kaariimee-riivaas1531164366 Karime Rivas

Liv es una adolescente que quiere descubrir el mundo, y sólo quiere ser feliz de cualquier modo. A través de los meses va madurando, y se da cuenta de cosas más importantes que el amor romántico


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Duda interesante.

Liv se afloja la coleta alta y frunce el ceño, sin poder dejar de ver su laptop con una rara información, que es dudosa, piensa que su profesor Ismael podría dar algo correcto y eso que le da cálculo y la tarea es de salud.

Liv sonríe, admira a su profesor porque sabe de todo.

El profesor Ismael ha estudiando mucho a lo largo de su vida, es un gran profesor, todos lo admiran y saben que si tienen una duda de lo que sea que se les ocurra, él va a contestar siempre.

Liv recuerda a otro profesor, le daba física y estaba realmente guapo, aunque chaparro, sonríe, le encantaba ese profesor, enseñaba muy bien y la verdad es que lo extraña, el profesor se fue porque tuvo una oportunidad gigante.

Liv desea ser maestra, ya que varios profesores le han enseñado que aún hay maestros que enseñan sin problemas, que exigentes, amables y sabios.

Su celular timbra, ella lo checa, desinteresada, hasta que ve el mensaje, Liv se emociona en seguida, lo lee varias veces, dice algo como "Mi Liv preciosa ¿Mañana tienes tiempo? Acabo de hacer tiempo en la universidad para ver a mi querida novia"

Liv no puede creer que va a ver a su novio después de casi un mes, pero lo entiende, estudiar medicina es algo pesado, le responde con un mensaje "Sam, mi vida, sabes que para ti siempre tengo tiempo, a las seis ¿no? En el restaurante, sushi star"

Sam, su novio, le responde con rapidez "Por supuesto, nos veremos afuera del restaurante ¿no? Después batallo en encontrarte"

Sam le manda mensajes a su novia una hora seguida, sin parar, hasta que decide ponerse a hacer la tarea de anatomía.

Liv se despide de su novio, sin querer hacerlo realmente.

Liv se levanta de la silla de escritorio para hacer algo de comer, no ha comido en todo el día y sabe que debe comer, no porque realmente sienta hambre.

Sus amigas han notado que Liv a adelgazado bastante desde que entró a quinto semestre de preparatoria, lo que no saben es el porque de ello, quieren creer que el estrés ha hecho lo suyo pero la ven tan tranquila que ya no tienen idea alguna.

Liv se intenta hacer carne con chile y arroz, ve la receta de internet, haciendo cada paso con precisión, mientras se hace, decide seguir con la tarea.

Al sentarse, la información dudosa se vuelve interesante, vuelve a leer, cada vez más con intriga, aunque al final resopla y se ríe, pensando que esa información puede ser sacada de cualquier lugar.

Liv vuelve a la cocina y ve que el arroz se le quemó, se le queda viendo unos instantes, antes de tirar todo el arroz a la basura, luego ve la carne con chile, que no se ve muy apetitosa, pero se sirve una cantidad pequeña, para aguantar el hambre.

La puerta se abre de golpe, asustando a Liv.

—¿Te asusté, pequeña?- Vicente pregunta, preocupado.

Liv rueda los ojos, se relaja al momento, se sirve agua y se sienta en un banco, frente a la barra de la cocina.

—Para nada, baboso- Liv responde con rapidez, fingiendo que no ha pasado nada, aunque sabe bien que su hermano sabe que si se asustó.

—Entiendo...- Vicente asiente con cautela, se acerca y ve que acaba de cocinar su hermana, ríe y ve a su hermana- ¿Tú cocinaste?

Liv no le responde, se dedica a comer, roja como un tomate, se siente tan humillada, a pesar de que su hermano mayor no se lo dice para que se sienta así.

—Me hubieras esperado, sabes que sé cocinar porque Layla me enseñó hace tiempo- Vicente le dice, mientras agarra un plato y se sirve una generosa porción.

Liv se le queda viendo, Vicente es un dos años mayor que ella, está estudiando Ingeniería química, apenas lleva dos semestres, le va de maravilla, conoció a Layla, su novia desde hace un año, en la universidad.

—Tenía hambre- Liv musita, revuelve la comida de su plato.

—O me hubieras mandado un mensaje para que comprara algo- Vicente le responde, al tiempo que se sienta al lado de su hermana.

Vicente no sabe que Liv odia la comida rápida, con mucha grasa y cosas de ese tipo, así que se ríe al ver su cara.

