Intensidad al sentir Seguir blog

A
Anónimo XX
Las libélulas vuelan perdidas buscando su destino y así es como me siento yo, una libélula en el cielo tratando de encontrarme 0 reviews
História não Verificada

#feelings #sentimientos #sentir #soñar
0
4.5mil VISUALIZAÇÕES
AA Compartilhar

Supervivencia

El tiovivo no deja de girar. Siempre la misma historia que contar. Cual drogadicto que se promete cada noche que será la última o el alcohólico que pide la última copa.

Puedes conmigo. Arrasas y me pasas por encima a tu antojo. Me destrozas cada vez que trato de abrirme, de mostrar cómo me siento. Eres esa desilusión constante a la que nunca me acostumbro.

Sigo luchando incansablemente por ti, por todo lo que deberíamos ser o lo que prometiste tantas veces que querías ser conmigo. Que fácil es echar de menos y valorar cuando perdemos y cuánto cuesta demostrar.

Te quiero aunque cada vez me cuesta más saber por qué. Cada día más decepciones me ahogan en mis propios sueños frustrados contigo. Intentando entenderte mientras asumo que sigo sola rodeada de gente. Mientras avisto el abismo allá a lo lejos como quien visualiza el día de su muerte sin poder hacer absolutamente nada para evitarlo.

Tan solo respira, besa a aquellos a quien quiere y sonríe dando gracias por todo aquello que pudo disfrutar, tratando de no recriminarse las que se dejó por el camino.

Te alejas, una vez más, demostrando tu cobardía, tu egoísmo y tu inmadurez. Te alejas sabiendo que me romperás en mil pedazos una vez más habiendo sido tú el que te empeñaste en volver a pasar por esto.

Confié en ti, una vez más. Confié en ti aun sabiendo que el dolor iba a ser insoportable. Aun sabiendo que era el cuento del lobo una vez más y yo, queriendo creerte. Queriendo quererte.

Empiezo a pensar que me equivoqué contigo. Me equivoqué presintiendo que eras otra persona, que éramos diferentes. Aposté por alguien de cuya existencia comienzo a dudar. Creí que el amor todo lo podía y que estarías dispuesto a luchar tan solo un cuarto de todo lo que llevo luchando yo por ti. Empiezo a pensar que me equivoqué y eso duele todavía más.

No quiero abrir mucho los ojos porque me resulta insoportable. He creado a una persona tan maravillosa que necesito pensar que está ahí, escondida, aunque jamás se digne a salir.

Qué difícil le pones la vida al amor.

29 de Setembro de 2021 às 20:52 0 Denunciar Insira 0
~

Carta a mi gran amor

A ti, que lo fuiste todo para mí. Que arrasaste con mi vida y eclipsaste mis sueños. A ti, que conseguiste robarme el corazón y hacerlo tuyo. Que te convertiste el todos y cada uno de mis pensamientos, en el deseo que tantas veces pedí al soplar las velas o cuando una pestaña caía. Tú que apenas tenías que hacer ningún esfuerzo para hacerme sonreír. Que solo con rozarme me erizabas la piel. Tú que conseguías que el pulso me fallase antes de verte, que las puntas de mis dedos perdiesen el tacto acumulando la ilusión de volverte a acariciar.

Arrasaste con mi vida, me rompiste todos y cada uno de mis esquemas. Te convertiste en mi mundo y ese fue mi primer error.

No soy de ese tipo de personas que le entregan su vida al primer extraño que pasa. Tampoco al segundo, ni al tercero. No lo hice así contigo.

Pasaban los meses y seguías ahí, a mi lado poniéndole brillo cada día. Te convertiste en esa sensación de felicidad que sentía cada mañana. Mis días cobraron un brillo especial y se lo dabas tú.

Ni en un millón de páginas sería capaz de describir el sentimiento tan desolador que tiene lugar cuando, mucho tiempo después, un día todo se acaba. Recuerdo bien esa última pestaña en la que fui a pensar un deseo y dudé. Entendí que algo no iba bien y terminó por derrumbarse. Mis esquemas, rotos por ti, ya no sabían como reconstruirse. Diez meses después siguen sin saber hacia donde tirar.

