L
Luis Miguel


Marcos, un adolescente ordinario, se entera repentinamente de una infección zombie que azota su ciudad. Con la urgencia de salvar a su tía, se aventura en un peligroso viaje. Sin embargo, cuando llegan a donde debería estar su tía, se encuentran con la impactante noticia de su muerte. Marcos se ve obligado a regresar a casa para proteger a su pequeña hermana en medio del caos zombie. En su camino de regreso, se encuentra con Sofía, y juntos forman una alianza para enfrentar los desafíos y peligros que les presenta un mundo infestado de muertos vivientes. A medida que luchan por sobrevivir, Marcos y Sofía descubren que todo lo que está sucediendo es parte de un retorcido reality show televisivo, donde los participantes son manipulados y utilizados como peones en un juego siniestro. Enfrentándose a situaciones extremas y dilemas morales, Marcos y Sofía se sumergen en una batalla por la verdad y la libertad en un mundo donde la línea entre la realidad y la ficción se desdibuja. Con giros sorprendentes y emocionantes momentos de acción, Marcos y Sofía luchan por encontrar una salida en medio del caos zombie y desentrañar los oscuros secretos detrás de este macabro espectáculo televisivo. ¿Podrán descubrir la verdad detrás de la infección zombie y exponer la cruel realidad que enfrentan? Una historia trepidante de supervivencia, intriga y coraje en un mundo postapocalíptico lleno de zombis y traiciones.


Post-apocalyptique Tout public.

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Los primeros infectados

En todos los canales de la televisión pasaba la noticia "el apocalipsis ha empezado", cuando lo veía con mi madre era como si todo fuera mentira, no lo creía, parecía una mala broma, pero empezaron a mostrar imágenes, aparecían personas caminando tranquilamente, hasta que una cosa, no era una persona, si se parecía, pero se veía verde y con sus ojos en blanco, esta cosa se acercó a una persona y lo mordió en su cuello.

-por Dios - dijo mi madre aterrorizada viendo la televisión.

Yo miré a mi madre, éramos mi madre, yo y mi hermana menor, mi padre según lo que ella me contó se fue cuando yo tenía cinco años de edad, la verdad no lo recuerdo bien, creo que tengo recuerdos muy poco claros de él, pero siempre hemos sido los tres, la vi con más atención y noté la cruda expresión de miedo, de preocupación, no supe qué decir.

-todo va estar bien - le dije con la intención de tranquilizarla.

Ella me abrazó, aunque no la note muy convencida de lo que le dije.

-no tenemos comida, creo deberíamos ir por algo, antes de que todo se ponga peor - dijo mi madre.

-espera aquí yo iré a comprar.

Me levanté y fui por una bolsa reusable para traer las cosas del supermercado, mi madre se disponía a ir conmigo.

-No mamá, creo que es mejor que te quedes aquí.

-esas bobadas.

-mamá viste lo que pusieron en el noticiero, no quiero que corras peligro, mejor quédate aquí con Katy, yo iré y si todo está normal, pues saldremos normal ¿Bien?

-bien - dijo mi madre no muy convencida.

Camine hasta la puerta, tenía miedo de salir por lo que había visto en las noticias, pero algo en mi mente me decía que todo iba a estar bien, apenas ví la noticia hace unos minutos, no creo que se haya puesto tan malo.

Abrí la puerta, todo se veía normal, los carros pasaban y algunos peatones estaban caminando por las calles, así que emprendí mi viaje hasta el supermercado, quedaba en realidad muy cerca, sólo debía cruzar la calle y caminar diez metros.

Llegué al supermercado, camine por las puertas corredizas, estás se abrieron y al ver en el interior ví el caos, la gente se peleaba por la comida, yo decido entrar al igual, necesitábamos la comida, entre por dónde había menos personas, no había mucho, pero agarre lo que considere mejor, seguí mirando, pero había dos personas que se peleaban por un trozo de carne, retrocedí y vi una niña en la esquina del supermercado.

