Apareces en mi imaginación
Una imagen tan vívida
Como si realmente estuvieras ahí
Pero cuando extiendo mi mano
De repente, desapareces.
Ha pasado un año desde que acabó la guerra. Uno y medio desde que te vi por última vez. Ya no sé si deba seguir guardando esperanzas, no si el tiempo se ha llevado todo tu rastro con los escombros de la destrucción.
Me alimento de las memorias de tu imagen ese último día que nos vimos. Cuando cierro los ojos es tan vívido el recuerdo del último beso que me diste, que todavía puedo sentir el calor de tus labios sobre los míos y el sabor dulce de tu boca. La suave caricia de respiración sobre mis mejillas.
Extiendo mi mano para poder tocarte, pero de repente desapareces. Abro los ojos y ya no estás. Eres sólo el capricho de mi imaginación jugando con mis sentimientos y mi desolación. Un fantasma traslucido que es imposible tocar, aun si son mis sueños la representación de mis deseos, la composición de mis anhelos.
De todos los recuerdos almacenados en mi corazón
Reúno los que son sobre ti
Y los miro proyectados en la habitación
Te siento con cada estallido de dolor.
Llevo tanto tiempo encerrado en esta habitación a oscuras, que ya no sé si es de día o de noche y no me importa. No hay luz dentro de mis paredes, no hay sol sobre mi cielo. Reúno cada recuerdo tuyo que tengo, y fluyen como una película que se proyecta a través de las frías paredes, las imágenes de un pasado olvidado, de un presente amargado y un futuro no deseado. Se ve real, se siente real. Como el dolor que ha hecho su hogar en lo más profundo de mi corazón.
¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me dejaste? Sigo esperando tu regreso, pero simplemente desapareciste.
No sé si deba seguir aguardando a que vuelvas. Ha pasado ya tanto tiempo, las interminables vueltas que no tienen principio ni fin en las agujas del reloj que cuelga sobre una pared fría y endurecida como mi corazón.
¿Seguirás ahí afuera o ya estarás en un lugar diferente, en un mundo mejor que este?
No puedo olvidarte, no cuando te siento dentro de mi, con cada estallido de dolor por no saber dónde estás, si siquiera estás, si aun estás.
Estúpida guerra, estúpido dolor, estúpido tú por haberte ido y estúpido yo por haberte dejado ir.
La descomposición es tanta que ya ni absorbo luz o agua
Sellé la herida de mi corazón un juramento sin raíces ni hojas
Lleno dos vasos, uno al lado del otro
Ah, no importa, están tal como estaban
Desde la última vez que los tocaste.
El día que me informaron que desapareciste me negué a creerlo. No podías ser tú, precisamente. Será egoísta, pero ¿por qué tú? de entre miles ¿Por qué tenía yo que perder a la persona que significa todo para mí?
Me encerré en mi propia burbuja, sin comer, sin beber, sin dormir. No era mi realidad, era una cruel pesadilla de la que no podía despertar.
Sellé mi herida jurando que no dejaría de esperarte. Mi pesadilla acabará el día en que vuelvas o yo me vaya para encontrarte, donde sea que estés, esperando por mi.
Me siento a la mesa en la que solíamos tomar la comida cada día, pensando en las charlas que acompañaban nuestras tardes, las palabras dulces, las charlas tontas, los bocados suaves.
Lleno dos vasos como siempre hacía, pero no importa. Permanecen tal y como la última vez que los tocaste. No estás, no has estado por un tiempo. No estarás más.
No tienes que tener razón
Sigue siendo amable, tal como eres
Solo quería verte sonriendo
Si pudiéramos medir las lágrimas, me tomaría mucho tiempo
Pero al final logré llegar a tu lado
Te encontré.
Anoche soñé otra vez contigo. Con el día en que me pediste casarnos. Siendo tal como eres, amable y tierno conmigo, sonriendo y mostrando esos pequeños dientes, cerrando tus ojos como un gatito, aunque con los demás seas un hombre frío e indiferente. Soñé con ese paseo por el jardín de nuestra casa, cuando te pusiste de rodillas y me diste el anillo que aún conservo en mi dedo, diciendo que estarías por siempre conmigo y que soLó la muerte podría separarnos.
Desperté llorando, como cada vez que te sueño. Mis lágrimas son tantas que para poder medirlas tomaría mucho tiempo. Mis ojos deberían ya haberse secado, pero no es así. No son mis ojos los que lloran. Es mi alma la que sangra en forma de gotas de agua que corren por mis mejillas, las que tanto te gustaban y amabas pellizcar.
