Seokjin
No hay absolución para las cosas que he hecho.
Pero encontré una manera de controlar mis impulsos.
Me convertí en sacerdote.
Como el padre Seokjin Kim, reprimo mis antojos. Como director de un internado católico, nunca soy tentado por un estudiante.
Hasta Taehyung Park.
El príncipe malcriado desafía mis reglas y despierta mi naturaleza oscura.
Con cada castigo que le aplico, quiero más. En mi aula, en mi rectoría privada y doblado sobre mi altar, deseo todo de él.
Un toque pone en riesgo todo lo que represento. Mi fe. Mi redención. E incluso mi vida.
Como si eso pudiera detenerme. Necesito su dolor, y su corazón, y él necesita mis lecciones de pecado.
Merci pour la lecture!
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