Ah, el amor…un cumulo de hermosos sentimientos que convergen en momentos tan cálidos que estar acompañada por esa persona, es lo más perfecto que puede haber en este mundo tan cruel y frio.
La noche es muy fría, muy típico de los días de invierno en febrero, donde la nieve cae sobre nuestras cabezas y los niños lo disfrutan haciendo muñecos, colocando narices de zanahoria y botones en sus ojos.
Lastimosamente algo así a mis 24 años es casi imposible, no solo porque soy una adulta responsable, sino que debo mantener una imagen que solo sirve en la sociedad. Aunque hay alguien especial que nadie sabe sobre mi verdadera personalidad, bueno además de mis amigos más cercanos y en particular una cierta persona que veré en unos momentos después de mi jornada laboral.
Y es que esa persona está a unos pocos metros, esperándome debajo de la fría nieve que cae incesante.
Aquel hermoso hombre, con cola de caballo y enormes ojeras es mi pareja desde hace más de 7 años. Puede tener rostro despreocupado, pero al igual que yo es alguien muy responsable y solidario.
Aunque tiene una ligera diferencia, un secreto que mantiene lejos de los extraños, pero que comparte con sus amistades y conmigo.
Cuando llego a donde está él, me recibe con un dulce abrazo y unas bellas palabras típicas de él:
Kenma: “Te extrañe mucho…”
Tohru: “Yo también. ¿Esperaste mucho?” — le hago la clásica pregunta
Kenma: “Para nada” — me responde despreocupado
Tohru: “Que bueno ¿y qué haremos hoy?” — pregunto, interesada por los planes que tendremos además de una bella cena
Kenma: “¿Quieres que nos desvelemos?” — me responde con una audaz pregunta que solo él y yo sabes su respuesta
Tohru: “Ara ara, esperaba que me lo preguntaras, cariño” — respondo— “¡¡Kyaaaaaaaaaaaaaahh!! ¡Ya puedo imaginarlo, ambos en la cama comiendo románticamente…es el plan perfecto con mi novio!” — me emociono por dentro
Ante tales palabras tan audaces, ¿cómo podría negarme? Simplemente no lo dude, ni siquiera ocultando los destellos que salen de mi rostro:
Tohru: “¿Quieres discutirlo mejor con una buena cena en la cama? ¿Qué dices?”
Kenma: “No creo que sirvan estos controles” — saca de una bolsa que lleva sosteniendo un largo rato, un par de joystick para playstation V
Tohru: “¿Heh? ¿De qué hablas?” — Pregunto muy confundida
Kenma: “Mira, te he comprado un control de color rosa para que juguemos el Modern Knight War, me lo ha recomendado Ryu”
Tohru: “Ah…”
Una pequeña vena en mi frente comenzó a crecer poco a poco, hasta que con una sonrisa me dice:
Kenma: “Si me ganas, te invitare en mi próximo día de descanso a cenar a un restaurante, y si yo gano, almorzaremos en la cama”
Por alguna razón me ha sorprendido esas palabras, es verdad que es muy romántico cuando tiene ánimos de serlo, pero sospechosamente él estaba siendo hermosamente genial.
Sin pensármelo demasiado le respondo con una sonrisa y tomándole de la mano mientras caminamos:
Tohru: “Claro, y espero que tengas mucho apetito”
Kenma: “Tratare de no comer demasiado por la tarde”
***PARTE II***
Después de eso, llegamos a casa, un bello, aunque pequeño pero acogedor apartamento en la zona céntrica de Tokyo. A pesar de haber poco espacio, adornamos el lugar con lo que más nos apasiona, por un lado, mis cosas referidas al género BL y por el lado de Kenma, sus videojuegos.
Lo cierto es que no nos ocultamos nuestros hobbys, ni mi pasión por el yaoi sadomasoquista, ni el por el Hentai con Historia o los videojuegos eroges.
Prendemos la luz y al instante se ilumina nuestro rincón feliz.
Kenma se queda en la cocina a preparar la cena, cortando ágilmente las verduras y el caldo para ramen. Mientras yo me llevo su bolso y los guardo en el cuarto. Con mi ropa de oficina aun puesta, me dirijo a la cocina, pero sorpresivamente él ya está terminando de cortar los vegetales para cocinarlos.
