Que extrañeza el cautiverio y sus rincones. Nuevos espacios mentales que nunca habité.
Sonidos de antaño que parecen volver en forma de nube, que parecen volver en forma de mar.
Que extrañeza este futuro que, por fin, se hace impredecible. Se diluyen las líneas que hacían al tiempo y su orden.
Y yo acá, por primera vez en la presencia más profunda y desconocida.
Y yo acá descubriéndome bruja, descubriéndome sur.
Que extrañeza el cautiverio y sus viajes cuánticos. Que bello y oscuro es perderse ahí.
El aire corre sin prisas por un lúgubre túnel que a su final es gaviota y también poesía.
Que extrañeza enamorarme en esta soledad, tan llena de mí, tan vacía de vos.
Y sigo acá esperando la nave que me venga a buscar, si todo delirio se volvió real.
Solo queda perdernos en esta extrañeza… en esta extrañeza… en esta extrañeza.
Merci pour la lecture!
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