Me acerqué a la niña, pensaba que estaba perdida o asustada.

-¿Estás bien? - dije acercándome lentamente.

Cuánto más cerca estaba, más notaba una respiración anormal, estaba muy agitada, pero no sé nota que se mueva, está completamente quieta, igual repetí la pregunta y ella volteo, sus ojos estaban blancos y noté una mordida en su brazo.

Me asusté y retrocedí, pero ya me había visto, había entrado a su radar y al parecer se preparaba para atacar, yo retrocedí más rápido, sin quitarle los ojos de encima, ella empezó a correr, corría muy rápido, yo solté todo lo que tenía y corrí aún más rápido, mire atrás y vi la mirada furiosa en su cara, me mezcle con la población que peleaba y observé que la niña estaba mordiendo a otra persona.

Yo di la vuelta por otro pasillo y salí del supermercado, no pare de correr, fui hasta una tienda de barrio y allí ví que no habían muchas personas.

-¿Joven está bien? - preguntó el encargado al verme tan alterado.

-Es que en el - tome un momento para respirar y tranquilizarme - al frente en el supermercado había un infectado de los que hablan en las noticias.

-¿Enserio?

-sí, lo ví mordiendo a alguien.

-Bien tranquilízate, cerraré un momento ¿Bien?

-Bien.

El encargado cerró la puerta y los pocos que quedamos en la tienda ya nos sentíamos más tranquilos, miré los productos y compré todo lo que podía con el dinero que agarré de la mesa.

Ya tenía todo listo, mire por la ventana de la tienda mirando que todo estuviera listo para salir, tenía miedo, espere unos minutos indeciso, pero cuánto tuve el valor le hice una seña al encargado y abrió la puerta.

Salí corriendo y aunque todo se veía en orden, corrí con todas mis fuerzas hasta llegar a la puerta de mi casa, llegué y toqué lo más duro que pude la puerta, mi madre se demoró un poco, pero al final lo hizo y entre de inmediato y cerré la puerta.

-¿Qué pasa? Marcos - dijo mi madre.

-mamá había uno de los que estaban en las noticias, era una niña y atacó a alguien, no sé qué va pasar ahora, creo que es mejor no salir por ahora.

-¿De verdad? - dijo Katy saliendo detrás de mi madre, ella era mi hermana tenía unos diez años y era muy inocente.

-¿Estás hablando en serio? Porque sabes que no me gustan esa clase de bromas Marcos Andrés, no quiero que asustes así a tu hermana - dijo mi madre sería.

-Es verdad lo que te digo, por eso vine rápido.

-¿Estás bien?

-si me fui corriendo de ahí, me fui a la tienda de don Jairo y compré estas cosas - dije dándole las bolsas con las compras.

Mi madre me vio con una expresión de preocupación y miedo, ella recogió las bolsas y no dijo una palabra más, yo me fui a la ventana para ver todo el panorama de mi barrio.

Al ver por la ventana, al primer vistazo observe como si fuera un día normal, pero ví un grupo de chicos corriendo, no sabía muy bien de que corría, pero podía imaginar de lo que podría ser, luego de unos segundos ví que los seguía y mi sospecha se comprobó, venía dos personas, claramente pálidas, caminan un poco raro, pero iban con decisión hacia ellos.

Seguí viendo, pero no pasó nada más, todo parece volver a la normalidad, bueno solo lo que se ve en la ventana, me aleje un poco de la ventana, pero no le quitaba las manos de encima pensando que podría pasar algo, pero no pasó nada.

-¿Qué fue lo que viste en el supermercado? - preguntó Katy.

-Nada marrana.

-le dijiste a mi mamá.

-vi lo de las noticias, una niña mordió a alguien.

-¿Enserio?

-sí, por eso nos tenemos que mantener aquí, no quiero que te muerdan ¿Bien? - dije acariciando su cabeza.

Volví y mi madre está viendo la televisión, están dando las noticias en vivo, se dice que los casos están aumentando y que se está mandando al ejército nacional a las ciudades principales, que son las que tienen el mayor índice de infecciones.