Al notar que no se voltea, me acerco al cual un ninja a su objetivo y le cubro los ojos, apoyando sobre su espalda mis escasos pero firmes pechos.
Cuando cometo esa tierna acción y muy erótica, él deja de cortar y me agarra ambas manos y las lleva a su boca para besarla mientras exclama:
Kenma: “¿Quieres preparar la mesa?” — pregunta sensualmente
Tohru: “¡E-E-E-E-Enseguida!” — le respondo sonrojada por lo que acaba de hacer
Mientras coloco los cubiertos y las tazas, me doy cuenta que hoy es día de Yaoi, y que para ellos tengo una estantería exclusiva para mangas de ese género. Supongo que después de cenar podría ir a leer un poco.
Por alguna razón sudo poco a poco, quizás es por el termóstato que está a una temperatura demasiado alta.
Me desabrocho un poco la camisa revelando la parte superior de mis pechos. El tener poco busto no es fácil, pero puedo defenderme. Sin embargo, usar tal prenda todo el día resulta algo agobiante.
Después de varios minutos, Kenma llega a la mesa con la cena, deliciosos salteados de verdura y varias piezas de pescado, un manjar que solo mi Gamer favorito podría hacer.
Recojo ambos palillos y cruzo mi dedo por el medio para poder rodear una de las piezas de pescado. Con cuidado la acerco a mi boca, pero antes la soplo una y otra vez hasta encontrarle la mejor temperatura, y así poder comer.
Mientras disfrutamos de la compañía del otro en una deliciosa cena, conversamos sobre nuestro día:
Tohru: “Amor, ¿qué tal te fue en la oficina?”
Kenma: “Fue un caos, estas épocas después de navidad y año nuevo son de lo peor, algunos se van de vacaciones y nos dejan todo el trabajo a los que nos quedamos. ¡Desgraciados!” — Se lamenta
Tohru: “Ya veo, pero es algo normal. Lo que dejan esperando al final no lo terminan”
Kenma: “Y que lo digas. ¿Y a ti? ¿Qué tal te fue?”
Tohru: “Pues bien. Nada nuevo, papelerío tras papelerío”
Kenma: “Tendría que haberme transferido a tu sección. Estar en la misma compañía, pero no. Tuve que elegir esta sección y en verdad mi lugar es tedioso”
Tohru: “Pero la paga es buena y estas con Ryu, él te hace compañía, ¿o no?”
Kenma: “Eso es verdad, al igual que tú con su novia”
Tohru: “¿Maruya? Ella no es su novia…aunque lo ama”
Kenma: “¿Se separaron? No lo sabía, ¡ese maldito de Ryu! ¿ella como está? Debió de afectarle mucho”
Tohru: “Bueno, mas de lo que parece. Yo le dije, Ryu es un gran partido para ella, no debió dejarlo por sus impulsos compradores”
Kenma: “¿I-Impulsos…compradores?” — me mira perplejo
Tohru: “Claro, cosa que ve en la tienda, cosa que la compra sin pensarlo. ¿No lo sabias?”
Kenma: “Ese maldito hijo de p…me debe dinero y nunca tiene…”— deja escapar con expresión molesta
Tohru: “Ya, ya, quizás el esta avergonzado de ello”
Kenma: “Posiblemente. Tú sabes que esos dos se aman, pero tienen el cerebro confundido de tantos videojuegos y esas compras innecesarias”
Lo mira algo decepcionada mientras pienso:
Tohru: “No quiero que lo diga alguien que en sus días libres estas 20 horas pegado al monitor de su computadora o con el control de mando en ambas manos”
Kenma: “Por favor te ruego que me disculpes señora mía” — se postra avergonzado en señal de disculpa
Me recompongo y sonrío, aunque él tiene un buen punto en algo:
Tohru: “Ellos no deben perder el tiempo, y estar juntos de una buena vez. Hasta los demás de la sección piensan como yo”
Kenma: “Eso dependerá de si están dispuesto” — exclama mientras bebe te de matcha
Mientras Kenma y yo disfrutamos el resto de la cena con sonrisas y una agradable conversación, su rostro poco a poco se va tornando de un color blanco, muy pálido diría yo.
