Días Magicos Suivre l’histoire

Lina una chica de pelo castaño, de unos veinte años pelo semi corto, rostro plagado de pecas y cuerpo delgaducho, se habia levantado bastante temprano y para preparar unos exámenes bastantes complicados. La chica se habia preparado un café y aun llevaba su pijama rosa, estaba observando esa estrella que estaba en el suelo, era extraño pero tenia una luz rosita. La chica le dio un nuevo trago a su café y negó con la cabeza:

-Mmm, por eso nos vendieron esta casa tan barata, por tener un pasado de brujería, podríamos hacer una fiesta y ya tendríamos las luces neón con esta estrella..No creo que me llegue a sorprender mas esta casa…

Chin una chica de dieciséis años, una jovencita de pelo oscuro, una chica asiática de cuerpo delgaducho y vestida muy formal, era una perfecta chica asiática, con la ropa de marinerito que habia comprado por Internet, ya que era asiática quería llevar todas las modas de su país, de la sangre que llevaba en su sus venas. Se quedo mirando junto a Lina la estrella de color rosita:

-¿Otra sigue brillando? Me dijeron que una secta femenina vivía en esta casa e hicieron muchas cosas malas en el pueblo..

Lina levanto la ceja mirando a su amiga:

-¿Como lo sabes?

Chin sonrió llevándose las manos tras la espalda, le gustaba que le preguntaran por sus conocimientos y se sentía orgullosa por ser tan lista:

-Pues me puse a investigar y fui a la biblioteca y mire muchos periodicos, aquí habia la secta femenina que usaban magia femenina, mucha gente del pueblo les tenia miedo y les llamaban brujas, también se dice que transformaron algunos hombres en chicas, eso dicen.

Lina asintió con la cabeza:

-Pues es curioso, podremos venderle esta casa a unos frikis ¿Hoy darás la clase en vez de la profesora Chin?

Chin se sentó en el sofá y abrió su portátil:

-Si, hoy como siempre lecciones de mi país Japón, estoy tan orgullosa de serlo, tengo un montón de bragas usadas para mandarlas a mi querido país, hay que hacer feliz a los pervertidos de mi país por eso son también japoneses….

Lina suspiro:

-¿Me pregunto como es que quieres tanto tu país? Los pervertidos son pervertidos y aunque sean japoneses no se pueden respetar….

Chin sonrió:

-Si vieras los hentais que a hecho un amigo con mi imagen, hay que ser respetada por mi gente, los amo a todos, esta noche triple sesión de buena televisión japonesa…

Lina se volvió a servir otro café:

-Algún día te tengo que explicar lo machista que es tu país cariño….

Sin darse cuenta un aura rosa comenzó aparecer en sus cuerpos, todo los desprendía aquella cruz que desprendía la luz rosa, toda la energía femenina del pueblo lo concentraba aquella casa del final de la calle.