karasu_tengu Karasu Tengu

En un imperio en decadencia, los héroes ahora eran los villanos...Y los villanos, quienes buscaban reconstruir la gloria y paz de tiempos pasados. En la pequeña aldea del sur, nacería aquel que traería la esperanza, y cumpliría con la sed de venganza, del pueblo oprimido.


Aventura Todo o público.
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Historia de niños

En la aldea era tradición que, al momento de cumplir los 15 años, los niños debían superar algunas pruebas impuestas por el líder para demostrar su madurez y así poder ser vistos como adultos por el resto de la población.

- Y recuerden siempre avanzar, los dioses les guían y protegen. Sobrevivan para ser un miembro y guerrero más por el imperio.

Éramos Ivar, Aila y yo. Desde nuestro primer encuentro juramos avanzar y crecer como hermanos, y hoy era el día de demostrar nuestra fortaleza. Nos habíamos preparado toda nuestra vida, siempre habíamos entrenado y apoyado para alcanzar nuestros sueños. Seremos héroes, traeremos riqueza y fama a nuestra aldea. Ese es nuestro deber, esa es nuestra misión y por eso lucharemos hoy.

- Recuerden, cada uno de ustedes debe buscar el escudo con su runa. Esta runa les identificará toda su vida de adulto. Tienen 24 horas para encontrarla, si no vuelven con ella, fallarán y deberán intentarlo nuevamente el siguiente. ¿Tienen su equipo listo?

Esben llevaba veinte años siendo el líder de la aldea. Fue elegido por el antiguo líder luego de ser uno de los únicos sobrevivientes luego del ataque de la aldea de al lado. Ahora ya viejo, cada palabra que salía de su boca reflejaba sabiduría.

- Aila, eres la más veloz y ágil del grupo, pero eso para tu vida será insuficiente. Veremos como has desarrollado tus otras capacidades. Deberás dirigirte al este.

- ¡Si!

- Ivar, eres el más robusto y fuerte del grupo, y por ello temo que no seas capaz de reaccionar y enfrentarte a los distintos lugares de Iwar. Tú iras al norte.

- Si, señor.

- Y Einar, eres ágil y fuerte, pero idiota. Si no fuese por los otros dos, ya habrías muerto. Veamos si eres capaz de sobrevivir por ti solo, irás al sur.

- Un segundo líder, ¿Al sur?

- Así es.

- Pero…

- Te hemos preparado una barca para que puedas partir. Ahora, espero que puedan cumplir con mis expectativas, sé que podrán demostrarme cuanto han crecido.

Luego de sus palabras se dirigió al centro de la aldea y se sentó frente a frente a la estatua de nuestro único héroe local.

- Ei, otra vez tu mala suerte sale a flote, quizás lo que dijo Ivar es cierto…

- No he sido abandonado por los dioses. Ya verán, seré el primero en regresar.

- Me gusta tu actitud, pero cuando yo sea el primero en volver, tu serás quien pague los tragos de la celebración.

- Ivar, tu solo piensas en el alcohol…

Cayó la noche, las empalizadas que rodeaban la aldea fue iluminada en cada una de sus esquinas con antorchas. La prueba había comenzado.

- Nos veremos pronto hermanos.

- Que los dioses les guíen.

Nos separamos por primera vez en mucho tiempo.

En el mismo instante corrí hacia los muelles, allí una figura familiar me esperaba con mi barca.

- ¡Rápido Einar! No vayas a querer desperdiciar tu tiempo.

- ¡Egil!

- No hay tiempo para hablar, solo te puedo decir que yo fui quien preparó el escondite de tu escudo. Suerte muchacho.

Tomé la barca y comencé a remar hacia el sur. En la costa no podía verse nada, el fuego de mi antorcha era lo único que iluminaba mi camino y las aguas tranquilas solo hacían aumentar mi ansiedad.

A todos los jóvenes nos motivaba la idea de ser héroes, aquellos legendarios guerreros y guerreras bendecidos por los dioses, aquellos que son el pilar mas fuerte del imperio. Hakon, el hermano mayor de Egil, se había podido convertir en el primer y único héroe de la aldea, seria conocido como Hakon, el héroe de la espada de plata, al ser quien, por su cuenta, defendió tres de las seis aldeas del sur del ataque de una colonia de 500 licántropos.