Entonces le pregunto preocupada por su salud:
Tohru: “¿Te sientes bien? Estas muy pálido” — toco su frente para saber si tiene fiebre
Kenma: “Si…si…”—responde con voz temblorosa mientras deja los palillos sobre el plato— muchas gracias por la comida
Se pone de pie, y toma su plato para llevarlo a la cocina, habiendo terminado de cenar, lo sigo para poder lavar y ordenar las cosas.
***PARTE III***
Inmediatamente después de limpiar lo que usamos, Kenma se apresura a nuestro cuarto a limpiar como hace cada mes sus figuras de Acción de Chicas de Anime. A pesar de que es una tontería para mí, él lo disfruta mucho por mi parte me dirijo a mi estantería para leer mis mangas Yaoi…o eso pensaba…
Cuando voy a mi lugar especial junto a mi escritorio, me encuentro con una desgracia, una terrible desgracia…
Sin poder sostenerme, me caigo hacia atrás golpeándome el trasero como si hubiera visto una enorme araña.
Desde el comedor se escucha un sonido similar al de mi caída, pero proveniente de la habitación.
Me levanto algo adolorida luego de unos momentos, y me acerco sin emitir ningún sonido donde se encuentra Kenma, encontrándolo desmayado sobre el suelo, aunque por el impacto de su cuerpo, se había dado vuelta hacia atrás.
Vuelvo mi mirada hacia mi mueble para libros y el dolor es cada vez peor…mis mangas Yaoi desaparecieron. Aprovecho a buscarlos por todas partes y no los encuentro.
En ese momento recuerdo algo que me hace quedar en silencio y pensativa.
Durante la navidad en casa de mis padres, mientras cenábamos con ellos, Kenma me comenta:
Kenma: “Tohru, no crees que tu colección de Yaoi pueda quedar mejor no lo sé ¿dónde no esté a la vista?”
Tohru: “¿Qué? ¿Porque lo dices? ¿Te hace sentir inseguro?” — Le digo en voz baja mientras golpeo su pecho con el codo en tono sarcástico
Kenma: “No lo sé…creo que las visitas estarán incomodas” — responde volteando la mirada hacia el otro lado
Al recordar eso, mi mente se tornó más claro:
Tohru: “Ese bastardo…ha escondido mis mangas Yaoi” — aprieto mi puño con fuerza
***PARTE IV***
Cambio de Perspectiva: Autor Omnipresente
Mientras tanto en el comedor, Kenma se reincorpora y busca entre las diferentes estanterías que hay en el apartamento, sin que su pareja se entere de ello, ciertos objetos de increíble valor sentimental.
Su desesperación aumenta al no encontrarlos por ningún lado:
Kenma: “No están…mis figuras Ecchi de chicas, no están…espera un momento— exclama mientras dirige su mirada hacia la habitación donde esta Tohru” — busca desesperadamente por debajo de la cama
Así como si fuera una epifanía, recuerda lo que sucedió muy paradójicamente, una cena que tuvo con ella en año nuevo:
Tohru: “Kenma, estuve pensando…sería mejor que tus figuras ecchi estén en otro lado, para colocar adornos, ¿no lo crees?” — propone
Kenma: “¿Disculpa? ¿Porque haría eso? Es cultural que estén ahí a la vista para recibir a las visitas y que atraigan su atención
Tohru: “No lo sé, quizás quede bien…pero dudo que quede bien cuando entren visitas”
Kenma: “Ya veremos, por ahora comamos ya que es casi la hora para brindar” — le dice con una dulce voz que la sonroja a Tohru
Su rostro se cubre de venas hinchadas, sus dientes crujen y su puño se cierra con una lata en su mano:
Kenma: “Oh, con que así será…desde el principio querías deshacerte de mis preciosas waifus”
***PARTE V***
Un aura brota de mi cuerpo, lleno de ira e indignación mientras miro hacia la puerta abierta del cuarto que conecta con el comedor:
Tohru: “Infeliz…desde el principio querías fuera a mis Boys love”
Al unísono y en voz baja exclaman con puños apretados como una declaración de guerra, mirando hacia la puerta que solo los separa:
“Si es lo que quieres…te hare reconocer que fuiste tú…¡¡Esto es la guerra!!”
Nicolas Falcon
