Edward Acosta es un joven prometedor. Todos los días va al colegio, donde es solo uno más del montón. Sus horas pasan entre materias como Matemáticas y Lenguaje, mientras su mente deambula y espera pacientemente que llegue la tarde.
Luego del medio día Edward deja de ser un estudiante más, y se vuelve un escalador. Deja sus zapatillas de dedo, para colocarse zapatos deportivos especiales. Con solo 17 años, forma parte de la selección del Guayas de Escala Deportiva.
“Yo inicié en esto por acompañar a mi hermana, que quería escalar por su cumpleaños. La primera vez tuve miedo, pero luego me gustó,” afirma Edward, que ya lleva 5 años escalando. Esta disciplina es muy poco conocida, aunque el muro externo existe en Guayaquil desde el 2004.
Su primera experiencia en torneos fue en un Panamericano en Riobamba, donde sus nervios lo atacaron, cómo dice él. Poco a poco fue entrenando, y hoy asegura estar mucho mejor.
El entrena en la Federación de Escalada, la misma que realiza una casa abierta los fines de semana, frente al Estadio Modelo. Allí se puede escalar todo el día por $2 dólares. “Es un valor simbólico, hay muchos lugares que cobran más, pero lo hacemos para poder equiparnos y viajar a torneos”, dice Geovanny Unamuno, presidente de la Federación.
En las casas abiertas, los deportistas pueden ir a ayudar, no es obligatorio, pero para Edward es la oportunidad perfecta para seguir mejorando. Por cada fin de semana llegan cerca de 20 personas, entre novatos y profesionales. Edward los ayuda, les explica cómo se escala, y da consejos para que puedan subir cada vez más alto. Así mismo, los equipa y cuida de la funcionalidad del muro.
Geovanny tiene mucha fé en su pupilo. Pero desafortunadamente, al involucrarse en una actividad tan exigente como esta, no es difícil darse cuenta que Edward pierde muchas cosas. “Especialmente con mis amigos, ellos me dicen que yo solo paso en esto,” dice el deportista, “Aparte, siempre debo tener buenas notas para poder seguir entrenando.”
Sin embargo, nuestro atleta no considera que esté poniendo en peligro su vida al escalar,aunque muchas veces practica sin seguridad. Edward dice que disfruta escalar, siente que el ejercicio lo libera y eso es lo que más le emociona. En estas fotos es difícil ver con claridad el rostro de Edward, ya que no deseo que su cara sea famosa, deseo que muchos otros jóvenes prometedores sean vistos por la sociedad a través de él.
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