Gracias a las ganas de surgir, a la ansias de crecer, a los anhelos de nuestros corazones y los deseos de nuestra mente algún día y si nuestra situación nos obliga, tendremos que dejar nuestras raíces, el suelo al que llamamos: país. El mundo nos divide en naciones pero no en corazones, el mundo nos divide en gobiernos y por aquellas delgadas líneas llamadas "fronteras" pero no nos divide en sentimientos. Estos gobiernos que nos dividen, que acostumbrados al supuesto "orden" crean las supuestas "leyes" que también nos dividen, cuyas leyes son unas más favorables para la humanidad que otras; dependiendo tu nación. Anualmente la cifra de personas que se atreven a cruzar esas delgadas líneas y a adaptarse a esas supuestas leyes; que en busca de un mejor futuro lo hacen, ascienden considerablemente (las cifras). En el mundo existimos una gran cantidad de personas las cuales tenemos sueños que construír y que a manos de uno de estos gobiernos generadores de situaciones devastadoras; no podemos conseguir, construír esos sueños que tanto deseamos cumplir o para más tristeza en nuestro espíritu, tan solo anhelar un mejor estílo de vida y pese a no conseguir ésto es cuando nos proponemos iniciar un viaje hacia otra nación que nos ofrezca una mejor calidad para nuestro día a día, o en mi caso, iniciar una travesía y es acá cuando nos convertimos en inmigrantes y para ello mi alma necesita leyes que acatar.
Soy un jóven de diecinueve años que se ha dedicado a escribir los sentimientos que manan de mi corazón desde que se aproxima el inicio de mi travesía, el desarrollo y el final de ella, sí, voy a emigrar de mi hermosa nación.
Merci pour la lecture!
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