Suerte que supieron cómo aprovecharlos.


🥀


Realmente te comportabas como un bebé.


Un claro ejemplo fue cuando te quise hacer de comer y me hiciste un gran berrinche porque no te gustaba.


O cuando nos acostábamos juntos y siempre me pedías que te diera mimos.


Dios, adorabas que te acariciara el pelo hasta quedarte dormido.


Y hoy recuerdo todo aquello con una gran sonrisa.


Este día siendo uno que jamás he olvidado y que nunca podré olvidar.


Mi corazón no podrá olvidar.


🥀


Año 1964, Nueva York.


Jungkook y Taehyung se preparaban para ir a una de las manifestaciones que se había programado.


Estaba siendo una nueva era para las personas homosexuales y estaban revolucionando el mundo.


Debían hacer que la gente abriera los ojos y viera que no era una enfermedad, si no algo completamente normal.


Sus familias, al saber de su relación, los rechazaron como parientes y se mudaron a Nueva York, alquilando un apartamento cerca de la universidad donde estudiaban.


—¡Taehyung vámonos o llegaremos tarde!


El pelinegro exclamó, viendo el reloj de su muñeca.


—¡Ya casi estoy!¡No encuentro mi pancarta!


Respondió el castaño.


—¡Yo tengo tu pancarta!


—¿Y por qué tienes tú mi pancarta?


—¡Para no perder el tiempo como lo estamos haciendo ahora!


De pronto apareció por el pasillo, terminando de peinarse.


—Bien, pues podemos irnos.


***


Las calles estaban repletas de gente, los gritos, los colores, todo era algo inigualable.


Era la primera manifestación a la que asistían, pero no sería ni mucho menos la última.


La adrenalina del momento, la emoción, la libertad...


Había personas que los miraban raro, personas que tan sólo pasaban por allí como posiblemente hacían cada tarde en su tan monótona vida.


Pero tanto Taehyung como Jungkook y las demás personas de allí ignoraban a esas personas que se negaban a vivir algo nuevo cada día.


Aquello fue algo muy especial, porque entre todas esas personas y en aquel momento se sintieron totalmente libres de ser ellos mismos sin importar qué, sin el miedo de qué pasaría por hacer ciertas acciones.


A la mierda todo.


Y en alto y con orgullo estaban allí, levantando sus pancartas y siguiendo a las demás personas. De hecho, hicieron varias amistades con diferentes personas. Personas de diferentes colores, edades, sexos, personas que a su forma eran únicas.


La vida les sonrió por mucho tiempo, dándoles una vida buena por varios años.


Años que disfrutaron juntos.


🥀


La vida nos sonrió, pero desgraciadamente no por el tiempo que ambos deseábamos.


Todo nos iba tan bien...


Hasta aquél día.


Aquel maldito día.


Y hoy se cumplen 51 años desde que pasó, pero lo recuerdo como si fuera ayer.

🥀


Año 1969, Nueva York.


Otra manifestación a favor del colectivo LGTB, mucha más gente, muchos gritos.


Lo que en un principio había sido una manifestación pacífica, se convirtió en una violenta cuando los policías intervinieron sin necesidad alguna, agrediendo a varias personas sin motivo.


Ese fue el detonante de lo que ahora era un completo desastre.


Se oían disparos, botellas de vidrio rompiéndose y más gritos.


Taehyung y Jungkook no sabían qué hacer a esas alturas más que defenderse y tratar de salir de allí.


Ellos no querían participar en algo tan violento como aquello.


Veían a su alrededor personas rabiosas y sedientas de justicia, reclamando los derechos que les pertenecían, pero había otras maneras de actuar.


—Jungkook, tengo miedo.


Taehyung dijo, con los ojos vidriosos y con el pulso acelerado.


—Tranquilo, saldremos de aquí. Yo te sacaré de aquí. No temas por nada, bebé.


El pelinegro trato de tranquilizarlo, besando los labios ajenos.


Y en los momentos que él veía adecuados avanzaba, sujetando fuerte la mano del castaño y cerciorándose de que lo seguía.


Estaban a punto de salir de todo aquel desastre cuando un policía les impidió el paso.


—¿A dónde creéis que vais?


El policía inquirió.


Los otros dos sólo se quedaron allí paralizados, tragando saliva y sintiendo su pulso acelerarse aún más.


—Só-Sólo queremos irnos a casa, por favor.


