El gran muro blanco se alzaba en el horizonte. Su gran envergadura nunca dejó indiferente a nadie que lo observase; la cordillera de los Andes estaba desde antes que el hombre y seguiría estando ahí después de la desaparición de éste.
Luego de la formación de la confederación de naciones de América del Sur —mejor conocida como CONASUR— se acordó, en el tratado de Malvinas, la creación de una cárcel de máxima seguridad inexpugnable: la prisión confederada de los Andes.
La fortaleza ofrecía dos obstáculos para quienes quisieran fugarse: se encontraba completamente automatizada y la electrónica estaba revestida en una aleación de titanio y grafeno, lo que hacía prácticamente imposible violar la seguridad. En segundo lugar, de lograr escapar, los prófugos debían sobrevivir a una caminata en un radio de ciento cincuenta kilómetros de montañas y tormentas de nieve. A cincuenta años de su fundación, nadie había logrado escapar con éxito de nueva Alcatraz.
Hasta que apareció un grupo de valientes que lo consiguió…
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.