Blue
Pasea por los pasillos, en busca de un disco. No uno en especifico, sólo que le llame lo suficiente. Explorar cosas nuevas es lo que necesita.
"Georgia" sonando por los parlantes de la tienda. Tienda que esta hasta el tope a pesar de ser lunes por la tarde.
Recorre los pasillos en busca de un género. Jazz. Metal. Rock. Clásica. Pop.
Encontrando uno que, al parecer, le llamó la atención, lo toma y lo gira para ver el contenido de canciones que hay en el.
Satisfecho con que su búsqueda valió la pena, decide ir a la caja para pagar.
Al estar cerca la voz de un chico, hablando con el cajero sobre su compra, hace que lo volteé a ver.
El chico, del cual desconoce su nombre, lleva un gorro en la cabeza, no dejando ver el color de su cabello, lleva guantes y jeans del mismo color, azul.
El chico, terminando de pagar, con una reverencia se despide, para después salir de la tienda.
Sigue con la mirada al chico hasta perderlo de vista, para después volver a lo suyo.
Grey
Camina por el parque, centrando su vista en su Caniche, que va de aquí para allá, corriendo.
Decide sentarse en una banca, para de ahí, vigilarlo.
Desde su lugar le ve jugando con otro perrito.
Frunce el ceño ¿Y de dónde salió aquella bola peluda? Se pregunta mientras lo ve correr junto con su nuevo amigo.
― ¿Me puedo sentar aquí?
Una voz grave lo hace dejar de ver a los caninos para poner su atención en ella y voltear a ver a el dueño de aquella voz.
Es un chico. De cabello gris. Viste una sudadera amarilla, que combina con sus tenis.
Asiente, haciéndose a un lado para que el chico se siente.
― ¿Es tu perro? ―pregunta, haciendo un movimiento con la cabeza apuntando al Pomerania.
El chico asiente con una sonrisa en sus labios.
―Sí. Su nombre es Yeontan. ¿Él es tuyo? ―pregunta el peligris.
Asiente. ―Se llama Holly.
―Es muy lindo ―dice con sinceridad en su voz.
Vuelve a asentir, regresando su vista a los perritos que yacían jugando.
El silencio se podía palpar en el ambiente. Incómodo. Esa es la palabra para describirlo. Pero siendo roto por el peligris.
― ¿Quieres ir por un helado?
―Ni siquiera sabes mi nombre y ya me invitas un helado ―dice entrecerrando los ojos, sin despegar su vista de los caninos.
―Bueno, tu perro es lindo.
Negando y bufando por fin le voltea a ver.
― ¿Por qué he de aceptar si no te conozco y no sé tu nombre?
―Ah, bueno ―dice el peligris, girando hacia él―. Me llamo Kim Taehyung, un placer. ―dice haciendo una pequeña venia y sonriéndole.
―Bien, Kim Taehyung ―dijo asintiendo―. Pero no te conozco.
―Para eso es el helado. Para conocernos. ―dijo con entusiasmo.
Voltea para ver a Holly que ahora se encuentra junto con Yeontan, enfrente de ellos, sentados.
―Bueno. Pero si tú pagas, porque no traje mi bille...
―Claro, no es problema. Vamos. ―dijo, agarrando las correas de los perritos y levantándose de la banca.
Extendió su mano para que, el chico que aún no sabe su nombre, la tomase.
La acepta y se levanta para después ambos, junto con los perritos, fueran por los helados.
―No me has dicho tu nombre. ―dice, viendo hacia Yeontan.
― ¿Para?
―Bueno, si te voy a invitar un helado, al menos debo de saber tu nombre, ¿no crees?
―No.
Taehyung abulta su labio inferior en un puchero pero al instante lo cambia a una sonrisa.
―Bueno, entonces te diré "Señor Blanquito".
― ¿Por qué?
―Porque eres blanco, tanto como la nieve.
Yoongi negando bufa por su comentario.
―Vamos por los helados ―dice, tomando la mano a Taehyung.
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