-Todo va a salir bien mamá, ellos lo van a controlar - le dije a mi mamá intentando quitarle preocupaciones.

-Tranquilo Marcos, estamos en la mano de Dios.

No le dije nada, pero de lo que sí estaba seguro es que el gobierno no podría contra esto, no son muy hábiles con los problemas de la población, pero solo quería calmar a mi madre.

Mi madre se levantó preocupada, yo me asusté y la seguí con la mirada atento a cualquier estímulo que viniera de cualquier lado, ella caminó hasta una mesa donde estaba su celular cargando, ella lo sostuvo y marcó un número.

-¿Qué pasó? - le pregunté algo desconcertado.

-Voy a ver cómo están tus tías.

Me tranquilicé y seguí viendo las noticias, Katy vino y se sentó al lado mío, a su vez mi madre llamaba, pero para su sorpresa no le contesto una de sus primeras hermanas a las que llamó, ella volvió a internar, pero de nuevo lo mismo, hizo una nueva llamada a otra de sus hermanas, pero nada.

-no me contestan - dijo mi madre preocupada - ¿Será que les pasó algo?

-No lo sé.

-Intentare con tu tía Marta, ella siempre contesta.

Mi madre llamó y supe que le contestaron porque saludo.

-Hola hermana ¿qué más?... Que, tranquila, tranquila Marta, escóndete… iremos, pero debes de esconderte… si, te lo juro que iremos, no debes preocuparte - dijo preocupada para después caer en lágrimas.

Yo me levanté y fui donde ella.

-¿Qué pasó? - le pregunté.

Ella no respondió, seguía llorando.

-¿¡que paso!? - le volví a preguntar ahora alzando la voz.

-Tu tía dice que están derribando su puerta, debemos ir a ayudarla.

-mamá vive al otro lado de la ciudad, no tenemos auto ¿Cómo iremos?

-No me interesa, pero debemos hacerlo, está sola y no tiene a nadie.

-mamá piensa lo que estás diciendo, quieres que atravesemos la ciudad a pie ¿No viste esas cosas en las noticias? No lo lograremos.

-bien si no me quieres ayudar está bien, pero yo iré a salvar a mi hermana.

-Bien, espera pues preparo algo para irnos.

Empecé a buscar algo que nos pudiera servir para ir a la travesía que probablemente nos matará, pero mi madre es muy terca y sé que ella se iría sin mí, así que busque una mochila, en esta empaque un poco de agua, busque en la casa algo que sirviera como arma, mire en todos los sitios, pero lo único que encontré fue un bate de béisbol, lo otro que ví fue una navaja, la cual no me convencía mucho, ante una mordida no creo que algo tan pequeño me ayuda, pero de igual modo lo guarde en uno de los bolsillos de mi pantalón.

Con la mochila, la navaja y el bate en mis brazos estoy listo para partir, así que le avisé a mi madre, estaba cagado del miedo, pero debía hacerlo por mi madre, yo no era muy atlético, sin embargo, era eso o que mi madre saliera sola.

-listo mamá.

-Bien ya voy.

Katy apareció con unas botas y un bolso de un dibujo animado, yo la vi con una mirada incrédula.

-tu no irás marrana.

-¿Me van a dejar sola aquí? - preguntó Katy.

-Es muy peligroso - dijo mi madre - volveremos con la tía Marta y todo saldrá bien.

Mi madre le dio un abrazo a Katy y agarró un bolso y esperó en la puerta.

-Bien Katy, no te preocupes si volveremos por ti, pero necesito que te quedes aquí, no hagas ruido, no le abras a nadie a menos de que sea yo o mamá ¿Bien?

-Bien.

-adiós marrana.

Salimos de la casa, en un inicio no vimos nada malo, pero igual estaba listo con mi bate mirando a todos lados, no me fiaba de lo más mínimo, caminamos un poco rápido por la calle, la cual estaba desolada, supuse que la noticia había hecho que no muchas personas quisieran salir de casa.

