El niño lloraba amargamente mientras su madre lo seguia retando. Por horas, ninguno se dio por vencido. Y era en esos momentos donde los malos deseos se fortalecian: Él deseaba que ella desapareciera. Y ella que él le obedeciera sin custionarla. Odio. Frustraciones. Luchas de poder. "Pero si es de lo mas normal, dirian algunos. Peleas que todos tienen". Pero para ellos era mas que una simple batalla. Más que una guerra. Era todo o nada. Hasta que uno arrojó la primera bomba atómica...

El chico que apareció en la pantalla se veia salvaje. Pero a Martina le parecía tan apuesto, que prosiguió presentándose y, luego, lo hizo él: -Cain? Enserio? Y tu hermano es Abel? El asintió. Y ella pensó que era broma. Pero cambió de opinion cuando le mostró a los angeles que custodioban el jardin. A los dias, Martina decidió hacerse entender con un dibujo: -No mates a Abel-le pidió-. No lo mates! La bateria se les acabó y ya no hablaron. Sin embargo, aquella llamada cambiaría la historia...

Una pequeña reia entusiasmada cada vez que se miraba en un espejo. Julia, su madre, la iba vigilando mientras una agente le mostraba la casa. Cuando llegaron a un cuarto, Julia se detuvo frente al portaretratos de una niña. -Es Zoe- explicó la mujer-. Desapareció.Se piensa que la secuestraron. Julia se inquietó. Su hija no estaba a su lado: -Agustina?! Recorrieron la casa con rapidez hasta que la encontraron. Estaba del otro lado del espejo del baño, en compañia de Zoe y otras niñas.

Cuando creyó que por fin habia encontrado el amor, su hermana le golpeó la puerta: -Lucho abrime.Tengo que hablarte. Él cubrió el el cristal y le abrio de mala gana. -Estoy ocupado. Ella se plantó frente al espejo con los brazos cruzados. -Por qué esta cubierto? -Sali de mi cuarto! -Lo has visto no?-. Le quitó la tela. El chico del espejo apareció y les pidió que no se pelearan: -Chicos, soy bisexual y practico el amor libre. Asi que... No pudo terminar. La casa ya no tenia espejos.

Se acercó al precipicio, y se lanzó ante los ojos aterrados de las personas que estaban a su lado. Una parte de él quedó suspendida en el aire, y la otra se estrelló abajo. -Buena caída-le habló una extraña voz. -Por qué estoy aca?- sollozo. -Yo te llamé. Perdona, pero mi espíritu solo podrá liberarse si otro me remplaza. Ahora elige a uno de los que estan ahi arriba curioseando. Vamos apresurate. -Mamá, papá-gritó. Tenia cinco años y aun los necesitaba.

-Veo que a sus hijos les encanta mirarse en los espejos- observó el dueño de la regalaría, en la que estaba comprando. -Bueno a quien no le gustan los espejos- señaló ella-. Digo si sirven para tantas cosas. Y no hablo del eutodescubrimiento (que es lo mas comun), hablo de su apertura a otras dimensiones, a otros tiempos... Se calló. El hombre tenia los ojos desorbitados. Bueno, era algo que siempre le pasaba cuando verbalizaba su imaginación. O tal vez no. Había algo en el espejo...