—Vosotros dos no os vais a ninguna parte, par de maricones.


—Oiga, nosotros no queremos hacer nada.


Jungkook dijo, avanzando un paso.


El policía entonces lo apuntó con su arma.


Tras haber visto cómo otras personas se habían abalanzado contra sus compañeros él no quería correr el mismo riesgo, claro que ellos en verdad eran personas pacíficas.


—¡No te muevas!


—Por favor, déjenos pasar. Vivimos a unas manzanas de aquí, no queremos hacer nada.


—¿Y se supone que yo debo creérmelo?


Taehyung no había dicho nada, Jungkook estaba siendo el único en poder hablar. Aunque los dos estaban igual de nerviosos.


Jungkook trató de avanzar más, y el policía no dudó en apretar el gatillo.


Todo pasó tan rápido.


Pero la bala jamás llegó a atravesar el organismo del pelinegro.


Un pitido insoportable fue lo único audible para Jungkook, aún sin saber qué acababa de pasar.


Cuando su vista se enfocó bien tras el disparo, sintió su alma y su corazón romperse en pedazos.


Taehyung cayó al suelo, con sangre saliendo de su boca y de la gran herida que tenía en el lado izquierdo de su pecho.


—No...


Jungkook susurró, arrodillándose para poder tapar la herida del otro.


—Lo siento, no podía dejar que te hiriera.


El policía tan sólo se fue, no queriendo saber nada más de aquello.


Lágrimas comenzaron a salir de los azabaches ojos del pelinegro sin control alguno, quien sollozaba de dolor.


—Tranquilo, t-te pondrás bien. Te llevaré a un hospital y te curarán.


El castaño sonrió, aún sintiendo un terrible dolor en el cuerpo.


Comenzó a toser, escupiendo sangre.


—Estoy cansado.


Murmuró.


—Y hace frío...


Jungkook vio cómo aún así formó un puchero con su labio inferior.


Algo en su corazón dolió.


—Lo sé, bebé, pero no cierres los ojos, ¿okay? Vamos, mantente despierto.


Y Jungkook comenzó a pedir ayuda, llamando la atención de varias personas que se acercaron para socorrerlo.


—Jungkook, te amo.


—Yo también te amo, Taehyungie.


—Quiero que hagas algo por mí.


—Lo que quieras.


—Nunca me olvides.


El pelinegro sollozó en silencio.


—Jamás.


Y el castaño volvió a sonreír, sintiendo sus párpados demasiado pesados.


Todo el ruido, los gritos de Jungkook pidiéndole que se mantuviera despierto, todo se hizo lejano hasta volverse nada.


🥀


Y te fuiste.


Como una estrella fugaz viniste a mi vida y te marchaste de la manera más imprevista.


Aquel día me salvaste la vida, pero al mismo tiempo me morí tras perderte.


Y hoy vengo a este lugar, recordándote como te prometí.


No ha habido un sólo día en el que no pensara en tí, en nuestros días juntos.


Siempre te he recordado y te recordaré como el único amor de mi vida.


Y, ¿recuerdas que hace ya muchos años te comenté que adopté un niño? Para ser más exacto, el hijo de mi hermano -el único que no les dio la espalda-, quién al parecer me puso a mí como tutor legal en caso de que él muriera.


Jeon Taehyung, aunque aquí el apellido va después del nombre, pero eso es irrelevante ahora.


La cuestión es que hace unos días él y su mujer tuvieron una pequeña bebé.


Si aún estuvieras aquí quizás habrías podido conocerla.


Te habría encantado, pues siempre te gustaron los niños.


Ambos habríamos sido abuelos.


Te echo de menos, bebé.


Y siempre lo haré.


Te echaré de menos al igual que te recordaré hasta el último de mis días, y espero que cuando muera pueda volver a reunirme contigo, como si es en otra vida.


O incluso si nos convertimos en dos estrellas más.


Me da igual, siempre y cuando pueda volver junto a tí.




🥀

17 de Janeiro de 2021 às 23:11 0 Denunciar Insira Seguir história
3
Fim

Conheça o autor

愛 ༻ ¡Hey! Soy Ai~ Bienvenidxs a mi pequeña cuenta 🌺 Me gusta mucho la temática de ángeles y demonios. Amo escribir drama pero me duele leerlo.

Comente algo

Publique!
Nenhum comentário ainda. Seja o primeiro a dizer alguma coisa!
~