Por fin abandonamos nuestro barrio, era un poco pequeño, pero un logro es un logró, empezamos a caminar por una calle a sus dos lados hay andén y casas.

Caminamos por el andén muy cerca de las ventanas, yo estaba del lado derecho, casi rozando con las rejas de las ventanas, caminamos a un paso rápido.

Llegamos a una intersección, había una niña de espaldas, mi madre se acercó a ella.

-tranquila mija, todo está bien, te ayudaremos a encontrar tu hogar.

Yo recordé lo que pasó en el supermercado.

-¡No mamá! - le grité mientras corría para empujarla.

La niña volteo rápidamente con intenciones de morder a mi madre, pero justo llegué a tiempo para empujarla, la niña saltó y siguió derecho, rápidamente ayudé a mi madre a qué se levantará.

-corre yo te alcanzo - le dije.

Mi madre salió corriendo y yo empuñe mi bate, mire fijamente la niña, vea sus ojos blancos y su expresión llena de maldad, roge que mis reflejos y fuerza fueran suficientes, suena raro en pensar eso por una niña de tal vez unos cinco años, pero no era una niña normal.

La niña se giró y me miró, tenía toda la intención de morderme, salto con sus dientes al descubierto, me preparé y cuando se acercó moví el bate, ella se golpeó con este, mis manos dolieron por unos instantes, pero ví como caía a unos pocos centímetros de mis pies, quedé un poco en shock, pero al ver que no se volvía a levantar empecé a correr por dónde mi madre se había ido.

Al llegar donde ella, me abrazo.

-Qué bueno que estés bien.

-sí, te dije que no era broma, ví a una muy parecida en el supermercado.

-Bien pues hay que darnos prisa.

-mamá casi morimos ¿Por qué debemos ir hasta allá?

-porque es familia y uno hace todo por la familia.

-Vamos a morir mamá, no podemos llegar hasta el otro lado de la ciudad.

-pues debemos intentarlo.

-¿Por qué?

Mi madre empezó a caminar con dirección a la casa de su hermana, yo le seguí y ella me miró de reojo, luego de unos cinco minutos incómodos por la discusión y de nervios de no saber que nos encontraremos por el camino por fin empezó a contarme.

-cuando tu padre se fue, bueno yo sufría mucha violencia de parte de tu padre, en un inicio me aguantaba, pero llegó el punto en que tu tía Marta dijo que él si seguía así me mataría, no le hice caso, el día que fue el último que ví a tu padre, tu tía estaba cerca, creo que venía a visitarme, ella escuchó los gritos, literalmente tumbó la puerta con un grupo de vecinos, ella me cuenta que cuando entro a la casa, vio que él me estaba ahorcando, yo estaba morada y todos en el barrio corriendo a detenerlo, así que sin ella estaría muerta, así que debo hacer esto por ella.

-lo siento, no sabía, claro que iremos.

Seguimos adentrándonos un poco más al centro de la ciudad, vimos varias patrullas y camiones de la policía, iban en nuestra misma dirección, nos miramos y sin decir una palabra sabíamos que algo pasaba, algo que no debe ser bueno.

Yo sostuve el bate con más fuerza y llegamos hasta el punto que debíamos bajar por una cuesta, así lo hicimos yo solo ví en las ventas gente que se asomaba en sus ventanas curiosos de vernos por la calle.

Al terminar la cuesta llegamos al inicio de un puente, debajo de este pasa una avenida, bajamos debajo del puente, decidimos irnos por ahí, pero al estar en la avenida vimos a una oleada de infectados y un grupo de policías que disparan toda su munición a estos, pero parecía que no les afectará, solo ví que uno cayó al darle en el cerebro.

Mi madre avanzó hacia los policías, al acercarnos uno de ellos volteo espantado y nos apuntó con su arma.

-no estamos infectados - dije asustado - no estamos infectados.

