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Mario Vilela


AZA una conciencia sintetica que le permite al hombre ser inmortal, a un precio tan alto como abandonar la escencia humana. El planeta esta vacio, al menos a los ojos de la suprema tecnologia capaz de crear una realidad artificial, pero incapaz de alinear una conciencia humana evolucionada.


Science fiction Tout public.

#AI #ciencia-ficcion #meditacion #ley-natural #evolucion
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Todo cambia, nada permanece

A los 50 años mi vida en Buenos Aires no tenía nada de particular, había dedicado mi vida a estudiar, luego a la investigación científica, soy parte, o mejor dicho era parte de un grupo de estudio de cambio climático.

El calentamiento global era una realidad que se hacía sentir cada vez más, y requería atención inmediata aunque la inercia de una sociedad sin voluntad de cambio impedía tomar las acciones necesarias para cambiar las tendencias.

Trabajamos en escenarios y simulaciones que permiten determinar acciones específicas, que intervenciones producían los mejores resultados. El estudio de escenarios requería capacidad de cómputo creciente. Lo irónico era que la producción de estas máquinas más sofisticadas requería materiales y procesos que contribuyen al fenómeno de calentamiento.

Los días transcurrían sin cambios como fue prácticamente toda mi vida, un plan bien ejecutado, mi refugio siempre había sido la rutina.

La ciudad recibía un año más, el 2022, en las calles la gente festejaba.

Fuegos artificiales iluminaban el cielo, los edificios pulsaban reflejando los colores cambiantes del cielo, todos estaban de fiesta.

Para mi había sido un buen año, pero tenía un sabor amargo y no llegaba a entender por qué. Creo que lo mío se llamaba tristeza y soledad.

Estaba solo, toda mi vida había estado solo, ya estaba acostumbrado.

Ya tenía 50 años, había logrado lo que me había propuesto y más, aunque siempre mis metas habían sido laborales.

El año nuevo te hace recapitular, mirar al pasado y al futuro, pero el balance era positivo, aunque desde un punto de vista meramente laboral. Lo mío siempre había sido la tecnología y ahora estaba navegando en la cresta de la ola. Trabajaba en uno de los laboratorios con mayor presupuesto y tecnología del planeta.

Finalmente se produjo la alerta y todo cambió súbitamente. La reanimación había comenzado oficialmente.

La gran burbuja se movía lentamente, giraba, rotaba, quedaba estática en una posición a veces por minutos otras veces horas. La burbuja estaba llena de un fluido amarillento, contenía el cuerpo de un hombre. Pulsos eléctricos contraían sus músculos que sacudían el cuerpo y lo hacía vibrar.

La luz de amplio espectro simulando luz solar le daba un extraño brillo al cuerpo desnudo, inerte, dormido.

Un pequeño ejército de asistentes preparaba lo necesario para recibir al nuevo huésped.

El sistema ya no requería de un cuarto esterilizado, el fluido de la burbuja de vida no era puro, no debía serlo, el sistema inmunológico no estaría preparado para el mundo exterior. El aire disuelto en el fluido provenía del exterior sin mayores filtrados.

El aire extremadamente puro que usaban los procesos más antiguos hacía mucho más prolongada la transición hacia la vida normal.

El cuerpo de a poco iría despertando, pero el cerebro debe seguir conectado hasta último momento.

La realidad inducida debería seguir ininterrumpida para minimizar el shock de stress que produciría inexorablemente el cambio de realidad. La realidad y conciencia sintética era lo único que conocía el sujeto de la burbuja.

El proceso de reanimación era bien conocido pero este caso era diferente. Normalmente los periodos en la burbuja eran de no más de uno o dos años, pero en este caso, el tiempo transcurrido era mucho mayor.

Más del 90% del crecimiento de este humano se había producido dentro de la máquina.


La noche de año nuevo estaba llegando a su fin, camine por las calles llenas de gente, todo el mundo estaba festejando, para mí no había mucho para festejar, pero estaba tranquilo. Relajado como resultado de un par de copas de champagne.

Un taxi paró justo delante mío, dejaba a una pareja, no era fácil conseguir uno cuando la mayoría de la gente prefería festejar a trabajar, aproveche la oportunidad para volver.

Llegué a casa directo a cama, ya era tarde, me dormí enseguida.

Después de lo que me pareció un instante desperté confundido mareado, enfermo y sin poder moverme, no podía ver claramente, la luz era muy tenue pero me lastimaba, el cuerpo me dolía y lo sentía paralizado. No sabía dónde estaba, me dormí de nuevo.

