rafael-villafuerte1583025906 Rafael Villafuerte

¿qué cosas te provocan miedo? ,¿ alguna vez has pensado en ello y en como te afecta?. En el presente texto hay dos historias incómodas relacionadas con el miedo.


Conto Para maiores de 18 apenas.

#historias #nada #pensar #reflexión #descición #¿poqué?
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Los fantasmas no se han ido.

Tania se encontraba en uno de sus momentos más adversos y lo peor era que no había nadie cercano con quien pudiera desahogarse. Muy derrepente le había venido a la cabeza el recuerdo de algo que le sucedió hacía varios años. Cuando estaba en tercer o cuarto grado de primaria (no lo recordaba bien)dos hombres malos la siguieron en la calle cuando ella se dirigía a su escuela. Aunque apenas eran como las tres las calles estaban solitarias, cuando Tania notó la prescencia de aquellas dos personas extrañas que estaban como a una cuadra de distancia no se preocupó, pero la avenida era larga y empezó a inquietarse cuando minutos después aquellas parecían haber acortado la distancia a media cuadra.

Tanía volteó rápidamente la cabeza hacia atrás y notó que estos la miraban y parecían hablar en voz baja. Pensó que si no actuaba algo malo pasaría. Así que corrió lo más veloz que pudo hasta un parque que había cerca de la escuela pues allí habían árboles y arbustos donde podía ocultarse. La cerca del parque era fácil de cruzar para un niño pues los barrotes eran amplios, buscó con la mirada a álguien para pedir ayuda pero no había nadie, así que se oculto detrás de unas hierbas altas que habían en un canto y esperó,estaba asustada y quería llorar pero algo le decía que no debía, pensaba que quizas aquellos hombres se habían ido así que miro a traves de las plantas y súbitamente los vió pasar cerca de ella, estan diciendose muchas cosas pero ella solo recuerda que uno de ellos dijo: "vino por aqui".

Finalmente se fueron sin descubrirla, pero a partir de aquel acontecimiento no volvió a ser la misma, se volvió temerosa y desconfiada de la gente, era sencible por naturaleza pero aquel acontecimiento agravó su condición.

Pasarón los años y una multitud de hechos en su vida después, unos buenos y otros malos, pero lo que le había sucedido en la primariá estaba siempre presente en su vida como si hubiera sucedido ayer. Aquello tan desagradable estaba resurgiendo ahora que era adulta, sabía que tenía que buscar ayuda...


El chico y la botellita.

Aquel chico de 13 años se había rascado tanto la cabeza de la preocupación que se había sacado algo de sangre, miro sus dedos empapados superficialmente del líquido rojo, pero solo se limitó a limpiarla frotándolos contra su pantalón furiosamente. Tenía problemas realmente serios o al menos él lo veía así entonces. Había repetido el año escolar y sus padres no estarían nada contentos, sobre todo su padre alguién sumamente severo. El solo imaginar los golpes, los gritos, las amenazas, los reproches que ambos padres se harían, así como la segura destrucción de sus objetos más preciados por su padre como una manera de castigo era algo que no podría soportar.


Pensó que los odiaba y se sintió peor por ello, de él comenzaban a brotar sensaciones y pensamientos realmemte feos. Se sentía como una olla a presión sin el tubo de escape, en sus ojos comenzó a percibir en forma de destellos como manchas rojizas. No pudo más y se dirigió al baño buscando por todas partes, allí en un rincón estaba una botella de lejía, con ella se condujo a la sala se arrodillo en mitad de la habitación. La destapó y la contempló unos instantes percibiendo su intenso olor, fugazmente le vinieron algunos recuerdos importantes de su corta vida. Sostubo la botella con sus dos manos y la dirigió a su boca y empezó a beber sorprendiendole el hecho de que no le quemaba la garganta tanto como esperaba, por lo que casíse terminó el contenido de la botella. Muy pronto se sintió mal y se arrepintió de lo que había hecho, intenti incorporarse pero no tuvo las fuerzas suficiemtes par hacerlo y se desmayó por el dolor.

Para cuando sus padres llegaron a la casa era demasiado tarde el chico estaba muerto.


Notas: aunque hay cambios ambas historias tienen elementos verdaderos, la primera le paso a álguien en mi salón cuando estaba en primaria. La segunda historia nos la conto brevemente un docente cuando estaba en la secundaría, probablemente en la hora de tutoría o comentando alguna noticia, aunque en realidad nunca nos comentó los motivos de la fatal descición del chico.

-por cierto la portada esta inspirada en la obra: El grito del genial artista Edvard Munch.



17 de Junho de 2020 às 02:57 0 Denunciar Insira Seguir história
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