- Estoy seguro, en un par de años, lo superaré y me convertiré en uno de los 10 héroes dorados. El emperador me reconocerá y hará de la aldea una de las capitales.

Llevaba dos horas navegando, no podía encontrar nada que me llamase la atención.

- Según la información que manejo, al sur no hay ninguna isla ni cumulo donde se pudiese esconder mi escudo. Egil, maldito donde lo habrás dejado. Mi estomago ruge y no traje ninguna cosa para comer.

Quizás en la barca…

Algo en mi mente me decía que las palabras de Egil eran una pista para poder encontrar mi escudo, pero con el estómago vacío no podía pensar con claridad.

- ¡Ajá! Una red de pesca, esto será suficiente para sacar uno que otro pez. La antorcha será suficiente para cocinarlo jejeje.

Vamos pescaditos, vengan, vengan…

Dos horas más pasaron… Mi estomago me estaba matando.

- Ahora entiendo las palabras del líder… de seguro soy el único del grupo quien no trajo algo para comer durante la prueba. ¡Maldición sabíamos desde el inicio que duraría 24 horas! ¡¿Por qué no traje algo para comer?! Soy un idiota.

Me rugen las tripas… Y aun no puedo ver nada donde poder buscar mi escudo.

De pronto, algo comenzó a jalar con fuerza la pequeña red de pesca.

- Un momento, acaso…

Rápidamente comencé a jalar de la red.

- Egil…Maldito bastardo.

Enredado completamente, logré “pescar” mi escudo. Junto a él, una pequeña caja estaba atada. Dentro de ella, había una nota.

- “Se lo imbécil que eres aún, de seguro seguirás al pie de la letra las instrucciones del líder y, podría asegurar que no estabas llevando nada mas que armas a esta prueba. Puse la red para que puedas encontrar algo mas que tu preciado pez. Egil”

Lo suponía…Pero misión cumplida, ahora volveré rápidamente a la aldea, me esperan al menos cuatro horas de remar.

Luego de unas horas, podía ver como salía el sol.

- De seguro estos dos ya están comiendo y celebrando en la aldea… puedo oler fácilmente el humo que viene desde allí.

Pero pronto, me daría cuenta que ese humo no era proveniente de una celebración temprana…

- Esto…No puede estar pasando, ¿Qué esta pasando en la aldea?

Se podía ver las casas siendo consumidas por el fuego. De lejos se lograba ver algunos de nuestros guerreros enfrentándose a otros de aspecto extraño y que nunca había visto antes.

- ¡Rápido! ¡No los dejen avanzar más! ¡Protejan a los aldeanos!

- ¡Siii!

Debo darme prisa, debo ayudar en la defensa, de lo contrario ¿Cómo me podré considerar un adulto si no ayudo a mi pueblo?

El aire se volvía cada vez mas pesado y se hacía difícil respirar.

- ¿Qué pasa con esta sensación? Me siento extremadamente débil…

En unos minutos, pisé tierra firme.

- ¡Por aquí hay otro!

- ¡Matadlo ahora! ¡Solo tomen a los niños!

- ¡No lo permitiré!

Tan pronto me bajé de la barca, vi a uno de los hombres perseguir a uno de los niños de la aldea. Rápidamente una figura familiar acudía en su defensa.

- ¡No me subestimes! ¡Yia!

- ¡AAHH!

- ¡Maldito! ¡Pagarás por- ¡AAHHH!

- ¡Einar!

- ¡Egil! ¿Qué está pasando? ¿Quiénes son estas personas?

- No lo sé. Aparecieron de la nada… Rápido, debemos retirarnos, no somos rivales contra ellos, nos superan por mucho en número…y habilidad.

- ¡Pero!

- ¡Es una orden! ¡Protege a los aldeanos! ¡Con la guardia los estamos entreteniendo en la puerta del este, pero como puedes ver, cada vez están pasando más! ¡No podremos aguantar por mucho más!

- ¡Yo puedo ayudar! ¡Mira! ¡Tengo el escudo conmigo! ¡Ya no so-

- ¡Obedece! El líder aun no ha proclamado que has superado la prueba, ahora vete y ayuda a los demás.

Con esas palabras, Egil tomó una vez más su espada y se dirigió hacia la puerta este, donde se suponía estaban plantando la defensa.

