El comienzo de una buena o mala historia depende, casi siempre, del fin o inspiración de su autor; o quizá la empatía del mismo al momento de escribir dichos versos... Aunque su procedencia sea verídica o no.
Esta historia no es tan diferente de lo que ya he mencionado; sin embargo, su veracidad es real. No trata de inspiración, o de bonitas palabras, si no más bien de un diario, un reporte, un seguimiento de una persona hacia otra. Todo lo sucedido en cierto tiempo, en cierta forma, obra de la casualidad o el destino.
Este diario es mi versión de los hechos, mi versión de la historia, mi versión de como se viven los síntomas de una enfermedad en la piel de otra persona. Los enorme cargos de impotencia que un individuo puede sufrir cuando ve a una persona que ama, que quiere, que desea proteger y desea ver feliz sin importar qué, siendo bombardeada en silencio por algo que simplemente nadie se esperaba.
Lo que estás apunto de leer, mi querid@ amig@, es la manera en que vi, sentí y viví ciertos afortunados o desafortunados acontecimientos junto aquella persona que quise, quiero y, estoy muy seguro mientras escribo estas palabras, seguiré queriendo y deseando siempre ver bien... a su vez, estoy totalmente convencido que dichos sentimientos jamás cambiarán.
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Merci pour la lecture!
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