Duele soñar contigo, pero cada noche cuando por fin logro conciliar el sueño, soy feliz por que logré llegar a tu lado ¡Te encontré!
De todos los recuerdos almacenados en mi corazón
Reúno los que son sobre ti
Y los miro proyectados en la habitación.
Me quedo dormido contigo en mis brazos, ya no desaparecerás.
En sueños reproduzco los recuerdos de los días juntos. Fueron los mejores siete años de mi vida desde que te conocí.
Así es como logro sobrevivir a tu ausencia. Recordando en sueños, mientras te tengo entre mis brazos y te presiono contra mi, porque así ya no desaparecerás más, así es como a mi lado te quedarás.
No quiero despertar y encontrarme en nuestra habitación vacía porque tú no estás y aunque yo sí, me encuentro ausente. Mi mente viaja hasta donde pudieras estar, pero no veo nada porque no sé nada. Nunca supe nada, jamás sabré nada.
Quisiera morir, pero me convenzo a mi mismo que algún día regresarás y yo debo estar aquí esperándote, para recibirte en la puerta y darte la bienvenida de vuelta a casa. La esperanza es la única razón de que siga con vida.
El sonido de las palabras que susurras
Vagan sin rumbo por la habitación
Mientras la fragancia que huelo y el calor que siento duren.
Hoy salí a dar un paseo por el jardín. Corté algunas de las flores que te gustaba cultivar para mí, todas de color amarillo. Solías decir que ese era el color que representaba nuestra relación.
Las dulces palabras que me decías cuando traías un ramo de margaritas resuenan como susurros que chocan contra las paredes y golpean mis oídos en un aliento cálido y con olor a flores de primavera.
El sonido durará hasta que el aroma de las flores desaparezca y el calor en mi corazón se enfríe.
Apareces en mi imaginación
Una imagen tan vívida
Como si realmente estuvieras ahí
Pero cuando extiendo mi mano
De repente, desapareces
Otro día en el que me paro frente a la ventana a esperar por ti. Siempre por ti.
Apareces de nuevo en mi imaginación, tan real, tan vívido, como si realmente estuvieras de pie en el portal. Tan bello y etéreo como siempre te vi desde el día en que te conocí.
Pero cuando extiendo mi mano e intento tocarte...
—Joven Jimin. Lo han encontrado ¡Está aquí!
—¿De qué hablas Jungkook? Te he dicho que no me hagas guardar más esperanzas. La guerra terminó hace mucho y se llevó a mi esposo con ella.
—No miento joven Min, su esposo ha vuelto. Véalo usted mismo. Está parado frente al portal.
¿De verdad eres tú Yoongi? Si me acerco a ti y extiendo mi mano ¿no desaparecerás? ¿No eres uno más de mis recuerdos proyectado en la habitación?
Veo una vez más a través de la ventana y él sigue ahí de pie, viendo hacia mi. Es real, ha vuelto.
Salgo corriendo de la habitación, y a través de la casa para llegar hasta la entrada.
No lo pienso y me lanzo a sus brazos. Lo presiono contra mi para saber que es real, que no desaparecerá y así es. Sigue aquí y puedo sentir su calor, su aroma, sus brazos rodeando mi cintura. Está más delgado y pálido, pero es mi Yoongi.
—Jimin, mi Jimin. Te he extrañado tanto mi amor.
Estoy llorando de nuevo, como todos los días desde hace un año cuando me dijeron que se había perdido en los estragos de la guerra, pero ahora es diferente. Lloro de felicidad.
—¿Dónde has estado todo este tiempo? Te he echado tanto de menos.
—¡Perdóname! No era mi intención hacerte sufrir, pero estoy aquí, de vuelta y no me pienso ir de nuevo.
Yoongi limpia mis lágrimas y yo las de él. El dolor de creerlo perdido o muerto durante más de un año, desaparece en un segundo cuando siento sus labios sobre los míos otra vez.
Lo beso y bebo de él, tal si fuera agua que he necesitado para calmar mi sed.
Su cuerpo calienta el mío como rayos de sol y su imagen es tan vívida como en mi imaginación, pero es diferente.
No lo estoy imaginando.
Min Yoongi, mi esposo, mi amor. Está aquí conmigo y es mejor que en mis recuerdos.
Fin
Merci pour la lecture!
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