Veo a mi alrededor numerosas relaciones que terminan en fracaso y supongo que no soy la única loca enamorada que tanto tiempo después sigue escribiendo en un papel para evitar decírtelo a ti. Porque en el fondo lo único que desearía es que volvieses a mi vida pero se de sobra que eso no puede ocurrir. Por mí, por ti, porque fuimos y somos demasiado cobardes como para arriesgar tanto.

Siempre que comienzo a escribir me ocurre lo mismo. Escribo porque algo no anda bien, porque una parte de mí se ha roto un poco más de lo que ya estaba. Sin embargo doy mil y un rodeo porque el simple hecho de contar lo ocurrido se me hace tan duro.

Dos años se dice pronto, rápido. Setecientos treinta días a tu lado y muchas más noches deseando dormir para inventar mi propia historia contigo. Todavía no doy crédito a lo ocurrido. No entiendo cómo me he podido esfumar de tal forma de tus pensamientos. Sinceramente no entiendo cómo el verme puede ser para ti tan indiferente.

Nos hemos vuelto a ver después de muchos meses sin apenas ser capaces de mantener el más mínimo contacto. Ni siquiera has sido capaz de acercarte a mí, de preguntarme si estoy bien aunque no fuese a decirte la verdad por cobarde.

Me has vuelto a romper. No es la primera vez, se de sobra que no va a ser la última. No se si tu indiferencia es real. Si verdaderamente no sientes absolutamente nada cuando me ves mirarte a los ojos. Si me has olvidado hasta tal punto que paso desapercibida entre el resto del mundo. No sé qué ha pasado ni que he podido hacer yo para que las cosas sean así. Conforme caminaba por la calle me iba rompiendo poco a poco cada vez más, iba sintiendo como mi corazón se estremecía mientras la lluvia trataba de esconder la tormenta que yacía en mi interior. Ojalá no quererte, ojalá poder ser como tú. Me alegro de que estés tan bien, siempre te he tenido por encima de mí y aunque terminé el día de hoy más rota que nunca, sé que lo que más me ha dolido ha sido no poder besarte teniéndote tan cerca.

Ojalá jamás te arrepientas de nada, ojalá nunca llores por mí, ojalá vivas convencido de la decisión que tomamos. Ojalá no seas como yo.

Te quiero, como siempre, tanto como mi corazón me permite.

5 de Abril de 2019 às 23:59 0 Denunciar Insira 0
~

Un asesino llamado tiempo

Nos pasamos la vida sin vivirla. Nos pasamos los días tratando de controlar todo aquello que ocurre a nuestro alrededor, enfadándonos demasiado y sonriendo lo justo. Vivimos demasiado en el ahora sin percatarnos de lo rápido que pasa el tiempo y de todo lo que se lleva con él. 

Confiamos en que somos los dueños de nuestra vida cuando solo el destino lo es. Creemos poseer todo aquello de lo cual nos permite disfrutar por instantes, instantes temporales. En ocasiones más largos y otros breves, en función de lo que la vida nos depare. Puede que logremos conseguir que algunos de esos instantes sean eternos, siendo la eternidad un concepto relativo. 

Hay personas que un día se desvanecerán de nuestra vida y sin embargo permanecerán con nosotros por el resto de nuestros días convirtiéndose en eternas. Otras durarán más tiempo en ella y sin embargo a las semanas será como si nunca hubiesen existido. Por último si nos esforzamos y el destino está de nuestra parte unas pocas personas adquirirán el concepto de eternidad en todo su conjunto, llegarán con nosotros hasta el final.

Construimos muros para evitar que los demás sepan lo que realmente sentimos, las lágrimas que realmente derramamos cuando nadie nos ve. Nos sentimos muchas veces incapaces de sincerarnos ya que nos vemos "desnudos" ante esa persona que tanto significa para nosotros. Preferimos callar y dejar que el tiempo pase empleándolo como escudo que nos refugia del miedo a la respuesta, del temor a ser rechazados, a que la otra persona no sienta lo mismo que nosotros o incluso a que nos vean débiles frente a las adversidades. Nos refugiamos en lágrimas solitarias porque son más sencillas que compartirlas con quien verdaderamente sería capaz de curarlas. Porque es muy jodido que la única persona capaz de reconstruirte sea aquella que te rompió.

