Mariana estaba leyendo en su habitación, pero ella es interrumpida cuando tocan la puerta principal de la casa así que se dirige hacia esta para ver de quien se trata ya que no esperaba alguna visita.
Abrió la puerta encontrándose con un señor que tenía 30 años aproximadamente, este vestía de unos pantalones, un abrigo, una bufanda y un gorro, todos estos eran de un color negro. Mariana frunció el ceño confundida, ya que no conocía a ese hombre y porque él estaba demasiado arropado, aunque estaban en épocas de calor.
Mariana al intentarle ver la cara no pudo, ya que la bufanda tapaba mayor parte de la cara, dejando que solo los ojos se pudieran ver. Ella le iba a preguntar el motivo de su visita, pero el hombre le interrumpe asustándola un poco.
—¡Muchas felicidades! Usted y sus amigos están invitados a estar en el campamento "Ángel Caído" —Dijo el hombre con una voz gruesa. Se quedo en silencio unos pocos segundos y siguió hablando—. La siguiente semana a las 4:00p.m. la recogerá el autobús del campamento.
—Ah... ¿Ok? —Mariana estaba en blanco, mirando aún más confundida al señor.
—¡Se me olvidaba! —Exclamo aquel hombre—. Necesito informarle una cosa más.
—¿Qué cosa?
—Las pesadillas pueden hacerse realidad —Dijo él antes de marcharse dejando a Mariana con la palabra en la boca.
Cerró la puerta para luego dirigirse a su habitación mientras pensaba sobre aquella rara invitación de ese campamento.
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