Déjame contarte una historia de mis tiempos aquellos:
Érase una vez en Santo Domingo, República Dominicana, en un pueblo donde la política y la sociedad eran cultas (en el sentido de sus gustos, valores, opiniones e ideas) estaba atada y sometida bajo un “gobierno” de un “presidente” bastante perturbador, que con solo escuchar su nombre en épocas aquellas, se te helaba la sangre…
El hombre, que cuyo nombre no debe ser mencionado jamás, resultó ser exageradamente opresor, exigente y abusador. Si bien, la exigencia no es mala, el conflicto radicaba en lo opresor y malévolo que era.
¡Cada quien supone tener la plena libertad de lo que piensa, siente o percibe las cosas! Pero todo eso cambió hasta que 3 héroes (si, 3 más el apoyo de otras personas) ¡derrocaron a ese maldito tirano!
Después de eso, conseguimos la libertad de expresión mediante la Constitución.
Bueno, ya que sabes de la verdadera historia, analiza cuál es el problema actual. Se supone que somos libres y eso, pero ¿¡Por qué los hombres de la actualidad son incultos, y no sólo eso, mal agradecidos?!
¡No aprovechan nuestra libertad de expresión para realizar ideologías provechosas, más bien, ideologías mediocres que los conducen hacia el gran abismo de la perdición!
¡No saben discernir qué es arte, puesto que consideran un conjunto de palabras vulgares y temas tercermundistas como arte! (¡Sí, me refiero a las asquerosidades esas del Reggaetón y el Dembow, ese conjunto de letras vomitivas que son consideradas como “canciones” por los jóvenes de hoy en día!)
¡Las personas escriben y recitan cosas vomitivas, temas tales como el sexo, la drogadicción, el alcoholismo y la delincuencia; los cuales son los que abundan en el pozo séptico de las ideas mediocres de los jóvenes aquellos!
Ya que sabes la historia de lo grandioso que fue REP. DOM (a pesar de sus dificultades) y lo que lastimosamente es ahora (paupérrima en materia gris y cultura) evita ser uno de esos tipos y aprovecha al máximo tu libertad de expresión para guiar a las personas por el camino correcto como lo hice yo con este cuento.
¡Fin!
Obrigado pela leitura!
Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
Depois de fazer isso, recarregue o site para continuar usando o Inkspired normalmente.