Nos sentimos como granadas capaz de romper al resto y preferimos alejarlos de nosotros antes de que se vean dentro del la expansión del explosivo. En definitiva nos apartamos de aquellos que más queremos ya que tememos que los sentimientos más fuertes terminen por ser más grandes que el control que podamos ejercer ante ellos. 

Que triste vivir la vida escondiéndose de la verdad, aislándose junto al miedo y rogando al tiempo que haga los días más llevaderos. Que triste pero que incapaces somos de enfrentarnos a lo que sentimos, de hacer frente a las situaciones que aparentan superarnos y arriesgar aunque podamos perder. 

Ojalá algún día consiga transmitir todo lo que siento con tan solo miradas, ojalá algún día no me sienta tan pequeña con respecto a lo que hago, a lo que digo. Ojalá los sentimientos de culpa no sean tan intensos y mis decisiones desprendan confianza. Ojalá olvidar ese amor que dejé atrás por miedo y que todavía sigue abarcando mi corazón por completo aun conociendo que ya hace demasiado tiempo que ese sentimiento dejó de ser correspondido. Ojalá dejar de quererle, ojalá  dejar de pensarle. Ojalá haberme atrevido en su momento a decir la verdad y no quedarme callada por miedo al rechazo. Ojalá...

Ojalá no hacer daño a nadie, ojalá haber hecho las cosas mejor en su momento. 

Que triste que las personas que prometían ser eternas, que prometían permanecer a tu lado frente a cualquier situación se hubiesen tragado sus palabras ya que llega un momento en el que necesitamos que sean ciertas y nos damos cuenta de que se quedaron en eso, en palabras.

12 de Fevereiro de 2019 às 00:11 0 Denunciar Insira 0
~

Ojalá

Muchas veces pensamos en el amor como ese nivel máximo al que alguien puede aspirar. Lo idealizamos pensando que llegar hasta el corazón de aquel a quien queremos es algo grandioso.

Nos enamoramos de muchas personas, las cuales entran a nuestras vidas por vías distintas. Compañeros del trabajo, aquel al cual conocimos de fiesta una noche, ese chico tan guapo al que nos presentó nuestra amiga... pero en ocasiones la amistad también puede cruzarse con el amor. Aquí encontraremos opiniones para todo, hay quien considera que enamorarte de tu mejor amiga es lo más bonito que puede pasarte, otros serían incapaces...pero yo voy a ir más allá.

Esta vez quiero hablar del "después". De lo que ocurre cuando las cosas no salen bien, cuando todo se rompe y al menos una de las partes sale realmente herida. ¿Qué pasa entonces? ¿Dónde está esa amistad? La respuesta es hundida.

Cuando el amor y la amistad se cruzan y el camino no sale bien ya sea por no ser correspondido o simplemente porque el tiempo lo estropea, los efectos secundarios son masivos.

Y esta en el fondo no es sino una carta a aquel que fue mi mejor amigo y que arrasó con todo cuando los sentimientos se entrecruzaron.

   Ojalá te des cuenta de todo lo que se está rompiendo, ojalá las cosas cambien, ojalá podamos ser lo que fuimos cuando no te dolía tenerme cerca. 

   Echo la vista atrás y me doy cuenta de lo que duele el tiempo. Es como si todo lo que un día me dio ahora me esté rebotando ya que tan solo quedan recuerdos. 

   Teníamos algo envidiable, te quería como a nadie más y eras en definitiva de esas escasísimas personas a las que se pueden considerar necesarias en el día a día. Me sentía realmente incapaz de vivir sin ti. Entiendo que el amor supera cualquier sentimiento y en cierta manera te ciega, consigue que no te importe aquello que tienes si no lo que ansias con conseguir. Ojalá volvieses a ver todo con unos ojos que pisasen tierra y te dieses cuenta de lo que dejas atrás. Aquello que antes sanaba ahora está empezando a herir y eso  me está matando. 

   Tan solo puedo suplicar al ojalá para que algún día vuelva a cruzar nuestros caminos con una perspectiva distinta en tu corazón que haga posible esa relación que tan bien me hacía sentir. Siento no poderte dar aquello que tú me pides, siento castigarte con mi amistad.

11 de Janeiro de 2019 às 23:11 0 Denunciar Insira 1
~
Leia mais Página inicial 1 2