Me desperté en mi cama, me sentí aliviado, podía moverme, todo había vuelto a su lugar.


Los Origares habían existido por siempre. Tienen el dominio de la tecnología. Tecnología que les permite vivir eternamente. Poseen el conocimiento de la energía, pueden obtener energía de casi cualquier recurso disponible, calor, movimiento, luz solar, campos magnéticos, campos gravitatorios. La energía no representaba un problema para ellos.

Pero todo el conocimiento tecnológico no fue sin un costo. Relegaron continuar siendo humanos, el vivir en sociedad, tener contacto con otros, la familia.

Nadie sabe a ciencia cierta cómo llegaron a esa condición pero viven aislados del mundo y solo tienen contacto holográfico, viven solos, sustentados por sistemas artificiales que les permiten sobrevivir por siempre.

Pero ellos son los Origares los protectores de la suma de las tecnologías de las antiguas civilizaciones que habitaron el planeta.

Karl salió de su letárgica rutina alertado por un mensaje poco usual. Poco usual era raro, muy raro para ellos.

Parte de la tecnología que poseían los Origares era el uso sistemático de la percepción psíquica colectiva. Habían desarrollado granjas de mentes que asociaban sus talentos para leer la conciencia colectiva del planeta, esto les permitía una alerta temprana de cualquier evento que pudiese alterar el funcionamiento normal del todo. Podían ver un campo de energía mental como si fuera un océano con todas sus mareas y oleajes, cualquier evento fuera de lo común sobresalía inmediatamente.

El mensaje no era demasiado claro, no podía serlo no había suficiente sustancia como para poder identificar el contenido de la alerta.

Por ahora era solo una singularidad que parecía estar relacionada con el pasado o con hechos pasados.


Primo es el único que conoce todos los procesos y mecanismos del sistema. Después de todo había mejorado y alterado cada uno de sus componentes. El ocupante de la cápsula era su propósito y única meta en su existencia.

No siempre había sido así, pero el tiempo y las circunstancias confluyeron en esta situación.

Para Primo, la cápsula se llamaba Tierra.

Quizá porque la realidad que la máquina creaba sucedía en ese planeta.

Primo transmitió la orden a los Bots, que eficientemente comenzaron la construcción de la casa para el nuevo integrante. El nuevo cuerpo ya estaba fuera de la cápsula, en una habitación especialmente diseñada para la transición hacia la vida normal.

Por el momento el cuerpo estaba expuesto al aire, respirando por sus propios medios, en un sueño inducido y alimentado por sondas.

Pero eso iba a cambiar rápidamente. Primo observó cómo el cuerpo respondía a los estímulos.

Primo comunicó a los Bots el cambio de prioridades, había que terminar el nuevo hogar antes de lo planeado.

Decidí no ir a trabajar ese día, algo no estaba en su lugar, estaba muy cansado, me quedé en la cama y me dormí instantáneamente solo para despertar casi inmediatamente, me sentí enfermo y confundido. No podía comprender que sucedía, oscilaba entre un sueño profundo y un estado de confusión dolorosa. El proceso se repitió una y otra vez, pero algo en lo profundo despertaba en mí y se adaptaba a esa nueva realidad. Una realidad que estaba del otro lado de una barrera, y sabía que esa barrera era mi propio miedo a saltar al vacío, un salto a lo desconocido.

Pasó el tiempo, y el proceso de aventurarme cada vez más, que más que aventurarme era una entrega, un dejarme ir, se volvió parte de mi rutina.

En principio lo confundí con mi vida onírica o alguna experiencia metafísica, no sabía que pensar, pero cobraba más relevancia día a día, hasta que finalmente ocupó la totalidad de mi realidad.

La transición se fue desarrollando de una manera natural. Fue una etapa de adaptación en la cual fui entendiendo primero que coexistían dos realidades paralelas, luego empezar a tomar conciencia cuando estaba en una y cuando en otra.

Fui notando el impacto de la nueva experiencia, el espectro de sensación era mayor, mucho mayor. Aún hoy descubro nuevas dimensiones de sensación.

Pero hubo un momento que marcó el despertar, después de muchos despertares neblinosos y confusos, un día me desperté antes de despertar. Estaba en la realidad inducida y supe, pude despertar dentro de esa realidad, pude sentir que era limitada y artificial. Simplemente me salí, fue como estar dormido y despertar. Salí voluntariamente, esa realidad no servía más, no era creíble, ahora había un futuro, una nueva meta, un nuevo propósito que no podía esperar más. Esa fue la última vez que visite aquella realidad que me era tan familiar, pero ya no me daba seguridad ni refugio y que ahora parecía tan lejana.

