Hijos de Caín ll: Uninvited {Otayuri} Seguir história

La ráfaga de viento otoñal se coló al interior por la puerta de abordaje, recorrió cada rincón con la curiosidad de un animalillo silvestre.



Adueñándose de cada resquicio, cada recoveco, con ese olor a pureza boscosa vestida de combustible quemado y muerte.



Con parsimonia, cerró su libro, agradeció a la azafata por su servicio antes de decidirse a abandonar la aeronave. Bajó las escalinatas.

Dio unos cuantos pasos más alejándose del lugar.



Sonrió a quien sería su anfitrión por los próximos días y que ya le esperaba a unos metros de distancia analizándolo con esa divertida mirada celeste. A su lado, sus hermanos, quienes le miraban con detenimiento también divertidos y expectantes.



Redujo su andar, extrañado. Pareciera que esperaran una reacción de su parte, pero, ¿qué?



¿Qué era aquello que mantenía casi vibrando a uno de sus hermanos? ¿Qué era aquello que le había devuelto el brillo a los ojos marrones del otro?



¿Qué? ¿Qué detalle se le escapaba?





Y entonces, lo sintió... Bastó dar un pequeño respiro, y lo sintió.



Detuvo sus pasos.



Amplió sus sentidos y sí, ahí estaba... Ese olor.



Ese olor mezclado con el aroma boscoso, el combustible quemado y la muerte.



Ese aroma que tenía impregnado en su memoria... Ese perfume que creyó perdido para siempre.



Su olor.





Inhaló de nuevo más profundo, abrió sus labios, ávido de captar hasta la última nota: Cedro, sándalo, nuez moscada, ámbar... Sangre... Almizcle... Pureza.


La escencia de la Mitad de su Alma.



El aroma de su Compañero de Vida.



El perfume del Amor que la maldad le arrebató.





"Estoy aquí Amor... Estoy aquí por ti, para ti... Esperé décadas enteras por tu llegada... Siempre estuve esperando tu regreso...". Recitó con todo el amor que había guardado para él todos esos años.



Recitó desde el fondo del alma esperando que fuera oída por la de Él.


Esperando que esta vez, la historia que el destino decidió para ellos les permitiera estar juntos.



Juntos, para no separarse nunca más.



Juntos, como estuvo escrito desde el principio de los tiempos.



Juntos, como siempre debió ser...

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