La noche había caído, al igual que siempre las estrellas adornaban el cielo nocturno exceptuando por un lugar; un castillo antiguo el cual se notaba estaba en malas condiciones, sobre aquella estructura solo se lograba ver una gran acumulación de nubes tan oscuras que producía terror, aquel lugar estaba situado en medio de la nada, rodeado nada mas de arboles, las rejas que debían servir como protección para que ningún ser vivo llegase a entrar se encontraban en tan mal estado que dejaban vía libre para exploradores amantes del terror.
Cinco jóvenes se encontraban de pie frente a la desolada y abandonada edificación, parecían ser lo suficientemente valientes para explorar el castillo aunque no se les veía del todo seguros.
—Este lugar me da mala espina, ¿Por qué no regresamos ya? —Dijo un chico de cabello corto y castaño, su apariencia dejaba ver que no tenia mas de 16 años y por su voz temblorosa cualquiera notaba el miedo que tenia.
—No seas gallina Drako, si te asustan esta clase de lugares mejor te hubieras quedado —Respondió en tono burlón el que parecía ser el mayor de todos, con una edad de 18 años, de piel color canela y cabello azabache.
—¡No soy gallina! —Reprochó mientras intentaba ocultar su temor.
—Alex no lo molestes, entiéndelo…Drako es un niño todavía —Agregó entre risas una bella chica un año menor que el azabache, su tez se veía tan delicada y era adornada por pecas las cuales de hecho le quedaban bien, como le era costumbre su cabello estaba teñido de rosa y lo mantenía amarrado en una coleta.
—Por eso dije que no debía venir —Dijo entre un leve suspiro un joven de piel clara quien lucía un cabello algo largo y engajado, contaba con 17 años y su altura llegaba a ser igual o mayor a la de Alex.
—Creo que desde un principio debimos hacerle caso a Bryan —Mencionó Alex posando su diestra en su mentón.
—¡Bien! Si no me quieren aquí me iré a casa —Enojado, Drako se dio la vuelta para irse pero al notar que el camino de regreso estaba envuelto en nada mas que oscuridad no se atrevió a dar un paso lejos de los demás.
—¿Qué pasa Drako? Pensé que querías volver —Dijo Bryan lo cual provocó que Alex estallara en risas.
—Es suficiente, ustedes son los mayores, deberían actuar como tal —Regañó la ultima integrante sin muchos ánimos, usaba ropa holgada la cual tapaba todo su cuerpo mas una capucha que cubría su cabeza por lo que no dejaba mucho que ver— Lucia, como su hermana mayor deberías decir algo —Agregó al mismo tiempo que mira de reojo a la peli rosa.
—Eh….Vamos Emely, sabes que los chicos siempre molestan a cualquiera —Respondió incomoda por el regaño de la encapuchada.
—Lucia tiene razón, solo jugamos con él —Afirmó el joven Alex en un tono aburrido.
—Aun así… —Emely dejó de hablar al ver que Drako posó una de sus manos sobre su hombro en señal de que se detuviera por lo que solo suspiró.
—Ya dejemos este tema de lado, no me iré —Habló Drako y todos se calmaron nuevamente.
—Muy bien, la idea es pasar la noche aquí y mostrar a los demás de que la supuesta historia sobre la gente desaparecida es falsa —Decía Bryan con un tono algo emocionado.
Sin mas el grupo de cinco se adentró al castillo abandonado, ninguno podía evitar sentir miedo pero los mayores trataban de ocultarlo lo mas que podían, al momento de abrir las grandes puertas de dicho lugar un fuerte sonido acabó con el silencio que había, esto fue a causa de que las puertas ya estaban viejas y desgastadas, todos sintieron un escalofrío recorrer cada rincón de su cuerpo lo cual les hizo dudar sobre si entrar o no, sin embargo decidieron dejar de lado las dudas al pensar que no los llevarían a ningún lado y así entraron todos juntos, cada uno sostenía una linterna pues no querían perderse y mucho menos separarse del grupo.