Desperté en una habitación que era casi idéntica a la de mi antiguo departamento en Buenos Aires. Claro que supe inmediatamente que no lo era, de alguna manera me sonreí en mi interior, agradeciendo la sensibilidad de quien quiera haya sido el encargado de crear mi nuevo espacio.

El cambio era sutil pero intenso, todo era más rico los colores eran más profundos, los olores tenían más sutilezas, era como si estuviese en una realidad aumentada.

Fui al baño, instintivamente camine hacia el espejo, lo que vi fue un verdadero shock para mí.

Vi un hombre de unos 24 años, era yo pero más joven.

Si bien todo era perturbador yo continuaba con una tranquilidad que me sorprendía.

Un hombre se acercó, muy despacio con precaución claramente tratando de no intimidarme.

Mi nombre es Primo – dijo con una voz intencionalmente suave, probablemente comprendía mejor que yo mi estado actual, en el que todo era como un estruendo o un estímulo sobredimensionado.

Lo mire rápidamente, sonreí por cortesía y volví a mirarme al espejo incrédulo por mi aspecto

No me resultó extraña su presencia, al contrario fue agradable y me dio una sensación de protección y seguridad.

Primo era un hombre de unos 2 metros, no tenía pelo y si bien sus movimientos eran perfectos algo delataba su extraño origen, pero aun así no me intimidaba.

Hizo un gesto invitándome a salir de la habitación. Me di cuenta que era una escenografía, era un pequeño cubo construido en lo que parecía un hangar gigantesco.

No se veía electrónica ni ningún equipo demasiado sofisticado, todo se veía limpio, vacío, estático. La luz era muy tenue y totalmente uniforme.

Mi cuerpo me envió una clara señal de emergencia, hambre!

Lo mire a Primo con una sensación de urgencia.

Que podemos comer – pregunté abruptamente

Siempre hay comida disponible – respondió Primo y me indico la dirección con un ademán y comenzó a caminar hacia lo que percibí como una pared lateral, cuando nos acercábamos se iluminó el área, no solo no había una pared sino que mostró un espacio muy grande, o más que grande, era un lugar gigantesco. Luego entendí que solo se iluminaban las áreas por donde transitamos, era desconcertante, pero era eficiente aunque creo que la razón era la de no exponer la magnitud intimidante del espacio en donde nos encontrábamos .

El área iluminada era claramente un comedor, había distintos sectores, bebidas, vegetales, crudos, cocidos, arroces, tomates, ensaladas preparadas, papas tostadas, tortillas, panes, todo tipo de comidas que se veían más que apetitosas. Primo tomó un plato y se dirigió a un área y se sirvió una abundante porción de vegetales seleccionando cuidadosamente cada uno de ellos.

Todo se veía muy bien, me serví generosas porciones de casi todas las variedades de comidas disponibles.

Nos sentamos en una mesa blanca larga bien iluminada, comencé a comer sin mostrar ninguna cortesía o respeto, estaba hambriento, para mi sorpresa la comida era muy rica y fresca.

Mire a Primo mientras masticaba con una sonrisa expresando mi satisfacción por la calidad de la comida.

La comida es buena para nosotros, es buena para UD.? - Pregunto Primo de una manera formal y forzada.

Si, me sorprende lo fresca y sabrosa – respondí sonriendo

Es natural?- pregunte con genuino interés

Quiero decir es fabricada o crece naturalmente – la pregunta me vino súbitamente a la cabeza, disparada probablemente como un mecanismo de defensa, para saber exactamente que iba a meter en mi organismo. Después de hacer la pregunta me di cuenta lo irrelevante de mi curiosidad ya que ellos me habían mantenido vivo y saludable por quién sabe cuánto tiempo.

Igualmente, la respuesta era muy importante para mí, después de todo cada fragmento de información era muy valioso para entender dónde estaba, necesitaba contexto.

Primo me miro a los ojos y siempre con su tono formal respondió a mi pregunta - La comida diaria lleva un porcentaje importante de nuestro esfuerzo, es un componente crítico para una subsistencia eficiente.

Todas nuestras funciones dependen de la calidad del alimento así que asegurar la alimentación adecuada redunda en una disminución de las fallas de funcionamiento.