- Si solo hubiese ido con ellos…

El fuego había pasado a cada una de las casas, no había salvación, la aldea terminaría completamente hechas cenizas.

- ¿Cómo hicieron esto? Ni siquiera veo flechas que hayan podido ser las responsables…

Me dirigí corriendo hacia la puerta del oeste, pronto podría ver algunos de los aldeanos huir por ahí.

- ¡Rápido! ¡Rápido! ¡Debemos dirigirnos al refugio!

- ¡Líder!

- ¡Einar! ¿Estás bien?

- ¿Dónde están los demás? ¿Dónde están Aila e Ivar?

- Aun no regresan de sus pruebas, espero que sean capaces de darse cuenta de lo que esta pasando en el pueblo y puedan refugiarse en algún lugar. Rápido, vamos a la cueva de la costa oeste.

- ¡Si!

Fuimos lo más rápido posible hacia el refugio natural que teníamos en caso de emergencia, una gran cueva ubicada en un risco al oeste de la aldea. Lo usábamos de mirador y faro.

- Einar, eres el único que está armado aquí. Guía y protege a los demás.

- ¿Y tu líder? ¿Qué pasará contigo?

- No te preocupes. Iré a lo alto a encender la hoguera, de esta manera alertaremos a las aldeas vecinas de lo que sucede. Ya vuelvo.

- ¡Líder!

Al llegar a lo profundo de la cueva, nada mas que una veintena eran los sobrevivientes del ataque.

Ancianos y algunos niños…Eran todos los que habían logrado huir del ataque. Los demás, adultos y jóvenes guerreros debían estar enfrentándose a los invasores.

- ¡Debería estar con ellos defendiendo nuestra aldea!

De pronto, un gran temblor sacudió toda la cueva.

- ¿Qué ha sido eso? ¿Una explosión?

Dos temblores más sacudieron la zona.

- ¿Qué estará pasando afue-

Un fuerte golpe hizo realidad uno de mis miedos. Habían roto la puerta de la cueva…Ya no teníamos donde correr.

- Todo el mundo, síganme, yo ganaré tiempo y- AAHHG

- ¿Escucharon eso? Este mocoso tiene agallas, Jajajaja.

Mi pierna había sido atravesada por una flecha, o eso creí.

- ¿Era necesario hacerme gastar maná con un niño como el? Simplemente podrías haberle arrojado tu lanza.

- ¿Estas enojado? Es muy aburrido el matarlos y ya. Además, estoy furioso, uno de ellos jodió mi ojo.

- ¿Y qué? Eso significa que eres débil.

- Tsh, si fuese un poderoso mago como tu y tus hermanos no hubiese recibido ni un rasguño.

- Acabemos con esto rápido. Recuerda en que consiste nuestro trabajo.

- Si, si, no lo he olvidado.

Al cabo de unos segundos, la extraña flecha había desaparecido. La sangre no dejaba de salir.

- Yo…No lo permitiré. Si aquí he de morir, entonces yo da-

- Ups, creo que eres incapaz de resistir la descarga del impacto ¿No es así, pequeño guerrero? Pero no te preocupes, solo estamos recolectando materiales.

- Estas tardando demasiado, ¿Acaso no puedes enfrentarte a los viejos?

- Jajajaja, que impaciente eres. ¡Lo se! Los niños son muy preciados por ustedes.

- Detente…

Los dos sujetos tomaron sus espadas y, lentamente, comenzaron a asesinar a cada uno de los sobrevivientes, exceptuando a los niños.

Los gritos de súplica, dolor y muerte se convertirían en cosa de minutos en el himno que resonaba en toda la cueva.

- ¡AAAH-

- ¡Y este era el último! Malditos ancianos, hicieron que mi espada se estropeara.

- Yo…los mataré…yo seré un hero-

- ¡Jajajaja! ¿Lo has oído? De verdad cree que los héroes son lo mejor de este mundo

- Olvídate de esas historias muchacho. El mundo no es tan bueno como crees. Ya lo verás, cuando lo conozcas en persona jajaja.

- ¡Bien! Que los demás traigan las AAHG-

- ¡¿Pero que-

Una lanza y una espada acabaron con la vida de ambos desgraciados. Nuevamente, el estaba aquí.

- ¡Einar! ¡Niños! ¡Deben irse ahora!

- Egil…

- Afuera ya no podemos hacer mas… No con el entre nuestros enemigos.