Al momento de entrar notaron que el principio era un gran salón, las paredes al igual que las escaleras que llevaban al siguiente piso estaban desgastadas y llenas de huecos, nada de ahí parecía ser seguro pero esto no fue impedimento para que los cinco se pusieran a explorar el lugar, el ambiente era tan frío y pesado que incluso Emely aun estando muy abrigada les hizo saber a los demás el frío que en ese momento sentía, Drako en todo el recorrido se mantenía pegado a Emely pues esto le hacia sentir mas seguro, aunque estuviera quedando como un completo cobarde no era algo por lo que se detenía a pensar y menos en un lugar como ese.
Habían recorrido algunos pasillos y entraron a dos habitaciones no tan grandes por lo que no había mucho que ver, después de todo solo era el primer piso, luego de un rato estos se adentraron en lo que parecía ser la cocina del lugar, todo estaba vuelto un desastre, al caminar se encontraban utensilios de cocina oxidados y dañados por el suelo. El grupo se mantenía tranquilo al ver que nada raro había pasado en todo el tiempo que llevaban ahí, incluso Drako el mas asustadizo de todos parecía estar disfrutando del recorrido.
—¿Ya ven? A la gente le gusta inventar muchas historias, esto es simplemente otro lugar abandonado poco interesante —Decía Alex sin detener su caminar, él lideraba el grupo en la caminata.
—Aun así este lugar no deja de ser tenebroso —Agregó Lucia.
El grupo se detuvo en seco de repente y empezó a mirar hacia todas las direcciones, ruidos extraños se comenzaron a escuchar por diferentes partes del castillo, mas exactamente en el piso superior, no obstante los ruidos cesaron luego de un minuto, no había ninguna explicación lógica del porque o como se originaron, ni siquiera se atrevían a usar el viento como pretexto ya que esa noche el viento estaba tan calmado como el agua de un estanque.
Ninguno se atrevía a moverse o siquiera a hablar, sentían como si un fuerte nudo en su garganta obstruyera sus cuerdas bucales, por suerte el silencio fue quebrado gracias a Emely quien se decidió a hablar para sacar a los demás de sus pensamientos.
—En estos lugares….suele haber murciélagos, seguro se asustaron cuando entramos.
—¡S-si! Seguro que es eso, los fantasmas no existen —Aseguró Lucia un tanto asustada.
—Debemos subir y revisar, puede que haya alguien mas a parte de nosotros aquí —Propuso Bryan sin dejar de mirar a los demás.
—Bryan tiene razón…..es mejor asegurarnos —Dijo Alex calmándose un poco.
—¡¿Qué acaso están locos?! Después de escuchar eso lo único que deberíamos hacer es salir de este lugar —Drako alzó la voz ya histérico.
—No empieces…. —Le respondió Alex y como acto seguido empezó a caminar dirigiéndose a las escaleras, los demás solo lo siguieron en silencio.
Todos subían las escaleras cuidadosamente, cada paso que daban provocaba que estas rechinaran como si estuviesen a punto de quebrarse, al llegar al piso superior notaron que las paredes estaban extrañamente rasgadas como si un animal de gran tamaño hubiese estado merodeando por ahí hace mucho tiempo, el grupo continuó intentando encontrar la fuente de los sonidos anteriores sin éxito alguno.
Drako caminaba detrás de los demás muy asustado, deseaba estar en su casa en ese momento, de repente sintió como algo recorrió su mejilla hasta llegar a su boca, era la sensación de una mano la cual lo jaló con la suficiente fuerza para arrastrarlo a una de las habitaciones que conectaban con el oscuro y deteriorado pasillo, todo había sucedido tan rápido que los demás no lo notaron hasta que escucharon el portazo, señal de que la habitación estaba ahora cerrada con Drako ahí dentro.
Los cuatro restantes se alarmaron al mirar atrás y no ver al castaño por ningún lado, se dirigieron a la habitación cerrada y sin dudarlo empezaron a golpear la puerta desesperados.
—¡Drako! ¡¿Me escuchas, Drako?! —Gritaba Alex sin recibir ninguna respuesta.
—¡Drako abre la puerta, esto no es gracioso! —Exigía Lucia sin dejar de tocar fuertemente.
—¡No seas tonta! ¿Crees que Drako seria capaz de hacer una broma así? —Dijo Emely también desesperada.
