lkentaro Kentaro Kun

"El Destajador Ancestral" es una criatura que está en contra del orden establecido, va contra la iglesia y no pertenece a ningún gobierno conocido. Es una criatura caótica que trae muerte, desesperación y destrucción a quienes tienen el atrevimiento de desafiarle. Lo que la gente ignora por completo es que se trata de ¿Una bella mujer zorro? Kentaro es el humano que descubrió este secreto de la peor manera posible, ahora que captó la atención de la mujer más fuerte del mundo es convertido en su aprendiz sin posibilidad de negarse a cambio de viajar y conocer todo el mundo. ¿Podrá el aprendiz más débil seguirle el paso a la maestra más fuerte? (Estoy re escribiendolo)


Fantasia Medieval Impróprio para crianças menores de 13 anos.

#343 #227 #7 #Humanos-bestia #217
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Un dia de clases

En el mundo la magia lo es todo, y la magia es conocida por lo que en muchas culturas se conoce como “Maná”, otras muy pocas le conocen como “chacra” y con algunas excepciones consideradas de baja educación le llaman “energía vital”.


Todo lo anterior, sirve para definir esa misteriosa aura que todos los seres vivos en el mundo poseen pero que pocos la dominan en su totalidad. En efecto, controlar la magia es algo maravilloso pues nos da resultados productivos muy importantes.


— Gracias a esto, podemos usar la magia de muchas maneras facilitando nuestra vida cotidiana y bla bla bla — Kentaro bosteza con claro aburrimiento mientras la exposición continua, el joven usa sus brazos cruzados como una almohada mientras espera que la clase termine. — Samara, despiertame cuando la clase termine


— Idiota, te van a regañar otra vez…


— Te pagaré, serán dos panes de hierba fina como te gustan —La sonrisa tierna de Kentaro trata de convencerla


—¿Crees que puedes pagarme con comida? —Samara le mira de reojo con enojo


— ¡Sam!


— No necesitas pagarme, solo quiero que hagas mi informe para esta clase — Samara tambien bostezo de aburrimiento, ella saca un libro de su bolso para leerlo mientras espera el final de la clase — A los elfos se les dificulta dormir cuando no es tiempo…


— Lo que digas orejas largas…— Kentaro se queda dormido a pesar de recibir un golpe en el hombro, confiando en su aparente única amiga en toda la academia.


Samara dio un suspiro de resignación, sus orejas se movían de arriba hacia abajo siendo esa la unica expresion que su cara podía emitir mientras lee el libro que trajo de su casa. Al final de la clase el profesor los llamó aparte a ambos dejandoles un taller extra por estar distraídos.


— Vamos a la biblioteca, tu terminas de leer tu libro y yo hago los dos informes, así tienes tiempo para leerlos y elegir el que más te guste — Ambos caminan juntos después de ser regañados por el profesor, mientras Samara está distraída leyendo Kentaro haciéndose el dormido finge no ver lo que ocurre a su alrededor.


La gran academia mágica, un lugar donde los jóvenes de distintos clanes asisten para poder aprender a usar la magia, también se espera que la interacción entre ellos les permita desarrollar su personalidad.


— ¡Hey a donde van los dos inutiles más grandes de toda la academia!


— Kentaro ignoralo — Samara guarda el libro en su bolso mientras aprieta los dientes


— ¿Ignorar que? — Kentaro trata de continuar caminando pero al ver que su amiga se detiene da un suspiro de resignación — Tu madre me va regañar si regresas con un golpe en la cara.


— ¡Inútiles no se hagan los que no están escuchando, Kentaro y Samara ¿porque no se retiran? Su maná es el más bajo de toda la clase en todos los años ¿saben lo débiles que son? solo exponen en vergüenza a sus respectivos clanes! — Un joven Mitad bestia grita a espaldas de ambos acercándose con pasos firmes — Y aún así tienes el descaro de quedarte dormido eh inútil y tú también ¿qué mierda haces apoyandolo?.


— Solo dejalo, no lo ataques, van a darme una paliza de nuevo — Kentaro mira de reojo a Samara pero sabe lo que va a pasar, su amiga es de estatura baja para ser una elfo pero su mal genio sin duda la supera.


