Tres días Suivre l’histoire

Uno se puede imaginar cómo serán los días, hoy por ejemplo; me levanté temprano para ir a la universidad, mi madre todavía estaba en casa aún no salía a trabajar, -esto cambia las cosas, es un día especial- me dije, me preguntó si podía llevarme a la universidad, ¿cómo podría decirle que no a la comodidad del auto?, me alisté rápidamente y salimos directo, en el transcurso del camino hablamos sobre mi estancia en la universidad, le conté algunas anécdotas, preocupaciones y aspiraciones, siempre omitiendo las cosas que podrían asustarle, a fin de cuentas la universidad es un espacio lleno de experiencias. Al llegar me percaté que faltaban todavía veinte minutos, mientras esperábamos, veíamos gente pasar, nos reíamos de sus atuendos, analizábamos sus rostros, realmente es un día especial pensaba, estos días que vengo con mi madre siempre son divertidos al inicio.

Las clases en la universidad para mi eran un poco más que aburridas, el profesor llegaba, exponía sus ideas, nosotros respondíamos con algún comentario y finalmente presentábamos los trabajos que el profesor envió, esto se repetía para todos. La estancia en la universidad es poco conflictiva, me llevo bien con mis compañeros, pasamos cuatro horas de clases seguidas en donde no podemos hablar más que del tema que el profesor proponga, luego de esas largas horas al fin podemos interactuar, nos dirigimos a comer, ese espacio intermedio entre una clase y otra es el momento ideal para dialogar, bromear, preocuparse e inclusive dormirse, al terminar de comer o descansar volvemos a la rutina, en mi universidad es doble jornada, son cinco horas en la tarde, nuevamente el profesor da su clase, damos alguna opinión y finalmente entregamos trabajos, por obvias razones la jornada de la tarde es más cansada, cuando llega la hora de irse todos salimos ansiosos por regresar rápido, casi siempre salimos entrada la noche, pero el camino de regreso aunque solitario es más relajado.

Una de las cosas que más disfruto es el camino de regreso, el bus va casi vacío, voy escuchando música y en ocasiones he llegado a dormirme, será por el cansancio o la relajación que me causa el monótono viaje, al llegar a mi casa es casi siempre lo mismo, prendo la computadora, y veo redes sociales hasta que me da sueño, después de todo la estancia en ese lugar es agotador, finalmente apago todo para acto seguido dormir.

Ese sería mi día normal, el que yo imagino cuando quiero recordar lo que pasó el día anterior, pero la realidad nunca es como la pienso, de hecho cada día es tan distinto que mi cerebro busca patrones e imagina lo que debería sería normal, lo que pasó estuvo día lejos de ser especial o normal fue violento, muy indescriptible.