- Egil… ¿Qué esta sucediendo? ¿Dónde están los demás?

- ¡Mierda! ¡Han entrado mas!

Otros tres sujetos fuertemente armados estaban frente a Egil.

- ¡Nos has cabreado!

- ¡A llegado tu hora!

- ¡Los dioses me sonríen! ¡Por Odín y Thor! ¡Moriré como un verdadero guerrero! ¡Mi honor estará intacto! ¡A diferencia de ustedes, ratas cobardes!

- ¡Ah callar!

- ¡Acabemos con esta sanguijuela!

Pese a sus heridas, Egil les plantaría combate. Ahora estaba seguro, nadie podría salvarnos…

- ¡AAHHH!

- Egil….

- ¡Esto no es nada! ¡Aun puedo luc- Aggh

- ¡Tu brazo ha sido cortado con mi brillante espada!

- El veneno se hará cargo del resto

- Ugh Ah, Ah…Yo… ¡No me subestimes!

En un movimiento desesperado, Egil tomó su espada y se abalanzó hacia los enemigos atravesando el pecho de uno de ellos.

- ¡Maldito salvaje!

- ¡Muere!

- Einar…Lo siento… yo…debo decirte qu-

- Calla, perro. Tus dioses te han abandonado.

- Egil… Egil… Padre…

Luego del desastre de hace unos cinco años, los padres…de Ivar, Aila y míos habían muerto en combate. Egil nos cuidó y crio como si fuéramos sus hijos. Abandonó sus sueños de seguir los pasos de su hermano para hacernos unos verdaderos guerreros. Pero yo…No pude ni levantar mi espada…

- Bien, tomemos a los niños.

- ¡Ey! ¡Traigan las jaulas!

Cada vez me sentía mas y mas débil. Ya no sentía dolor alguno, no podía olvidar la cara del cadáver de Egil… Los extraños sujetos nos sacaron en grandes jaulas de animales. Nos amontonaban a la fuerza.

Al cabo de unos minutos estábamos en lo que una vez habían sido la puerta del oeste, ahora hecha un desastre, al igual que el resto del pueblo.

- ¡Recuerden las ordenes de nuestro gran héroe!

- Vilheim, la lanza dorada busca algunos aptos para hacerlos sus posibles discípulos…o mascotas Jajajaja

- ¡Los de trece y quince años a este lado!

- ¡Capitán! ¿Qué hacemos con este? Al parecer era uno de los que aspiraba a superar la prueba como los otros dos.

- Tsh, ya esta estropeado. No quiero que Vilheim me parta en dos por llevar a uno con cara de muerto.

- Pero los otros dos…

- Al menos dieron mas pelea que este gusano. Tíralo con los demás, no me sirve de nada.

Uno de ellos me tomó y me arrojó a un gran agujero que habían cavado. Estaban los restos de todos mis hermanos y hermanas del pueblo. De reojo, pude ver a los dos a los cuales ese bastardo se refería.

- Ivar…Aila… Lo siento…Por ser tan débil…

En una jaula podía ver a Ivar, estaba consiente pero…

- ¡Vamos Aila! ¡Resiste! ¡Solo un poco m-

- ¡Calla gusano!

- ¡Ey no los maltrates tanto!

- Eso dices, luego de cortarles las piernas a uno y a la otra sus manos. ¡Que hipócrita!

¿Las manos y las piernas?...Entonces ellos ya…

- Si sobreviven el viaje, serán buenos especímenes para ellos ¿Sabes?, si no lo logran, pues se los daremos a los lobos en el camino.

- Jajajaja, buena idea.

- ¡Todos! ¡Larguémonos! ¡Hemos cumplido!

Mi aldea, mi familia, mis amigos…Todo se había perdido entre el fuego y las espadas. Ya no podía más…


Por un segundo hubo oscuridad, mi mente ya no podía procesar nada. Lo siguiente que vi fue.

- Ey, ha despertado ¡Ha despertado!

- No puedo creer que lo lograras Kath, de verdad estaba vivo.

- Ey, ey, ¿Estas bien?

- Yo…Los mataré a todos…a cada uno de ellos… hasta encontrar y cortar su cabeza…

- ¿Eh?

13 de Outubro de 2020 às 21:12 0 Denunciar Insira Seguir história
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