Una nota por una sonrisa Suivre l’histoire

Shay veía la pequeña foto que tenía entre sus manitas, mordiendo su labio inferior con ansiedad, pasando este de rosado suave a un carmesí fuerte. 

No sabia cuantas horas llevaba así; simplemente viendo aquella foto desgastada y con arrugas en sus ranuras, sintiendo las lágrimas calientes caer por sus inocentes mejillas, haciendo sangrar su labio al morderlo para contener su cansado llanto. Todos los días hacia lo mismo, durando cinco minutos viendo la fotografía, ni más ni menos tiempo. Pero esta vez, la castaña podría jurar que llevaba mínimo dos horas ahí, sentada en posición india entre las sabanas de su cama individual, con la fotografía en sus pequeñas manos.

Shay, suspiró. Se miró a sí misma en aquella vieja foto, sintiendo un profundo dolor en la boca de su estómago al ver su propia sonrisa, llena de brillo, sus ojos achicados, la castaña sentía un pinchazo en su corazón cada vez que veía su sonrisa en la foto, pues su sonrisa llegaba hasta sus ojos, haciéndolos lucir más pequeños de lo que son, haciendo que la castaña luciera feliz y en calma, tal y como no se veía desde hace tiempo. Aveces se preguntaba, si debía seguir sonriendo falsamente, y si debía seguir así, ¿por cuánto tiempo?.

¿Por cuánto tiempo debía seguir fingiendo sonreír como si fuera feliz? Y, lo que más atacaba su mente era...

¿A quién le importaría si ella dejara de sonreír? 

¿Habría alguien al que le importara? Porque si era así, ella querría saberlo.

Prosiguiendo, la castaña paseó la mirada por su persona en la foto de nuevo, miró su cuerpo, su pequeño y debil cuerpo que para algunas personas parecía de cristal. Si antes la gente pensaba que no podría bajar mas de peso o ser aún mas delgada, se equivocaban, la castañita era, en palabras coloquiales, un saco de huesos y sangre, pues incluso sus costillas se marcaban al estirarse o dejar expuesto su abdomen. La gente pensaba que era por su desarrollo, pero en realidad era que la castaña apenas y comía. Y si lo hacía,  era por obligación. 

La castaña cerró sus ojos, suspiró fuertemente y sintió sus labios temblar, su llanto volvía. Al abrir sus ojos mieles, estos se pasearon a la figura que estaba a su lado en la foto, y cualquiera que estuviera observando las reacciones de Shay en ese momento podían asegurar que la mirada de la castaña paso de lejanía a tristeza y anhelo.

Shay llevantó delicadamente sus dedos, tocando el lugar donde estaba el rostro de la otra persona en la foto, dejando escapar pequeños pucheros al sentir que ya no podía contener su llanto.

-Te extraño.... -sollozo la castaña bajando su cabeza, sintiendo un dolor profundo en su pecho y un nudo en su garganta que no se resolvía. Quería dejar de llorar pero no podía, sentía mucho dolor hasta el punto de sentirse entumecida algunas veces, hasta el punto de ser simplemente una persona inexpresiva en cuanto al tema del dolor.

Levantó su cabeza con una mueca triste, sus ojos estaban rojos y la punta de su nariz igual, sabía que su estado debía de ser detestable y asqueroso, pero a una persona rota eso no le importaba. Bajó su mano y dejo la foto en la caja marrón abedul en la que siempre la guardaba, revolvió unas cosas dentro de ésta haciendo espacio para dejar la pequeñita fotografía escondida entre un exámen viejo y entre varias pulseras que no utilizaba hace mucho. El rostro de la chica que era acompañante de Shay en la foto aún se veía, ésta, antes de mover una pulsera de perlas doradas para tapar la fotografía por completo, suspiró, mirando la sonrisa hermosa de la chica. ¿Hace cuánto no la veía reír o sonreír de forma tan auténtica? Claro, desde que Shay la había destrozado.

La castaña, sin poder aguantar más la presión en su pecho, movió la pulsera con apenas un toque de su dedo, y rápidamente cerró la caja haciendo ésta estruendo escudándose el sonido por toda su casa. La chica bajó cuidadosamente de su cama pues sus pies estaban descalzos y no quería que cualquier objeto le jugara una mala pasada y le hiciera golpear sus dedos del pie contra ellos, se agacho en cuclillas y con delicadeza, empujó la caja pequeña al fondo de debajo de su cama. Rapidamente se incorporó, y gateó hasta su cama pequeña, cubriendose rapidamente con sus frazadas, suspiro al sentirse cansada, todos su dias agitados eran valorosos a la palabra, cerro su sojos y se prometió a si misma que olvidaria a aquella chica de la foto instantánea que tanto le destrozaba el alma.

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-tematica lgbt →chica por chica←.

-la descripcion de la novela no es asegurada, solo dice lo que pasara o se basara esta, mas no que eso sera lo unico que pasara en toda la novela.

- los personajes fueron creados por mi.

- disfruten y sean precavidos, temas fuerte y sensibles, irán aumentando con el paso de los capítulos.