baam Vigesimocuarto

Sorata es perseguido por dos misteriosos sujetos a mitad de la noche, sin saber que esa persecución le abriría la puerta al cambio más grande de su vida.


#27 Dan Science fiction #6 Dan Dystopie Déconseillé aux moins de 13 ans.
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Medianoche

— Gracias por su compra y por preferirnos, vuelva pronto.


Un joven de pelo plateado un color visto como algo extraño en su ciudad, vestido con un calentador gris no tan apretado y una camiseta negra con mangas un poco coloridas y zapatos negros, como la moda lo sugería, aunque no siendo popular entre las chicas, ese era Sorata, el cual salía de una tienda de videojuegos satisfecho con su compra.


Había llovido fuerte mientras eso pasaba, pero ya que el estuvo toda la tarde dentro del salón de juegos haciendo fila por este mismo, para cuando el salió, la lluvia ya había cesado.


—Al fin salió, el nuevo MMORPG "The Last Saber"


El deseo de Sorata de probar el nuevo juego enseguida, hizo que tomara una oscura y solitaria calle, la cual solo dos postes de luz parecían estar funcionando, demasiado tenebroso si se lo preguntaban, pero aquel joven tenía prisa y no lo pensó dos veces.


No tardo mucho darse cuenta de que a medida que seguía caminando, comenzaba a pensar que había sido una mala idea haber centrada por aquella solitaria calle. Sentía que alguien lo seguida desde atrás, asique que se armó de valor y volteo a ver.


Su cuerpo comenzó a temblar al ver que dos personas le seguían el paso y la distancia que los separaba tan solo eran unos pocos metros.


«¡Maldición!»


Ya los había visto, de seguro querría quitarle todas sus pertenecías y no dejaría que eso pasara, no lo dejarían de perseguir ya que los había visto, asique dando un gran respiro inconsciente, comenzó a correr lo más rápido posible, deseaba que tal vez al verlo correr lo dejarían de seguir, pero podía escuchar las pisadas sobre los charcos de agua de los tipos corriendo detrás de él. Se había agitando de un segundo a otro, incluso podía sentir como sus latidos ahora eran el doble de rápidos.


—¡Maldición, maldición!


Sorata no era muy bueno en el atletismo asique su resistencia no era muy buena, comenzaba a cansarse. Mientras que los dos persecutores no parecían bajar el ritmo, tal vez ya estabas acostumbrados a esto. Apretaba los dientes rabiosamente culpándose por haber tomado un atajo en vez de caminar tranquilamente por una calle transitada, así hubiera tardado más.


Al estar corriendo desesperadamente hasta que su cuerpo no daba más, comenzó a notar que ya no podía seguir corriendo a la misma velocidad que había comenzado, ni seguir corriendo por mucho más tiempo y eso no era una buena noticia. Sin darse cuenta, se tropezó con su propio pie, pero logro mantener su estabilidad dejando caer a cambio su bolsa de compra en la cual llevaba su nuevo videojuego, junto con el dinero que le había sobrado.


«¡Mis 40 dólares y mi videojuego!»


No tenía más opción que dejar su bolsa ahí en aquel sitio y seguir tratando de correr, aunque estaba cansado aun podía dar un poco más de sí. Ya que había regresado a ver su bolsa, también había vistos a esos dos tipos, y ahora se encontraban aproximadamente a unos 2 metros de él, ambos llevaban gorros negros que le cubrían todo el rostro menos los ojos, eso hizo que se le helara la sangre. Estos le pisaban los talones, pero para su suerte ya casi salía de esa calle, a cinco metros delante de él, se encontraba un supermercado que pasaba abierto las 24 horas, y sin duda tenía que haber un guardia allí que asegurar el local en la madrugada.


«¡Solo un poco más!»


Su rostro de desesperación y miedo cambiar un poco a una sonrisa de alivio y esperanza que no duro ni diez segundos, ya que volvió a tropezar, pero esta vez con un pequeño hueco que había en la calle, ya que era de noche y había poca iluminación debido al fallo de los postes de luz, era como estar corriendo a ciegas, salvo las luces que podía ver más delante de él, del comercial, pero esta vez no logro mantenerse en equilibrio y cayó.


Ante de caer cerro los ojos. Ambos sujetos no se habían detenido a pesar de que había recogido la bolsa que se le había caído a Sorata. Con un videojuego que valía más de 50 dólares, y 40 dólares en efectivo era mas que suficiente para que lo dejaran de seguir, pero eso no había sucedido, tal vez no era su dinero lo que querían.

—¡Ya lo tenemos!


Eso fue lo que Sorata escucho mientras caía, sin duda era la voz de uno de esos hombres.


El había escuchado en las noticias que se habían estado dando varios asesinatos durante las noches de esa semana, pero nunca pensó que una de las siguientes victimas iba a ser el, estando tan cerca de salvarse. Fue su decisión lo que ocasiono eso.

«Bueno, mi vida era un desastre de todos modos...»




30 Décembre 2020 09:14 1 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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