No puedo dormir algo ocupa mi cabeza y no sé que es. Me está quemando por dentro, el ardor se convierte en dolor; Dolor fuerte e invasivo. De un momento a otro estoy recostada en la camilla , puedo oír las sirenas de la ambulancia. Veo destellos, a los paramédicos tratando de mantenerme aquí. Estoy en la camilla, sola y frente a mí una gran barahúnda de diminutas voces que claman vida, después; maduros y desesperados brazos que añoran su nueva llegada. Yo sigo luchando, mientras ellas me ven con pesadumbre y aun no sé qué pasa. Estoy muy débil para pensarlo. Al igual que ellas lo deseo, quiero mi propio regalo de vida. Las horas pasan y aun nada, solo contracciones y sudor entre sabanas verdes. No puedo conmigo. Las contracciones duelen, pero de verdad no puedo ni levantar la cabeza. Comienzo a quedarme dormida. La elegante señorita de blanco trata de espabilarme. Inyecta algo al catéter. Al pasar más tiempo las contracciones se intensifican y ahí es cuando mi cuerpo reacciona, soy consciente de nuevo.
Puedo sentirlo siento el dolor, el ambiente es doloroso y no hablo de el dolor físico hablo de lo que siente mi alma, mi alma pesa y duele cada contraccion me duele pero le duele mas a mi alma
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