Pero cómo crecen los vegetales, en un laboratorio o en el campo – eso era lo que quería saber realmente

Primo se limitó a decir que los elementos son naturales y que me mostraría luego como se cultivan. Aunque me aclaró que no entendía muy bien cual era mi pregunta

Comimos en silencio por unos minutos

Mire cómo comía, tranquilo y absorto, me pregunté qué pensaría.

Le pregunté quién era él y hacía cuanto que vivía en este lugar.

Siempre viví en esta cueva labrada en lo profundo de la montaña y técnicamente soy un ME no registrado

ME ? - pregunte

ME significa Materia Evolucionada, Es un término que describe a los mecanismos que evolucionaron hasta un nivel que le permitió continuar la evolución de sí mismos por sí mismos. Este fue un momento clave en el desarrollo de sistemas mecánicos y biológicos. Se crearon leyes y mecanismos para prevenir el libre desarrollo de estos sistemas, se crearon marcos regulatorios muy estrictos. Primo miró hacia arriba y a la derecha como buscando información en su cerebro y dijo, similar a la inscripción de los automóviles y sus chapas de identificación una vez que se hicieron masivos.

Me sonreí, el ejemplo era bueno aunque bien primitivo

Pero entonces, no sos humano?

Tengo un cuerpo humano - fue su respuesta

Hizo una breve pausa y dijo - Pero no tengo un cerebro humano

Cómo es eso - pregunté

Mi cuerpo está conectado a un sistema mucho mayor, una conciencia artificial masiva capaz de crear conciencias individuales como la mía, esa individualidad funciona como un cerebro humano. Es una copia de una matriz neuronal de cerebro humano que se desarrolla desde niño hasta la madurez. Ese cerebro se conecta a un cuerpo que existe en el exterior.

Y dónde está ese sistema - pregunte

Primo me miro de una manera, que denotaba cierta confusión, incredulidad y sorpresa.

Evidentemente mi pregunta o no tenía sentido o expone un universo de información que no conocía.

AZA existe en otro plano, cómo su realidad inducida existe en otro plano – fue su respuesta un tanto críptica, y que no explicaba demasiado

Pero entonces AZA es la máquina que produce la realidad artificial donde yo crecí?

No, AZA es una realidad artificial, la maquinaria que la sustenta existe en todo el planeta y es controlada desde dentro de AZA, por MEs conectados a ella que existiendo en el mundo físico, llevan a cabo las tareas que se necesitan para mantenerla en funcionamiento.

Pero en definitiva lo que genera AZA son máquinas – respondí conscientemente que estaba minimizando la realidad inducida que estas creaban, distinción que Primo se esforzó en establecer.

Las máquinas crean la simulación, pero son irrelevantes a la vez – dijo Primo de una forma algo terminante y continuó con su respuesta – AZA controla toda esa maquinaria desde dentro y la puede reemplazar y reparar a voluntad, las máquinas son solo máquinas de la misma manera que el cuerpo es distinto de la mente. El sistema es casi infinitamente redundante.

Entiendo – respondí fríamente, no valía la pena seguir con la discusión sabía que tenía mucho por entender.

La comida que tenía en frente mío me atraía más que otra cosa, comí en silencio hasta terminar.

Me sentí más fuerte y recuperado.

Necesitaba entender, necesitaba respuestas creo que por el shock mi mente había decidido ir paso por paso y no entrar en pánico, aunque debía reconocer también que estaba tranquilo y con una cierta sensación de seguridad.

Primo era como un pilar, un punto de referencia valioso en el que definitivamente tenía que apoyarme para desentrañar el misterio. O al menos tratar de entender por dónde comenzar.

Caminamos despacio saliendo del comedor, y nuevamente lo que parecía una pared se iluminó y mostró el inmenso espacio donde habíamos estado antes.

Una vez más la iluminación selectiva me tomó por sorpresa y me detuve súbitamente,

Primo me miro y creo entendiendo mi desconcierto dijo -Estamos en un espacio en lo profundo de una cadena montañosa de piedra maciza, el espacio es seguro desconocido y auto sustentado.

Advertí esa explicación como un esfuerzo por parte de Primo de proveer información contextual básica

En qué país estamos, en que zona – pregunte

No existe división formal de países o tierras, la simulación en que Ud existía hablaba de países, pero eso no es aplicable ahora – respondió Primo de manera automática y continuó - Estoy familiarizado con el escenario usado en la simulación, pero ese esquema no reproduce la realidad actual. Puede que haya sido así en el pasado, pero yo no tengo información.

No esperaba ese tipo de respuesta me sentí un poco desconcertado, me invadió una sensación de vacío y desconcierto.