-Qué demonios hacen aquí - dijo el policía - les pude haber disparado.

-mi hermana está en peligro debemos ir hasta el centro.

-Pues creo que eso está muy lejos.

-por favor nos podría llevar, de verdad ella está sola y escucho ruidos en casa.

-Bien esperen aquí.

Nos apartamos y vimos cómo la policía siguió disparando contra los infectados, en un momento habló por la radio para pedir refuerzos, luego de cinco minutos se escucharon las sirenas y cuatro policías salieron de una patrulla y desenfundaron sus armas.

El oficial que ofreció su ayuda se acercó a nosotros.

-Bien vamos, pero no creo que los pueda dejarlos justo ahí, hay muchas vías infestadas, así que los llevaré hasta donde pueda y luego será mejor que sigan a pie ¿Listo?

-está bien - dijo mi madre.

Vi cómo se subía a una patrulla, así que le seguimos, mi madre se montó adelante, yo me fui en la parte de atrás, este arrancó y dio la vuelta.

-muchas gracias ¿Cómo es su nombre? - dijo mi madre.

-soy Kevin, bueno es lo menos que puedo hacer esto se volvió un caos ¿cómo son sus nombres?

-Mi nombre es María y mi hijo Marcos.

-Pues un placer.

-¿Se sabe qué fue lo que pasó?

-Nadie dice nada, pero seguro fue esa nueva empresa que llegó, una farmacéutica que llegó de la nada, esos son los rumores que corren, pero ya le digo yo que la verdad nunca va salir a la luz completamente.

Yo miré por la ventana, pasábamos por las calles casi vacías, no había ni un solo peatón por la calle, todos tenían miedo, lo que sí ví fue uno que otro carro particular no sé a dónde irían, pero seguro corrían a reunirse con su familia.

La patrulla llegó a una glorieta, una de sus salidas estaba llena de infectados, así que la patrulla debió continuar por la siguiente.

-bueno tendremos que ir por el camino largo - dijo Kevin.

El auto avanzó y por ésta otra avenida, había infectados, aunque eran pocos, están quietos, me recuerdan a las dos niñas que nos encontramos esperando a su víctima, pasamos muy cerca de uno y parecía como si algo se activará dentro de este… Lo que sea que es, este hombre infectado volteo y miro el auto en movimiento y empezó a correr hacia nosotros, dio un salto con tal fuerza que cayó en el techo de la patrulla, al sentir el estruendo en la parte superior del auto, Kevin movió el timón de izquierda a derecha, primero por la sorpresa y luego continuó haciéndolo para que el infectado cayeron del techo, repitió esto varias veces, pero era inútil.

-sujétense - dijo Kevin.

Kevin piso el freno, me golpee con la reja que dividía la cabina de la parte de atrás, se escuchó el ruido en seco de las llantas con el asfalto y por fin se vio el infectado caer al frente de la patrulla, el ver esto Kevin piso el acelerador y paso delante del infectado.

-¿Están bien? - preguntó Kevin a todos.

-si estoy bien - dijo mi madre.

Me mantuve en silencio, me estaba tocando la cabeza en busca de señales de sangre, pero por suerte no encontré, aunque el dolor empezaba a hacerse un poco más intenso.

-¿Atrás cómo está? ¿Todo bien?

-sí, bueno me golpee un poco, pero estoy bien.

-lo siento, pensé rápido, pero bueno estamos a salvo de momento.

-no te preocupes.

La patrulla llegó a una segunda glorieta, está vez no había muchos infectados, así que salió por la segunda entrada, por está siguió a por una cuesta para luego terminar en un puente, bajo un poco la iluminación, en este había dos autos chocados, pero no se veían los ocupantes por ningún lado.

Luego de la nada un hombre se paró al lado de la ventana de mi mamá y empezó a golpear la puerta exigiendo ayuda, Kevin redujo la velocidad, el hombre se puso feliz de esto, aunque estaba tan atemorizado y de la nada detrás de él apareció un infectado este le mordió en el cuello, el hombre gritó de dolor y Kevin aceleró a fondo.