—No vayan a pelear ustedes ahora, derribemos la puerta —Bryan los aparto a todos y con todas sus fuerzas embistió la puerta sin lograr su cometido— ¿Qué demonios? No se puede.
—¿Cómo que no se puede? La puerta esta deteriorada —Mencionó Alex.
—¡No tengo explicación para eso Alex! No se puede…no se que mas decir al respecto.
La sensación en la boca de Drako se había ido, lo que sea que haya sido ya no estaba sosteniéndolo, el castaño corrió hacia la puerta desesperado pues su linterna había caído y toda la habitación estaba en completa oscuridad.
—¡Chicos abran la puerta, quiero salir de aquí! —Gritó Drako mientras golpeaba la puerta desesperado.
—¡Drako! —Gritaron todos al unísono luego de escuchar por fin a Drako.
—No te preocupes, te sacaremos pronto de ahí y nos iremos —Decía Emely para intentar calmar al castaño atrapado.
—Por favor…sáquenme rápido… —Suplicó Drako entre llantos.
De pronto todo el castillo empezó a temblar, los demás observaban como la estructura se estaba cayendo a pedazos, se desesperaron e intentaron tirar la puerta todos juntos pero sorprendentemente era imposible hacerle un rasguño, el techo sobre los chicos estaba por caer, al observar el suceso tres de ellos dejaron de hacer esfuerzo alguno para derribar la puerta.
—Hay que irnos…. —Dijo Alex casi en un susurro.
—¡¿Qué dices?! —Sorprendida por sus palabras Emely lo miró— ¡No vamos a dejarlo aquí!
—No discutiremos esto, andando —Respondió Bryan y como acto seguido jala a Emely para salir del lugar con los demás.
—¡Bryan suéltame, no voy a abandonarlo! —Estaba desesperada, solo podía mirar atrás mientras muchas lágrimas recorrían su rostro.
Tomaron una decisión egoísta, pero era escapar o morir intentando salvar a Drako, ninguno quería morir, ni siquiera Lucia la hermana del castaño se atrevía a tomar ese riesgo. Los cuatro finalmente salieron de aquel lugar, por suerte solo estaban en el segundo piso, sin embargo al mirar atrás un escalofrío provocó que el cuerpo de todos se tensara, un ente oscuro estaba de pie en las escaleras observándolos fijamente, lo único que destacaba eran sus ojos completamente rojos y su mirada penetrante, el ente desapareció segundos después y la edificación siguió derrumbándose.
—¡Chicos! —Alguien mas bajaba las escaleras corriendo, se trataba de Drako quien había logrado salir.
—¡Drako, corre! —Emely extendió su mano hacía él, iba a entrar nuevamente.
—¡Emely no! —Gritaron Alex y Bryan al mismo tiempo mientras detenían a Emely.
Drako estaba sonriendo, la salida estaba ahí a su alcance solo debía seguir corriendo, sin embargo se detuvo al oír un fuerte crujido sobre él, al mirar arriba notó que el techo se vino abajo, intentó correr nuevamente pero ya era tarde, varios picos de madera atravesaron sus piernas, luego parte de su estomago y por ultimo fue enterrado bajo una gran cantidad de escombros.
El castillo se derrumbó por completo, ya no se veía rastro de Drako, ni siquiera se podía ver la sangre por los tantos escombros que yacían en el lugar, el grupo que ahora era de cuatro integrantes estaba en shock, ver esa escena no fue nada agradable para ellos, la culpa los invadía por haber dejado atrás a Drako, solo por el miedo a morir.
Lucia llamó a sus padres después de reaccionar para contarles lo sucedido con Drako, las autoridades no tardaron en llegar al lugar así como equipos de rescate, buscaron por horas pero no encontraron rastro del castaño, concluyeron que los escombros dañaron demasiado el cuerpo por lo que no podrían recuperarlo, la zona fue completamente restringida. Alex, Bryan, Lucia y Emely fueron enviados a terapia para hacerlos entender que lo sucedido fue un accidente y no su culpa puesto que estaban en una edificación muy vieja, era normal que se vinieran abajo, con el tiempo todos volvieron a la vida que solían tener sin problemas, intentando olvidar lo que pasó ese día.
Merci pour la lecture!
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