Alonso Arevalo Vasquez
Las lágrimas ya no sirven,
ni siquiera las sonrisas que regalamos.
Sinos referimos al tiempo, todo, exactamente
todo se nos ha sido arrebatado, como
nuestro primer paso o la primera palabra
dicha a los ojos de nuestra madre, me da tristeza el no lograr algo con mis
acciones, porque son ellas las que inútilmente
divagan en una niebla densa y sin rumbo
a abismo cargados de olvido y sin sentimientos.
Nunca imaginé hasta hoy que con sólo una
persona se derrumbara la torre más segura que alguna
vez fuera manifestada en el mundo, no volvemos
a ser los mismos, no importa que hagas, no trato de
desilucionarlos, al contrario, dense cuenta de las cosas
que pasan, atentos, miren y observen.
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