El peor temor del joven se hizo realidad, Samara se lanzó contra el joven mitad bestia dándole un fuerte golpe en la cara delante de todos sin ningún tipo de advertencia, luego pateó su entrepierna dejándolo de rodillas para finalmente ser abrazada por la cintura por su amigo y emprender la huida antes de que los amigos del joven mitad bestia aparecieran.


— Y me dijiste que lo ignorara — Kentaro jadea con sus manos en las rodillas luego de correr con todas sus fuerzas a la biblioteca, el mejor lugar para esconderse por lo amplia que es y porque la magia de portales permite moverse muy rápido dentro de ella. — ¿Que no le temes a la muerte?.


— ¡Puedo encargarme de todos ellos! — Samara escupía enojo con la mirada, su piel estaba enrojecida y su respiración agitada.


— Definitivamente pareces más un demonio que un elfo ¿porque no te han salido los cuernos? No podemos ganar contra él, al menos no con fuerza bruta.


— Dame una razon para no devolverme y tirarle los dientes a ese idiota


— Tome el dinero de su billetera, ahora podemos comer el doble — Kentaro sonrió mostrando el dinero en su mano — Que seamos los más “débiles” no significa que no tengamos nuestros trucos.


— Eres todo un ladrón — Samara sonrió con orgullo — Te van a reportar


—El comenzó la pelea, no me sancionaran para nada, además te sancionaran a ti por pegarle en su futura descendencia.


— Como sea vamos a comer, en mi casa escribirás los informes mientras mi hermana imagina que somos pareja — Samara volvió a poner su rostro inexpresivo y sacando el libro que tenía en el bolso continuo caminando al lado de su amigo.


Ambos caminaron hacia una de las tantas salidas que tenía la biblioteca, la academia era enorme pero ambos la conocían muy bien, el resto del dia la pasaron esquivando los problemáticos compañeros que buscaba vengar a su amigo apaleado por Samara, después de todo, ambos eran buenos escapando.


— Y es por eso que no quería que lo golpearas, el interior de la academia es enorme pero solo tiene una puerta de entrada y salida sabes — Kentaro termina de escribir ambos informes mientras su amiga mastica el último trozo de comida. — Eres todo un desastre natural andante, ¿porque no los ignoraste?.


—¿Puedes dejar de llorar? le robaste todo el dinero, eso causo que nos persiguieran con más insistencia — Samara mira el folder que su amigo le acaba de entregar — Creí que lo escribieras en mi casa no en la azotea de la academia.


— Prefiero hacer las tareas ahora que puedo, después de todo ya me aprendí todas las lecciones


— No crees, ¿que tu habilidad interfiere con el resto de tu capacidad mágica? — Samara le mira a los ojos pero el joven deja salir un bostezo de aburrimiento y usando sus brazos cruzados de almohada sobre sus rodillas él intenta dormir de nuevo — Hey tenemos clase en treinta minutos, no te puedes simplemente dormir aquí.


— Es ejercicio físico, lo odio —Kentaro habla fingiendo estar somnoliento


— Yo no — Samara guarda su libro preparándose para ir a clases— Pero si te duermes aquí ellos podrían venir a buscarte y estarás en problemas.


— Me voy a casa temprano — Kentaro toma su bolso y mirando a Samara de reojo da un suspiro de resignación luego de pensar que tal vez la busquen para vengarse— Mejor te acompaño, voy hacer mi mejor esfuerzo por motivarme.


— ¿Desde cuándo existe algo que te motive a ir hacer ejercicio? además los chicos van a estar en ese lugar y te van a molestar…


—Valdrá la pena, además quiero enfrentar al idiota lo más pronto posible — Kentaro sonríe de forma despreocupada — Por cierto, ¿debería vender los informes para la clase de historia?


— Haz lo que tu quieras — Samara tiene un mal presentimiento sobre la situación pero decide no decir nada

Ambos comienzan a caminar hacia las clases en silencio, al llegar ve que el mismo joven mitad bestia se encuentra presente pero no parece tener la intención de molestarlos. El profesor entrega las instrucciones para separarlos en grupos por género por lo que Samara se despide con cierta preocupación de su amigo.