Todos quedamos callados, el que se veía menos afectado era Kevin, pero mi madre y yo estamos aterrados, al final el auto continuó con la carretera, por uno quince segundos avanzó sin problemas, pero al llegar casi al museo de arte, se vio afuera de este una gran horda de infectados.

-carajo se propaga muy rápido - se expresó Kevin.

El auto giro a la izquierda de inmediato, y subió una pequeña cuesta, al subir paso una intersección y de esta apareció una camioneta que golpeó la patrulla, todo se volvió negro.

Empecé a escuchar un silbido, luego abrí los ojos, estoy en el techo de la patrulla, al inicio no entendía nada, pero luego lo comprendí, la patrulla está volcada, me fijé en todo, ví a Kevin y mi madre adelante, colgaban suspendidos por sus cinturones de seguridad, intenté abrir la puerta, pero está no abrió, así que empecé a patear la ventana de la puerta derecha, le di una y otra patada con todas mis fuerzas, pero ví que no cedía, luego le di con el bate y se empezó a agrietar un poco.

Luego de varios golpes con el bate, está se rompió, con el mismo bate quité la mayoría de los trozos filosos que quedaron pegados en los bordes y por fin pude salir, desde afuera todo se veía más trágico, la patrulla está de cabeza y no hay rastro de la camioneta que nos chocó.

Me acerqué a la puerta del pasajero e intenté abrirla, está para mí sorpresa abrió de inmediato.

-¿Mamá? Despierta - le dije, pero no daba ninguna señal, me asuste un poco, pero note que aún respira.

La abrace y luego presione el botón para sacar el cinturón de seguridad, mi madre cayó en mis hombros y la dejé en el suelo con suavidad, ví que abrió sus ojos lentamente.

-mamá ¿Estás bien?

-¿Dónde estoy?

-Tuvimos un accidente, estás a salvó.

-gracias.

Yo evalúe la zona, no ví nada que representará un peligro, así que di la vuelta, repetí el proceso para poder sacar a Kevin, este está recién despertando, yo abrí la puerta y está abrió sin problemas.

-¿Kevin? ¿Estás conmigo?

-si - dijo Kevin adolorido.

-te sacaré de aquí.

-Tranquilo amiguito, yo puedo.

Kevin presionó el botón del cinturón, pero este no cedía.

-maldición - dijo Kevin frustrado.

Recordé que había empacada mi navaja, así que se la di y este corto el cinturón, Kevin cayó, salió de la patrulla gateando y se levantó, miró alrededor analizando todo.

-¿Tu madre está bien?

-si la saqué, estaba un poco confundida, pero ya está libre.

Me devolvió la navaja y luego los dos le dimos la vuelta al auto y vimos a mi madre ahí sentada al lado de la patrulla.

-bueno hay que seguir ¿Falta mucho para llegar donde tú hermana? - preguntó Kevin a mi madre.

-Bueno a pie va a estar un poco lejos, pero creo que llegaremos, debemos llegar al centro comercial del parque.

-Bien, pues vamos, allí iré a la estación cercana.

Vi un infectado a lo lejos, caminaba torpemente acercándose a nosotros.

-creo que es mejor que nos demos prisa - dije preparando mi bate.

Los dos vieron el infectado y Kevin ayudo a mi madre a levantarse, el infectado se acercó rápidamente, se está preparando para saltar, pero yo me acerque y le golpeó su cabeza antes de que pueda hacerlo, los tres empezamos a correr, no mire atrás, tenía el suficiente miedo para no hacerlo.

Seguimos corriendo, delante de nosotros a unos diez metros había un semáforo, debíamos girar ahí a la izquierda, pero Kevin se agachó, yo sin cuestionarlo lo hice de igual manera.

Los tres estábamos agachados, aunque aún no sabía por qué.

-miren en la esquina de la siguiente cuadra - dijo Kevin susurrando.

