princessangela_12 Ángela Angelino

No saben cómo ella cayó en su juego y él se terminó enamorando de ella dejando de lado todo por intentar no perderla. Aunque eso significara lo contrario al final de todo. Eric y Emily se encariñaron el uno del otro. Así la joven no supiera el motivó en un principio porque estaba con ella. Su persona sabía muy bien que, a pesar de todo, él la escogería sin importar si su relación terminaba en un desastre total.


Drama Impróprio para crianças menores de 13 anos.

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Prólogo

La preparatoria puede ser el peor de los infiernos para muchos. Ese lugar en el que debes aprender a sobrevivir o morir en el intento. Ser como los superiores para poder encajar, aunque eso sacara también la peor de tus reputaciones con quienes te importaban. Eric Zachary no era la excepción en esos grupos, mucho menos por ser su segundo año repitiendo el último curso. Solo lo hacía por utilizar a las de menor edad que él al ser tan ingenuas. No obstante, esto también representaba su última oportunidad de graduarse si no quería tener un año de baja sin poder acercarse a la institución. Él estaba cansado de ese regaño, solo quería divertirse, todo se lo sabía de memoria e incluso pasaba. Simplemente le daban de baja por su conducta y por uno que otro problema de hacer lo indebido en dicha institución pública.


Aunque hoy era fin de semana, sábado para ser específicos. Hoy solo causaría inconvenientes para él mismo. Se encontraba con sus conocidos en la plaza del centro comercial admirando las bellezas que pasaban por ahí, diciendo cual se cogerían para esta noche casual, pero el hombre al mando las ignoraba, ninguna tenía su atención. Bebía de su malteada mientras sus acompañantes silbaban con sus hormonas por las nubes. Seguía preguntándose porqué aquellos chicos lo perseguían, ya tenía suficiente con sus asuntos como para ser niñero.


Despejó su vista del panorama fijándose en una cabellera pelirroja que se aparecía entre la gente. Al sorber, nuevamente de su bebida, se ahogó con esta. Se encontraba asombrado de que viera un estilo de cabello de esa manera. Sus "amigos" se extrañaron de su reacción, y decidieron ver que lo había puesto así.


—Oh, alguien está interesado en una de las Blair —comentó su amigo al percatarse de a quien observaba.


—¿Una de las Blair?


—Si, son dos, la de cabello castaño que está en el club de teatro, Julieta Blair —informó el más joven del grupo—, y la pelirroja roba mirada es Emily Blair, por las quejas que he oído de su prima.


El nombre de la de cabellos rojizos sonaba muy bien, no le importaba, Eric estaba interesándose en tener así sea una noche con ella.


—No aceptará.


—¿Por qué no, Louise? —interrogó Zachary desesperado.


—Es una chica difícil, solo le decimos <<roba miradas>> por el color hipnotizante de su cabellera, es bastante linda, pero si quieres tener sexo con una Blair, ella no es tu opción.


Refunfuñó, igual no se limitó a seguir el consejo de su conocido. Prosiguió a levantarse y acercarse a ella viéndola tan distraída, se paralizó al estar cerca, ¿qué le pasaba? Él no era así desde hace mucho tiempo.


—¡Nos vemos el lunes, Sammy! —se despidió ella de su amiga—¡Ay! pero ¿qué?


Emily fijó su vista para saber a quién se tropezó sin querer.


—¡Lo siento! Yo solo pasaba por aquí y quería saludarte...


—¿Tú eres?


—Eric... Eric Zachary—extendió su mano de forma torpe.


—Un placer, Eric, soy Emily, pero me tengo que ir —soltó de forma evasiva.


La tomó del brazo.


—¿No te gustaría quedar más tarde? —cuestionó como reflejo.


—Eric, mira conozco tu reputación... te he visto varias veces en la preparatoria, no estoy interesada en ser de tus juegos. Hagamos como que esto no pasó —fue directa—. Solo confórmate con saber mi nombre.


Se desprendió del agarre para desaparecer, otra vez entre la muchedumbre. El hombre se quedó perplejo de que fuera rechazado. Divisó a donde estaba su grupo, lo miraron con cara de te lo dije. Sin embargo, se acercó con molestia a ellos.


—Da nos la razón, compadre —le insistió uno de sus conocidos al borde de la risa—. Además de que tenía embobado, verte así fue lo mejor.


—Cállate, Tyler, ¿crees que no podría tenerla a mis pies si quisiera?


Su pandilla explotó a carcajadas.


—Huelo a un reto —expresó Louise conociendo a su líder.


—Pongan condiciones, imbéciles, yo los he ganado todos —recordó orgulloso—. Saben que logro lo imposible.


Sus conocidos se interesaron, esto estaría bueno.


—Mm, si tanto quieres una Blair, ¿por qué no estás con ambas?


Su mirada cambió a una muy seria. Ahora esto no le gustaba.


—Si, Eric, como siempre logras lo que quieres. Tú deberías estar con Julieta en una relación formal y acostarte con Emily, y ya sabes... tener un poco de sus fotos indebidas —subió de tono Louise—. Así todos ganaríamos, es la única de la institución que nadie conoce que tiene debajo de ese uniforme.


—Por favor, como si no fuera nada que no hayan visto en otras —defendió.


—Qué adorable eres, eso también te lo diría, pero es una apuesta —Tyler se unió a la disputa—. Solo queremos saber que oculta la señorita roba miradas, después de todo, es virgen; otro punto a tu favor.


Eric se asombró. Hizo memoria a la silueta que vio de ella, su cuerpo estaba demasiado moldeado como para ser negado que fue tocado por alguien.


—¿Por qué incluyen a su prima? —retomó las condiciones mientras ideaba estrategias—. Yo solo quiero algo con la pelirroja.


—Verás, Zachary, sabemos que Emily es de cosas formales. Su prima, no —aclaró el más callado del grupo—. Julieta es más de cosas de una noche que la hagan sacar su bestia hambrienta entretanto la linda chica de pecas es muy tranquila en esas cosas...


—Al grano, Steven.


—Solo queremos invertir los papeles con ellas —precisó—. Claro que ninguna de las dos debe de saber la situación, ahí perderías en caso de que logres tu cometido.


—No es nada complicado para ti. Eres Eric Zachary, por favor, te acostaste con una profesora —alentaba Tyler—. Sabes que quieres, y obtendrías premio doble.


El mayor de esos adolescentes hormonales pensaba. Casi nunca se involucraba en apuestas de infidelidad por cosas pasadas, sin embargo, tenía muchas ganas de poder hacer a esa pelirroja suya. Meditó por última vez si era lo que quería, después de todo, si lo era.


Aunque no como lo esperaba.


—Vamos, Eric, ¿qué dices? ¿Aceptas?

Respiró profundo para dirigirse a su conocido.


—Acepto.

5 de Setembro de 2020 às 22:15 0 Denunciar Insira Seguir história
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