gamz33 Julián Gómez

Es una simple historia creada desde la pregunta "¿Hacia donde vamos como seres humanos?". La respuesta depende de cada persona, la mía es que cavamos nuestra propia tumba. La escritura de esta simple ficción es la salida que encontré a mis pensamientos sobre el futuro en el que terminamos de cavar dicha tumba


Science fiction Tout public.

#futuro #muerte #balas #colapso
Histoire courte
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Tres balas

─ “Mundo sádico, mundo cruel, mundo amarillista, sistemático, aburrido, monótono, enfermizo, cansador, repugnante. Mundo de muerte, guerra, desesperación, sangre. Mundo nuestro, mundo que haremos nuestro". Eso fue lo que leí en el único archivo que había recibido de la máquina, era mucho más extenso que lo que digo pero ya lo borré, decía un par de cosas más como la procedencia del mensaje, es lo que más me dejó shockeado... Como sea, en ese momento no sabía qué hacer ¿Tan deprimente es nuestro futuro?… ¿Hacia dónde es que vamos? Solo cerré la computadora, la desconecté a la máquina y corrí a mi casa, donde me sentía a salvo.

Mi trabajo a menudo es interesante, apasionante, no diría divertido pero amo descubrir cosas nuevas, me siento único y, aunque esté mal, superior a las personas que no saben lo que yo.


Una pausa de al menos medio minuto, estaba absorto en sus recuerdos. La sonrisa de Cuningham no era falsa, amaba su profesión y lo que ella conlleva. Pero a mi parecer no era momento de sentir comodidad, no al menos mientras la persona en frente de él esperaba una respuesta más directa, esperaba no tener que usar una de las dos balas que sus superiores le habían otorgado… por si acaso.


─Bien, entiendo, suertudo ─Molestia en su rostro, no aceptaba que un interrogado “alardee” de su vida frente a él─ Tal vez no te vuele la cabeza si sigues hablando.

─… No me importaría. Además, necesitan saber lo que yo, en este momento yo soy superior a tus intereses, soy el interés de tus superiores, soy tu superior.


No iba a torturarlo, era un simple científico y entendía que no era su culpa meterse en donde no debía. Aún así, lo odiaba de una manera demasiado profunda en ese momento, sabía que tenía razón, y eso, como tantas otras cosas, le molestaba.

Cuningham prosiguió.


─ Como iba diciendo: Volví a mi casa para sentirme seguro, averiguar algo así pone la piel de gallina a cualquiera, o eso supongo yo.

Mi hijo dibujaba en su cuarto a oscuras con sus audífonos, como siempre. No quise alarmarlo. Lo saludé aparentando tranquilidad y caminé a mi habitación. Al llegar solo dormí para despejarme, no había mucho más que pudiera hacer.

─¿Vas a ir al grano de una puta vez? Estoy harto de escuchar tantos detalles. No creo que tenga el día entero.

─ Si fuera por mi voluntad estaría aquí contigo por semanas, y sé que podría hacerlo, entiendo perfectamente que necesitan mi información, solo déjame estar en el mismo mundo que mi hijo por un rato ¿Está mal?

─ Está mal si me haces enojar lo suficiente como para que te pegue un tiro de inmediato

─ No creo que al conserje le guste la idea de limpiar la sangre de dos cuerpos en lugar de uno, señor.


A cada segundo aumentaba el odio entre Brown y Cuningham. Más de Brown a Cuningham que en otra dirección.


─… Sigue con tu mierda.

─ Como digas ─Su sonrisa no se borraba─ Al despertar volví al trabajo, mi intuición decía que encontraría algo más con esa máquina… Bueno, también está el hecho de que solo yo sé operarla.

─ Si, me hablaron de eso, dijeron que insista en que me des la ubicación de los planos pero... me cansaste así que me dejaré de indirectas y seré claro: Dame la puta ubicación.

─ Está en mi casa, tercer cajón hacia abajo en mi oficina, al lado de la televisión.

─¿Por qué tan condescendiente?

─ ¿Nade te dijo del trato?

─ Oh mierda, casi olvido a tu hijo. Según tengo entendido está en la habitación de al lado con un par de agentes custodiándolo, dudo que dé problemas pero ya sabes como es el gobierno. Como sea, prosigue.


Se sintió un silencio sepulcral por diez segundos.


─ Escucha ─Habló Brown─ sabes bien que tengo que matarte luego de sacarte toda la información, pero no creo que tomes dimensión del asunto. Tu hijo no está jugando a los legos al lado, está amarrado a una silla, sin la capacidad de ver, oír, hablar o huir y los agentes no están precisamente para protegerlo. Vé al grano.

─… La computadora está debajo de la piscina, sáquenle toda el agua y por siguiente el fondo falso. Ahí está todo lo que la máquina recibió. Lo único que no dice es su procedencia pero la tengo muy clara.

Año 2114, el hijo del legendario Musk no será tan digno en mi opinión pero se las arreglará, No inventará los viajes en el tiempo pero la utilidad de su creación será demasiada, es demasiada. Podrá enviar información por el tiempo. “Qué tan difícil es hacer eso si ya viajamos por el espacio de maneras in-imaginadas por mi propio padre”, lo logrará. El resto ya te lo imaginas, mi máquina trabaja a frecuencias de onda diferentes a las normales, por eso pudo captar el mensaje, en el futuro se usarán métodos de comunicación más avanzados.


─ Ya tenemos lo que queremos ─Una voz extraña salió de alguna parte─ Prosigan.


Un disparo, un agujero, un sonido que llega a los oídos de Cuningham más rápido que su razonamiento. Él era el segundo en morir, no sin antes producir la mueca más perturbadora que Brown tuvo o tendrá la oportunidad de ver, una mueca que acababa de entender qué pasaba en la habitación de al lado.

La misma voz habló.


─ Quiero que veas qué hay en su computadora

─… Como diga


Por la tarde la piscina ya estaba vacía y el fondo a un costado, La computadora no tenía carga así que tuvo que esperar a que tuviera la suficiente para prender.

En la espera pensó en voz alta.


─ Era muy hablador, pero sabe bastante… bueno, no lo suficiente.


Se pedía una contraseña al prender el aparato. Brown temió tener razón.


─ Nathan… Era el primer nombre de su hijo.


Contraseña correcta.


─… Era buen tipo.


Un montón de archivos se desplegaron ante sus ojos, todos fechados en tiempos por venir. Excepto uno: “Bye.txt”. Decidió ignorarlo.

Abrió un par de archivos aleatorios. Todos mostraban el mismo destino, la crisis ecológica, guerras por cosas tan simples como el agua, muertes por el calor de la temperatura ambiente creciente. Debieron ser recibidos la segunda vez que fue conectada a la máquina.

Prefiero no narrar las imágenes que vio, creo que la bala en su cabeza lo dice todo.

El archivo que Brown ignoró fue abierto por sus superiores poco después, les dio curiosidad.

“Mundo sádico, mundo cruel, mundo amarillista, sistemático, aburrido, monótono, enfermizo, cansador, repugnante. Mundo de muerte, guerra, desesperación, sangre. Mundo nuestro, mundo que haremos nuestro”.

30 Avril 2019 19:12 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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La fin

A propos de l’auteur

Julián Gómez De mí solo cabe destacar que escribo por afición y no espero llegar a mucho, pero eso no significa que no me esfuerce en escribir.

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