Sin pensarlo, Carlos decide bajarse a revisar el coche y ver lo que puede hacer, ya que sin duda necesitaba llegar a tiempo a su cita.
Minutos más tarde, a lo sumo 10 minutos, Carlos acepta que no tiene idea de coches, no sabe cómo funcionan, lo único que conoce de estas máquinas, es cómo manejarlos. Sin más, decide llamar a emergencias para tratar de conseguir una grúa, pero al realizar la llamada, se da cuenta que se encuentra sin señal, en medio de la nada y con un abismo a unos pocos metros de su derecha.
Carlos, que es un hombre joven, de 27 años, decide pacientemente, entrar en el auto, poner música en su celular y esperar a que alguien pase por la vía y le tienda una mano. Pero Carlos, que lleva 6 horas conduciendo sin parar, se queda dormido...
...Han pasado horas, muchas de hecho, desde que se quedó dormido, y para cuando se despierta, la noche ya ha caído. Como es de esperar, Carlos se levanta sobresaltado al ver la luna, su única luz en ese terreno baldío. Desesperadamente, apaga la música de su celular, al cual le queda muy poca batería; se baja del coche, con el consuelo de que quizá pueda ver a los lejos las luces de alguna vivienda y así pedir ayuda.
En efecto, Carlos ve a lo lejos de la carretera, en sentido a donde se dirige, una luz blanca y muy titilante; como no tiene más salida, decide acercarse ¿qué puede perder?
Cuando por fin está a escasos metros de esa luz, Carlos ve la silueta de un hombre o quizá una mujer. Así que decide saludar y decir su nombre, pero no recibe respuesta, lo que percibe es que la silueta se le hace familiar, tiene su misma ropa y corte de pelo.
Al dar dos pasos más, se da cuenta que la silueta que ve, es la de él causada por el reflejo del espejo que tiene en frente.
Consternado, Carlos se pregunta porqué hay un espejo en medio de una carretera, lo revisa y sí, el espejo no es producto de su imaginación... pero sí de sus sueños.
A su lado en la cama, hay una joven dulce, Nathalia, quien asustada por los quejidos de su prometido en medio de la noche, decide salpicarle unas cuantas gotas de agua. Tan pronto el joven siente el agua en su cara, despierta agitado, mira a Nathalia y en ese momento, justo en ese preciso momento, se da cuenta que todo fue producto de una pesadilla.
Una amarga pesadilla que solo es muestra de su más profundo miedo, LA SOLEDAD.
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