Yo miré y vi un hombre, pero su cara estaba deformada, no reconocía un rostro, también ví que uno de sus brazos está demasiado musculoso, al grado de ser desproporcionado.

-Es uno de los más fuertes que he visto, las balas no le hacen daño, así que no podemos ir por ahí, dejemos girar aquí a la izquierda y esperar que la turba no esté por la calle de abajo.

Yo asentí y mi madre igual, Kevin empezó a avanzar agachado, giro a la izquierda en la esquina de abajo, yo le seguí junta a mi madre, el pequeño trozo de calle está solo, pero no sabíamos cómo seguiría en la calle que conecta al terminar dicha calle, fuimos y no parecía ver ningún infectado, pero si vimos a las decenas que están en la avenida principal.

Luego de percatarnos que el resto de calle está libre nos pusimos de pie y caminamos lentamente, miramos a todos lados, ninguno se confía en sus alrededores, llegamos a dónde tenemos que girar a la izquierda, era una vía de tres carriles, los tres carriles daban hasta un parque al fondo, se veía que justa antes de llegar al parque había un semáforo.

Había pocos infectados por ese camino, así que no me atreví a dar un paso más, Kevin miró muchas veces todo el camino, cómo si pensará en algo, luego nos miró.

-bien iremos lentamente, no vamos a hacer ruidos fuertes - dijo Kevin susurrando - esperemos que no nos oigan o no nos vean, pero si sucede tú le das con el bate o yo les doy con el bolillo, así que mantengámonos cerca y sin hacer ruido ¿Listo?

-listo - susurró mi madre.

Yo asentí y empezamos a caminar lentamente a través de los pocos infectados, estos están cabizbajos, como si esperarán a que alguien se acercara a preguntar si están bien, cómo lo que pasó con las dos niñas, esperé que se mantuvieran así, que no mirarán.

Pasamos al ras de uno, mi corazón latía demasiado rápido y yo solo pensé que acabará esto rápido, apenas llevábamos la primera cuadra de unas diez, mire en los pisos altos, la gente nos veía preocupada, no le preste más atención, tenía mejores cosas que pensar aquí abajo, yo estaba asustado, pero con mi bate listo para cualquier percance, aunque no lo admite y en ningún caso lo habría hecho la verdad que se sentía mis brazos agotados.

Avanzamos más, ningún infectado había notado nuestra presencia, me sentía más calmado, podríamos llegar hasta nuestro destino sin combatir, todos estábamos más tranquilos, ni yo ni Kevin estábamos en posición de ataque, confiábamos en nuestro plan.

Todo iba bien, pero no sé porque, algo me hizo volver a mirar las azoteas, era un pequeño edificio de unos cinco pisos de color gris, ahí ví un grupo de jóvenes que tenían mi edad, tal vez un poco más o un poco menos, algo están tirando algo, no supe que era, yo seguí viendo esas personas en la cima de aquel edificio y jamás olvidaré sus caras, el objeto cayó en la calle y alertó a todos los infectados.

Todos los afectados empezaron a ver a su alrededor y al vernos empezaron a ir por nosotros, yo agarré mi bate y le pegué a uno que tenía cerca.

-¡corran! - gritó Kevin.

Yo miré de nuevo a los que habían tirado el objeto, se están riendo, me enfurecí, parecía que lo demás desapareciera y solo notaba esa gente riéndose en la parte superior de ese edificio.

-¿Qué esperas muchacho? Corre - gritó Kevin desde ya unos metros lejos de mí.

Yo corrí con ellos, corría a través de los infectados con facilidad debido a su lentitud, ya estaba cerca de los dos, ví atrás rápidamente y cientos de ellos nos seguían, me aterré y el cansancio empieza a rondar, pero el miedo y el instinto de supervivencia era más.

Seguimos corriendo por una calle que parecía estar sola, pero mientras corríamos de los costados de unos pequeños callejones empezaron a salir muchos de estos infectados, eran demasiados, pero igual corríamos, todos los que salen nuevos corrían torpemente detrás de nosotros.

