Con mi tan tremula y útil extremidad doy un brusco trazo en aquella suave superficie. Repito la acción, sin descanso, no deseando detenerme. Me sentía mal. Esa era mi única salida, lo que más calma me transmitía. Realmente, no poseía otra alternativa, mi sedante era el dolor y aquel molesto ardor. Ver ese espeso líquido carmín, brotando de las miles de heridas en mis muñecas, era tan satisfactorio, perfecto y majestuoso. Aquella cuchilla era mi fiel amiga y el dolor mi mejor medicina.
6 August 22, 2021, 20:41 0Podemos manter o Inkspired gratuitamente exibindo anúncios para nossos visitantes. Por favor, apoie-nos colocando na lista de permissões ou desativando o AdBlocker (bloqueador de publicidade).
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