Somos una semilla en el tiempo, llevada por el viento, arrancada de su espiga, a un mundo que está vivo. ¿Dónde nacemos? ¿ qué substancia es la vida? ¿Qué es tierra, qué es agua? Porqué aquí vinimos a nacer. Entre tanta conciencia, espuma o tiempo. En esta substancia onírica donde sucede la vida.. somos virtud porque amamos nuestro mundo.

Se oye, qué por una lagrima se alimento una semilla. Que esa semilla se hizo arbol, el cual dio muchos frutos. Quizás este errado, pero de una mentira chica, se puede crear una enredadera qué más adelante dará rienda suelta a grandes falacias sustentadas en errores. Tu decides cuál semilla y cómo regarla. Después de todo el fruto qué cosecharás será el resultado del empeño qué pusiste de manera consiente o inconsciente, para que esta creciera. Atte. Yo

Hay un monstruo que ruge, mi corazón atrapado en sus fauces. Tú, inmóvil, amante fiel de la luna, olvidas la muerte quieta de cabellos negros. Corro sin mirar atrás cuando tu flauta toca. Una djinni atrapada entre el acto de perecer y venerarte en el altar de la distancia. Meses, tantas coincidencias, el patrón de tejido que no esperaba y yo misma inicié. Aun en aguas que se volvían cemento, dejé de transformarme en mujer para crecer hacia mi infancia y volver al infierno.