Leslie: ¿Cómo estás? Te escribo esta carta aunque sé que no la vas a leer, y que si lo hicieras la tirarías a la basura mientras soltás una risa malvada. De hecho, ni siquiera me conocés ni me vas a conocer en toda tu vida. Te vi durante un tiempo y me gustaste. Me gustó la forma en la que hablás pestes de los demás y me gustaron tus aires de superioridad, además de tu look: campera de cuero, botas tipo militares, pantalones (¿o eran calzas?) negros y rotosos, anteojos, remera que dejaba ver tu ombligo. Tu otro estilo tampoco estaba nada mal: botas largas, escote eléctrico y pelo a lo Fenomenoide. Ciertamente, no sé cuál de los dos prefiero. Tampoco sé por qué me gustás; quizás siento una debilidad por las chicas de la generación X. No sé cuáles serán tus gustos, pero asumo que escuchás música grunge, punk y hasta metal. Nada mal para mí. Hay algo de adorable en tu desagradable y repulsiva forma de ser. Sin embargo, no puedo seguir amándote como te amo, tanto por tu personalidad dañina como por el hecho de que sos un dibujo animado, más específicamente una enemiga de Superman. No debería sentirme atraído por alguien que no es real y que encima es malvado, ¿pero sabés qué? Al carajo todo. ¿Qué es real, después de todo? ¿Qué es la moral? Si vos sos una ficción, yo también. Si vos sos malvada, yo también. Además, estoy dispuesto a dejarme rebajar por vos. Lo resumo todo en un pequeño verso: quiero que hagas de las tuyas. Que me pisotees y me electrocutes. Quiero que me destruyas.
Merci pour la lecture!
Nous pouvons garder Inkspired gratuitement en affichant des annonces à nos visiteurs. S’il vous plaît, soutenez-nous en ajoutant ou en désactivant AdBlocker.
Après l’avoir fait, veuillez recharger le site Web pour continuer à utiliser Inkspired normalement.