Kick Ass 3 Suivre l’histoire

Disclaimer: este es un fanfic crossover sin ánimo de lucro y que no intenta vulnerar los derechos de quien sea tenga la propiedad de “kick ass” y “gunslinger girl”), por cierto, “trovo” quiere decir “encuentro” en italiano.

KICK ASS 3

Capítulo 1: Trovo

En un bar de mala muerte que no hacia honor a la hermosa ciudad de Tampa, Florida. Varios parroquianos de dudosa procedencia consumían bebidas espirituosas en vasos sucios como si fuese el último día en la Tierra. Junto a ellos se encontraba una adolescente de unos dieciséis años, vestía un traje morado de motociclista y tenía una cabellera rubia que lucía un par de coletas infantiles.

Se preguntarán como fue que una chica tal pudo entrar a un bar y ponerse a beber, bueno, la verdad que no fue muy difícil ya que la rubia con rostro aniñado enseñó una identificación falsa y además, al cantinero le importó un cacahuate con tal de que la chica pagara los tragos.

“Luli McMullen” ponía la identificación falsa de Mindy Macready, conocida en los archivos policiales de Nueva York como “Hit Girl”, quien era buscada por la policía de esa ciudad por los cargos de volteadora, vigilante vengadora, asesina múltiple en primer grado, tenencia ilegal de armas de asalto, posesión ilegal de explosivos y equipos de escucha policial, y varios otros delitos que sumaban el centenar o más años en prisión de ser capturada en uno de los estados de la unión americana que prohibía la pena capital, o la ejecución si caía en Texas, por ejemplo.

Mindy bebía la cerveza rebajada con agua cuando de repente un sujeto enorme se sentó junto a ella en la barra del bar. El sujeto de pronto sacó un arma para apuntar a la rubia en la cabeza, pero la chica fue más rápida, con su revolver le voló los sesos al sujeto.

«Que bien que saqué mi Heckler & Koch compacto a tiempo», pensaba Mindy, quien ya sentía los efectos de los tragos consumidos. «Este sujeto debe ser de la mafia, tiene los zapatos lustrosos.»

La situación de Mindy cada vez era más crítica, no sólo la perseguía la policía de Nueva York, también la perseguía la policía federal (FBI) y por si fuera poco la propia Interpol (policía Internacional) la puso como la mujer más buscada del planeta.

«De todas formas se cuidarme de la policía, sin embargo, son los mafiosos los que me preocupan, a este ritmo empezarán a contratar a simples sicarios que matan por dos mil dólares y si eso pasa al final me volveré paranoica. No queda otra, tendré que ir a Italia y acabar con Ralph D’Amico.»

Ralph D'Amico, era el tío de Chris D'Amico y el verdadero “padrino” de la familia D'Amico, cuando el padre de Chris murió al enfrentarse a Kick Ass, Ralph, “salió del retiro” y se fugó a Italia, dejando en ridículo al sistema carcelario norteamericano.

―Aquí tienes veinte billetes por el desorden. ―Le entregaba Mindy al cantinero, quien permanecía tranquilo como si hubiese visto la misma escena muchas veces―. Aunque, creo que al final es una mejora a tu cuchitril.

Mindy llevaba consigo una mochila con tres millones de dólares, “donación” del difunto Frank D'Amico, padre de Chris. Con ese dinero abordó un avión que traficaba droga ya que no podía ir a ningún aeropuerto con la interpol pisándole los talones.

«Una vez llegue a Europa, la interpol dejará de ser un problema ya que de seguro me seguirán buscando en Norteamérica», pensaba Mindy. «Llegar hasta Italia será fácil con mi pasaporte falso, luego todo será coser y cantar, no creo que encuentre problemas en ese lugar.»

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Como lo predijo Mindy una vez en Europa, su pasaporte le aseguró pase libre por la Unión Europea, le había costado mucho dinero lo del avión y el pasaporte pero había valido la pena, al final no tuvo problemas para ingresar a Italia y llegó hasta Roma.