Yo miraba a todos lados, pero lo único que veía eran puertas cerradas y negocios infestados, no había salida o eso creía, yo solo corría con todas mis fuerzas, por mi vida.

Llegamos a una intersección y de manera inesperada Kevin giro a la izquierda, yo gire, aunque casi caigo debido a lo inesperado que fue girar a último segundo, ví atrás y algunos infectados los dejamos atrás, pero aún la mayoría seguía ahí detrás de nosotros, corrimos, al fondo ví una estación de servicio, pensé que sería buena idea, así que sin decir ni una palabra use las pocas energías que tenía y corrí aún más rápido, me dirigí está la estación de servicio, allí no había coches estacionados, así que supuse que habrían pocos infectados.

Al llegar ví alrededor no había nadie, ví el pequeño autoservicio, le di una mirada rápida y no ví señales de que alguien o algo estuviera ahí, le hice unas señas y rápidamente corrieron hasta aquí, ellos entraron y cerré la puerta, estábamos a salvó.

-Bien chico, aseguremos la zona - dijo Kevin.

Yo empuñé fuerte mi bate y fui a la derecha, mientras que Kevin fue al lado opuesto, ví una pequeña oficina, dónde era al parecer dónde se hacía el gerente, en un inicio ví todo normal, una simple oficina, pero al volverme a figar en una esquina ví una persona parada mirando a la esquina, sabía que era de ellos, pero quería estar seguro.

-ey amigo daté la vuelta - le dije.

-¿Todo está bien? - preguntó Kevin desde lejos.

-sí, bueno no.

Esa persona giró, al ver sus ojos supe que era uno de ellos y le di con el bate en la cara, este cayó al suelo y en el suelo seguí dándole con el bate, no quería correr el riesgo de que se levantará después, de la cabeza del infectado empezó a deformarse y de esta empezó a salir una especie de sangre con un tono más verdoso que rojo.

-creo que ya está muerto - dijo Kevin desde la puerta de la oficina.

-quería asegurarme.

Volví a la sección del minimercado.

-en la bodega no había nadie, todo está despejado, así que coman lo que querían que partiremos en cuento los de afuera se aburran.

No lo había notado, pero empecé a escuchar como los infectados chocaban contra las paredes y las puertas.

-¿No entrarán por las ventanas? - pregunté preocupado.

-En la bodega había unas ventanas, pero están muy arriba, así que dudo que puedan entrar.

-pero en la oficina si había dos ventanas muy grandes.

Kevin al escuchar corrió hasta la oficina, yo lo ví, yo me pare y fui, antes de que me pudiera asomar había escuchado como se rompía la ventana, Kevin de manera creo que instintiva cerró la puerta de la oficina.

Kevin me señaló con la mirada un estante, yo fui donde esté y lo empuje con todas mis fuerzas, los productos de la estantería cayeron, pero le importó poco y seguí empujando, luego Kevin dejó de estar en la puerta y me ayudó, en pocos segundos la estantería ya tapaba la puerta.

-Bien nuevo plan - dijo Kevin - nos vamos ya, no creo que esto resista mucho, solo dejemos buscar una salida alternativa, creo que podemos salir por la bodega, si no hay infectados debemos irnos, pero ya.

Los tres fuimos a la bodega, era pequeña, pero tenía una pequeña puerta, al no tener ventanas no sabíamos que habría detrás de la puerta, Kevin se veía algo asustado.

-bien ¿Qué hacemos? - preguntó Kevin.

Yo me quedé callado, así que él desvió su mirada a mi madre.

-debemos abrirla - dijo mi madre segura.

-bien, pero si hay zombies debemos correr, no importa que, no tenemos opciones, ya que romperán la puerta si volvemos a cerrar y estaríamos rodeados.

Yo y mi madre asentimos al mismo tiempo y Kevin abrió la puerta.

9 Avril 2023 20:49 0 Rapport Incorporer Suivre l’histoire
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