— Estaré bien — Kentaro sonríe aproximándose al joven que Samara golpeo hace un rato


— Hey, ¿en serio? — Varios jóvenes mitad bestia se levantan para rodear a Kentaro — ¿Crees que puedes aparecer de la nada con semejante despreocupación?.


— Es verdad que Samara y yo somos los que menos cantidad de maná podemos manifestar, pero saben, no somos los más débiles de la clase — Kentaro habla con paciencia mientras es rodeado — Todos los años nos topamos con idiotas como ustedes que creen poder intimidarnos…


— ¿Intimidar? — Uno de los jóvenes se abre paso entre la multitud — Tu amiga me pateo los huevos, y mi dinero desapareció ¿crees que tengo ganas de intimidarte? ahora mismo solo quiero…


— Ustedes grupo de idiotas deténganse ahora mismo — Oscar, un orco verde se interpone entre todos los jóvenes bestia — Kentaro cuánto dinero les robaste


— Yo no he robado nada, esa es una acusación bastante fuerte viniendo de ti Oscar — Kentaro levanta las manos tratando de mostrar inocencia — Si vas acusarme de algo, tienes que tener evidencia ¿no?.


— Todos ustedes háganle caso al Orco y dejen el tema, respecto a ti Kentaro, debes saber que no puedes mentir delante de un Paladín —El profesor interviene, es un hombre con alas de ángel y armadura plateada que parece emitir su propio brillo, su rostro, junto a su cabello y ojos rojos suelen causar problemas con las mujeres de otros clanes pues le consideran muy atractivo — ¿Cuánto dinero robaste?.


— Diez monedas de oro— Kentaro mete ambas manos en los bolsillos, la habilidad de los paladines les permiten saber si alguien ante sus ojos está mintiendo o no y por supuesto el castigo es severo — Tenía que meterse un profesor ¿porque les intereso ahora?.


— Tu y Samara son dos desastres naturales ambulantes — El joven maestro camina hacia el joven bestia que dijo ser golpeado por Samara, él le entrega las diez monedas de oro en la mano mirándolo a los ojos — Tú debes ser Rakasha, el estudiante transferido de la escuela menor de los tigres blancos.


— Disculpe profesor pero ¿Que le importa de donde venga? puedo solucionar mis problemas por mi propia cuenta — El joven mitad bestia — Me vengare más tarde de ese inutil humano.


— ¡Te recomiendo que no, si tienes energía para pensar en la venganza tambien la tendras para darle treinta vueltas al campo! — El profesor grita con todo el ánimo que puede mientras se aleja dejando a Oscar y Kentaro atrás — Vamos quiero escuchar un “sí señor”.


— ¡Si señor! — Los jóvenes bestia gritan al unísono mientras murmuran cosas inentendibles para el profesor, luego de un rato comienzan a realizar los ejercicios de la clase.


—¿Nuevo enemigo en común con Samara? — Oscar camina hacia Kentaro con una sonrisa amarga — ¿Quienes que les hable de tu habilidad? podrías llevarte mejor con el, los Demi-Humanos bestia siempre siguen la fuerza.


— Ese es el problema, es difícil lidiar con los bestia porque no me van a dejar en paz y ellos no van aceptar un no por respuesta, me arrastraran a sus peleas territoriales y sus disputas de pareja — Kentaro bosteza mostrando aburrimiento — No me interesan las peleas sin sentido.


— ¿Vas a dormir? — Oscar limpia una de las bancas mientras Kentaro se acerca para tirarse en ella — Sabes que puedes quedarte en la biblioteca durmiendo ¿verdad?.


— Dormire aqui, eso mientras Samara hace sus ejercicios de rutina


— Entonces,voy a cuidar que nadie te moleste ¿bien?


— Relájate Oscar, no es como si estuvieras obligado hacerlo… también tienes cosas que hacer por tu cuenta

El joven se queda dormido en una banca luego de dar un pequeño bostezo, sin darse cuenta duerme toda la tarde hasta que su amiga Samara aparece para despertarlo con un suave golpe del libro que ella lee en la cabeza, sin decir una sola palabra ambos se acompañan hasta sus respectivas casas aprovechando que ambos son vecinos.



30 de Junho de 2020 às 23:22 0 Denunciar Insira Seguir história
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