―Increíble ―decía para sí misma Mindy al ver la colosal ciudad―. Nueva York es intimidante, pero Roma, bueno, hay tanto que mirar que no sé por dónde empezar.

Lo primero que hizo Mindy fue registrarse en un pintoresco hotel de la ciudad, hacía mucho ruido debido a los numerosos niños presentes pero el pequeñajo que más le llamó la atención fue una adorable niña de cabello castaño y un poco corto, parecía tener once años y llevaba un estuche de violín de una marca muy cara.

La niña estaba hipando debido al parecer a que había estado llorando.

―Henrietta, estabas aquí, vamos que las demás nos esperan ―le dijo otra niña de once años que llevaba gafas y tenía el cabello largo y negro con tonos claros diríase azulados.

―Claes…. Ya para que… lo mejor es morir…

―No digas eso, ¿no querrás entristecer a Triela, Angelica y a Rico, verdad?

Henrietta negó con la cabeza y siguió caminando con la ayuda de Claes, quien la sujetaba de la mano.

«Las niñas italianas son muy lindas», pensaba Mindy, mientras las dos niñas pasaban por su lado. En eso, algo llamó la atención de Hit Girl.

―Qué demonios… estas niñas huelen a aceite para armas.

Henrietta debido a la muerte de José estaba muy deprimida y no se percató de nada extraño, sin embargo, Claes fijó su visión periférica en la adolescente rubia de dieciséis años.

―… Esta chica huele a sangre.

Claes sujetó con más fuerza la mano de Henrietta y apresuró el paso para perderse por un pasillo del hotel.

Mindy miraba el lugar donde se perdieron de vista las dos niñas y luego de un par de segundos apresuró el paso a su habitación, la cual tenía una ventana que daba vista a un callejón lateral.

―Lo mejor es que prepare mi Heckler & Koch y mi Sauer ―decía Mindy mientras maldecía por lo bajo―, presiento que pronto habrá fiesta en este lugar, tal vez esas niñas estén tras de mí, pero ¿niñas usando armas?

Mindy se maldijo a sí misma en voz alta, después de todo, ella a los trece años ya era una asesina entrenada y había acabado con Frank D'Amico y sus hombres.

Mindy se parapetó lo mejor que pudo en su habitación y esperó el ataque, sin embargo nada pasaba, sólo el incesante ruido proveniente del callejón de un equipo de hombres que al parecer estaban rompiendo el cemento del piso, al parecer realizando una reparación.

«Diablos, para ser trabajadores viales tienen las manos muy cuidadas. Todo esto no es más que una distracción, el ruido impedirá que el sonido de disparos se escuche por los alrededores», pensaba alarmada Mindy luego de ver a los supuestos albañiles. «Estos tipos no son mafiosos, seguro son la interpol… El ataque comenzará en cualquier momento.»

El ataque comenzó, pero no fue dirigido a la habitación de Mindy. Los disparos se escuchaban como si vinieran del otro lado del hotel.

«Trataré de interceptar la señal con mi equipo de rastreo de señales», pensó Mindy mientras sacaba su artilugio ilegal.

―… Las cinco niñas se encuentran en el salón posterior… entendido, sin sobrevivientes…

Mindy maldijo en voz alta al escuchar esto, ¿acaso se referían a las dos niñas a las que vio con anterioridad?

Sin pensarlo dos veces, Mindy Macready tomó su disfraz purpura y se convirtió en Hit Girl.

―bien hit Girl, sé que no es tu asunto, pero no puedes dejar a un par de pendejas morir así como así.

Hit Girl abrió con cuidado la puerta de su habitación y luego se dirigió donde se desarrollaba el tiroteo. Lo primero que vio fue a un tipo con traje lustroso y caro que hablaba por un celular, y llevaba un arma.

«Este sujeto no es de la interpol, tampoco es un mafioso ya que lleva un revolver de bajo calibre, me pregunto quién diablos será.»

El hombre descubrió a Hit Girl, pero entonces recibió un disparo certero entre ceja y ceja.

