Y ahí estaba viéndome desde la ventana con esa cara roja que parecía manchada de sangre, sus ojos me intimidaban su mirada era pesada con maldad pura. No podía moverme y esa pesadez en mi pecho me daba piquetes de muerte, quería gritar pero la voz estaba atorada no tenía forma de salir. Nos quedamos mirando, me desmayé.
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.