—No te agrada la idea ¿verdad?- Vicente se levanta para servirse agua.

—La verdad es que no, de hecho, nadie debería comer esas cosas, bajo ninguna circunstancia y se me hace que tú comes mucho de comida rápida- Liv espeta, le ve con detenimiento, viendo como se sienta de nuevo- ¿Me equivoco?

Vicente se ataca de la risa, pensando que su hermana está loca, porque él está en buena forma.

—Te equivocas, pequeña- Vicente responde, le quita importancia, empieza a comer con esmero- Te quedó muy rico.

Liv se revuelve incomoda en su banca, pensando que lo qe acaba de cocinar no sabe para nada bien, sin embargo allí está su hermano, elogiando su comida.

Liv siempre se ha preguntando porque su hermano le dice "pequeña" y siempre la hace sentir bien, a pesar de como ella se comporta con él.

En el fondo, Liv sabe que debería querer a su hermano, que daría la vida por ella pero no puede, simplemente no lo hace.

La vida es injusta a veces, nadie sabe la razón.

Eso es una duda interesante ¿Por qué Liv se comporta así con su hermano? Vicente nunca se ha mostrado grosero y frío con ella, así que, si que nunca podría responder la pregunta.

—¿Y qué comes?- Liv pregunta en casi un susurro, tiesa como un palo-. Gracias.

Vicente no es tonto para pensar que Liv lo quiere, por esa razón intenta llevarse bien con ella pero le es imposible, ha hecho muchos sacrificios y nada.

—Antes de irme a la universidad siempre me como una fruta y agua- Vicente empieza a decir, aunque sabe que a su hermana no le importa para nada.

Liv mastica con cuidado, viendo a su hermano, no puede creer que en serio le esté contestando, escucha, para seguir sus pasos.

—Me preparo el lonche, puede ser un sandwich de huevo, jamón con queso, fruta y verdura picada, depende de como esté el refrigerador- Vicente dice, recordando su desayuno del día-. Eso me como allá.

Liv toma nota, se abraza con sus brazos, está empezando a sentir frío.

—Como sabes, sólo tengo dos horas para venir acá, podría llegar antes pero es sólo una hora entre clases y no vale la pena, así que, vengo a comer contigo, casi siempre es pollo con verduras, carne y pescado- Vicente comenta, sonríe.

Liv se queda callada, se siente culpable, su hermano recorre una generosa distancia de la universidad para la casa, sólo para hacerle compañía.

—Y en la noche como cereal, frutos secos o un poco de avena- Vicente finaliza, para luego seguir comiendo.

Se quedan en silencio.

Liv siente que va a llorar, se sienta tal culpable que la comida a duras penas le entra, tiene el corazón destrozado.

Liv generalmente no se da cuenta de esos detalles que Vicente hace por ella, hasta que una de sus mejores amigas, Ivy, le comentó y ahora capta un poco más sobre esa situación.

Liv se hace tonta con la comida, hasta que Vicente acaba de comer.

—Te dejo sola, estoy en mi habitación si necesitas algo- Vicente le comenta, mientras se levanta.

Liv se levanta también, tira casi toda la comida de su plato y se dirige a su cuarto, para seguir con esa tarea dudosa de salud.

Vicente decide darse un baño rápido, ya que no alcanzó a hacerlo en la mañana.

Vicente camina al baño, aunque mejor se detiene y camina a la cocina, para decirle a su hermana si desea meterse al baño, ya que se tarda tiempo en bañarse.

Ve que su hermana no está, de pasada, agarra otro vaso de agua y baja la mirada, hacia el bote de basura lleno de arroz y carne con chile.

Vicente no puede creer que su hermana tire la comida como si la regalaran.

Camina al baño, sin dejar de pensar en aquello, entonces capta el cambio del cuerpo de su hermana, está más delgada que antes y como siempre la ve, no capta esos pequeños cambios.

Vicente le dirá algo hasta al día siguiente, aún debe pensar bien que decirle.

Se pone a pensar que no conoce a su hermana en absoluto, se pregunta "¿Cómo podré conocerla?"

Y la respuesta nunca llega su mente, haciendo que se sienta tan estúpido, decide mandarle un rápido mensaje a su mejor amigo, Elliot.

Luego de mandarle algunos mensajes, Vicente ya sabe con exactitud que decir, le agradece y se mete a bañar.

Liv entiende la tarea dudosa y lo hace con rapidez, escuchando música de jazz de fondo.

Cuando escucha esa múscia, se siente feliz, poderosa y muy inteligente.




26 Janvier 2019 21:33 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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