Un día don Palmiro les dijo a Morales y a Rodríguez: hoy partiré de aquí, volveré a viajar por las calles vendiendo mi mercancía y buscaré donde hospedarme pero no se preocupen por mí, si tengo suerte volveré con la riqueza más grande que pueda haber.
Después de días y días de infructuosa búsqueda, don Palmiro llegó a un edificio que tenía balcones negros en todas las habitaciones, donde sus habitantes no conocían el amor, la felicidad o la esperanza. Entonces encontró a un joven llamado Jorge, quien le dijo:
— No le mentiré, le será difícil acostumbrarse a una atmósfera tan deprimente como esta
— No es la gran cosa— respondió don Palmiro— he estado en peores lugares y situaciones donde la vida solo se ve a través de un cristal gris y roto, esos lugares donde existe gente que se alimenta de carbones encendidos
— ¿Carbones de verdad?
— Ira y Rencor, y además botan armas por la boca capaces de matar
— ¿Dagas?
— Palabras, solo con palabras y no de cualquier clase, de las que hieren
— ¿Qué clase de lugar es ese?
— Le sorprendería saber cuántos lugares así hay en la tierra
— Y... ¿a qué ha venido?
— Necesito un lugar
— ¿Para qué?
— ¿Qué clase de pregunta es esa? Pues para dormir, comer, ir al baño, al menos hasta que me recupere económicamente.
Jorge se marchó algo irritado con su respuesta y don Palmiro se dirigió al edificio a solicitar una habitación. A la mañana siguiente don Palmiro recorrió las calles cercanas vendiendo su mercancía sin tener éxito, pero lo más raro era que en las calles cercanas a ese edificio no había ni una sola planta, ni una sola señal de vida.
— Quizá... — pensó— Quizá esta sea la razón por la cual la gente de aquí carece de luz en sus almas—
Vio el sol poniéndose y decidió volver al edificio. Sin embargo, justo cuando ya iba a partir vio algo muy extraño y se acercó: Sobre una piedra blanca iba floreciendo lentamente un bello jazmín. Don Palmiro tomó la flor y regresó al edificio. Al llegar, inmediatamente buscó un florero dónde colocarla y la puso tras la ventana.
Al día siguiente los balcones eran blancos.
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