Donde estoy, en que tiempo, planeta, cultura, ¿nada de lo que conocía era aplicable a esta nueva situación?

Pero y como es la división de la Tierra, o del planeta - me corregí por miedo que ni siquiera la Tierra sea real

Gea es el nombre aceptado por convención, aunque Tierra es un nombre alternativo que se asocia con Gea.

Respuesta que no me pareció suficiente quería o necesitaba saber si era la Tierra o no, si podía salir y ver la noche respirar el aire.

Necesito salir – dije con tono imperativo, temiendo que me diga que no se puede.

Es de día o de noche, necesito saber dónde estoy – dije con una voz casi quebrada que mostraba mi desconcierto y desesperación

Creo que Primo supo comprender mi estado de ánimo, y se apresuró a contestar

Podemos hacer todo eso pero existen otras alternativas mejores por el momento.

Levantó la vista y me indico con la cabeza una línea que dividía lo que podría ser la pared y la superficie abovedada que formaba el techo de la cueva.

Que son – pregunté

Son ventanas, las estoy activando ahora – contestó con tono distante, su atención estaba enfocada en operar las ventanas.

Lo mire con cierto desconcierto

Sin mirarme dijo - Son paneles formados por millones de fibras que transmiten luz.

Son largos haces que transmiten la luz del exterior.

Fibra óptica – acote, demostrando algún conocimiento, pero más que nada buscando puntos en común, validar lo que había aprendido en mi realidad

Si, como fibra óptica, pero de material orgánico, no químico – dijo y continuó con su explicación.

Cada panel está compuesto por millones de haces que transmiten la luz desde el exterior, y dirigió la mirada de nuevo a lo que yo percibí como una línea.

Esa línea era el límite superior de paneles gigantescos que iban del piso hasta casi llegar al techo que estaba varios metros de altura.

El panel comenzó a brillar poco a poco, y comenzó a iluminarse. Se hicieron tan brillantes que tuve que cerrar los ojos poco acostumbrados a luz. Tardé unos minutos en adaptar la vista. Cuando finalmente pude abrir los ojos con comodidad, quedé paralizado. Me encontré parado mirando una belleza increíble, estaba en la cima de una montaña. En medio de una cadena montañosa, podía ver picos nevados, el cielo era azul profundo, casi podía sentir el aire frío en mi cara.

Me cayeron lágrimas nunca espere esto.

Era increíble, la luz inundaba todo, nada parecía artificial, las fibras cumplan su función de manera impecable, estaba afuera sin estarlo. Tenía una visión de 180 grados así que busque el sol.

¡¡Era el sol!! Se veía como mi sol, estaba bien en el horizonte, se lo veía lejano.

En qué estación estamos - pregunté

Invierno – respondió Primo moviendo la cabeza como afirmando

Si, esa era la respuesta que esperaba, y pregunte, pero dónde estamos qué latitud

41 grados latitud sur – respondió Primo casi instantáneamente

No me ayudo en nada su respuesta

¿Y la Luna pregunté a qué hora sale?

No hay Luna, eso es algo del pasado, mucho tiempo en el pasado – respondió como una voz grave y triste

Lo mire torciendo la cabeza hacia un lado, como un cachorro que no entiende a su amo, mientras pensaba, cómo podría ser que algo como la Luna sea algo del pasado

Y continúo - La Luna quedó en una órbita inestable después de un impacto, esto produjo consecuencias catastróficas en el planeta.

La solución técnica no funcionó, se aplicó tecnología gravitatoria, que aún estaba en su infancia, anti-gravedad para poder mover el satélite a su vieja posición. Pero algo no funcionó como se esperaba y la Luna se alejó más aún.

Con el tiempo se compenso la desviación, se crearon contrapesos en la tierra y finalmente hubo que romper el vínculo gravitatorio artificialmente y la única opción fue desprender la Luna de su órbita.

Por eso es que existen satélites anclados a la superficie del planeta por cordones a diferentes alturas y que cubren diferentes propósitos, comunicación, clima, laboratorios biológicos, químicos, muchísimas funciones, incluso algunos son turísticos, o eran ya no tienen uso.

Pero su función real es compensar con su peso para que el planeta pueda seguir girando sin vibrar.

¿No hay Luna? - dije tristemente, donde estoy pensé, que raro todo, creo que me deprimí un poco.

Estaba cansado, me fui a mi habitación en busca de algo conocido.

Me quedé dormido y soñé con La Tierra, con la Luna y con una ducha caliente.

23 Mai 2018 22:39 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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