―Bien, a seguir adelante ―decía para sí misma la heroína sin súper poderes, cuando a la vuelta de la esquina fue sorprendida por un hombre que llevaba un chaleco blindado y una máscara, junto a todo un atuendo que lo hacía ver igual a un integrante más de un equipo SWAT norteamericano.

El hombre descargó fuego de metralla contra hit Girl y Mindy casi no la cuenta de no ser por sus rápidos reflejos.

«Carajo, este tipo viste igual que los SWAT, pero no es uno de ellos, su arma no es la reglamentaria.»

Hit Girl y el hombre intercambiaron disparos, pero al final la chica ganó la partida con lo que pudo avanzar adelante.

Hit Girl llegó al lugar del tiroteo y lo que vio la dejó impresionada. Nada más ni nada menos que cinco niñas se enfrentaban en un fuego cruzado contra varios hombres adultos que al parecer formaban parte de un grupo policial de trajeados y fuerzas semejantes a los SWAT pero que contaban con armamento de un comando paramilitar.

―¡Demonios Henrietta, reacciona! ―gritaba una niña de trece años que tenía el cabello rubio y con largas coletas a los costados, pero que poseía una piel muy bronceada. Esta niña vestía con una ropa que llevaría más bien un niño y portaba un SIG Sauer P232 SL, la cual disparaba con furia.

―¡Triela tiene razón, por favor Henrietta, necesitamos tu ayuda! ―gritaba esta vez otra niña de trece años quien tenía un cabello corto de color rubio. La niña tenía una pistola CZ-75 y lágrimas recorrían su joven rostro que se parecía mucho al de Henrietta.

―… Rico… ―le contestó la niña de cabello castaño a la rubia de cabello corto

―Henrietta, te necesitamos…

―¡Cuidado! ―gritó esta vez una preciosa niña de cabello negro y largo, la cual cubrió a sus dos amigas gracias a la potencia de fuego de su AUG A2.

―Buen disparo Angélica, pero tú también tienes que cubrirte ―le dijo Claes, al mismo tiempo que descargaba su H&K VP70M. Al igual que Henrietta y Rico, Claes y Angélica se parecían mucho.

Henrietta pareció recomponerse y dando un grito salvaje se cargó ella sola a varios sujetos gracias a su SIG Sauer P239 doble.

Hit Girl dio un silbido de asombro mientras maldecía la pericia de las chicas, en eso nuevos sujetos ingresaron al recinto y llevaban armas aún más pesadas que las que llevaron los hombres que les antecedieron.

Las chicas intercambiaron miradas de preocupación, sus municiones se estaban acabando y era obvio que la intención de esos sujetos no era tomarlas prisioneras.

―Quiero que las rematen disparándoles en ambos ojos, díganle al equipo de respaldo que tenga listos las bolsas para cadáveres para trasladar los cuerpos a la Agencia de Felicidad Social ―ordenaba un hombre cuando en eso una bala penetró en su nuca y salió por su ojo izquierdo.

Los hombres de la AFS no repararon en la posibilidad de ser atacados por la retaguardia por una extraña adolescente quien vestía un traje morado y con capa como si fuese una súper heroína de los comics norteamericanos y que disparase con una letalidad que nada tenía que envidiar a las niñas que tenían delante suyo.

―¿Quién es esa? ―preguntaba a nadie en particular Triela al ver a la chica de cabello morado y antifaz, quien acababa de matar a varios hombres de la AFS.

―Hola pequeñajas, soy Hit Girl y acabo de salvarles el culo.

CONTINUARÁ…

Notas finales del autor: Luli McMullen, es el nombre de la protagonista de la película Hick, la cual es protagonizada por Chloe Grace Moretz (hit Girl/ Mindy Macready)

Como ven este fanfic está basado más en las pelis de kick ass que en los violentos comics. Lo mismo pasa con gunslinger Girl, que en este fanfic está basado más en los animes que en los depresivos mangas.